En el primer trimestre del año nuevo saldrán las primeras unidades mientras las comunidades pujan por los vehículos
19 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (ERA, siglas en inglés) hizo pública este martes la homologación de los trenes Avril, lo que significa que ya cuentan con la autorización necesaria para poder circular por la red ferroviaria española. Estos vehículos son una de las principales aspiraciones de la alta velocidad asturiana cuando empiece a operar -previsiblemente este noviembre- la Variante de Pajares, ya que son capaces de superar los 300 kilómetros por hora en ancho ibérico.
La ERA tiene la función de unificar los criterios de homologación de todo el material rodante que se fabrica en cualquier país de la UE, con el objeto de que pueda circular por el espacio ferroviario comunitario, aunque buena parte del trabajo técnico se delega en las agencias de cada país, en este caso la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF).
Pese a todas las dudas y los retrasos que han sufrido los 30 trenes de la serie 106 adquiridos por Renfe —problemas que han sido utilizados en el debate político pese a que debe garantizarse la seguridad de los convoyes—, la ERA ha otorgado el certificado necesario para que estos trenes puedan circular en España. La primera autorización que se conoció fue la de las 15 unidades de ancho fijo que solo pueden circular por vías de ancho internacional (1.435 milímetros). Pero poco después se publicó la homologación de las otras 15 con rodadura desplazable, que son las que pueden circular por toda la red de alta velocidad asturiana, de forma que se puedan conectar las principales urbes del centro del Principado con Madrid en tres horas. Estos trenes cuentan con ejes variables que les permite circular por vías de ancho internacional y aumentar su anchura para transitar por las de ancho ibérico (1.668 milímetros).
Las condiciones de homologación publicadas por la ERA indican que los trenes podrían circular a una velocidad máxima comercial de 330 por hora, aunque solo están autorizados para circular a un máximo de 300 km/h por vías de alta velocidad de los dos anchos. Esta velocidad tendrá que reducirse a 220 km/h si se circula a 3.000 voltios con el sistema de seguridad ERTMS y a 200 cuando se transite solo al amparo del ASFA, el sistema que solo protege la marcha del tren en momentos puntuales. En el paso por los cambiadores de ancho —los dispositivos en los que se modifica la anchura de los ejes del tren— no se podrá exceder los 18 kilómetros por hora.
Esta autorización es necesaria para la operación comercial de estos trenes y explica el retraso en el inicio de la entrega de las unidades a Renfe, que estaba prevista para noviembre pero que finalmente no empezará hasta diciembre. La demora no estaba relacionado con la formación de los maquinistas, como se especuló en algún momento, sino con la supervisión de los elementos más sensibles de la homologación. En cuanto Renfe tenga en su poder el material rodante comenzará la formación de los maquinistas, que se calcula que durará un mes y medio. Las primeras unidades entrarán en funcionamiento en el primer trimestre del año que viene, según confirmó el secretario de Estado de Transportes, David Lucas, en los encuentros celebrados con responsables de los ejecutivos del Principado y tambien de Galicia, ya que la comunidad vecina también espera los Avril de ancho variable.
En el informe de homologación publicado por la Agencia Ferroviaria de la UE se insta a las empresas que van a operar con los trenes de la serie 106 —en este caso Renfe— a que se tenga en cuenta «la documentación generada por Talgo para la operación del tren» y, en paralelo, deben identificar «los riesgos asociados a su operativa, mitigándolos a un nivel aceptable». También se deben respetar los requisitos de mantenimiento, así como las condiciones de seguridad que figuran en el expediente.
Al parecer, las principales razones para el retraso en la puesta en servicio de estos convoyes radican en la validación técnica de la rodadura desplazable en trenes que pueden circular a más de 300 por hora, pues hasta ahora esta tecnología estaba solo instalada en convoyes que no superaban los 250 km/h. Para poder ser homologado a 330 por hora como velocidad máxima comercial, el Avril tuvo que alcanzar los 360 km/h en las pruebas de homologación que terminaron en febrero.
La cuestión en el primer trimestre del año nuevo será cómo se reparten las unidades a medida que salgan de fábrica. Si Asturias ha indicado de forma expresa que quiere contar con los vehículos (el gobierno asturiano sí dijo que permitirán duplicar plazas ofrecidas alcanzando alrededor de unas 30.000 semanales), el Principado no ha concretado un número específico. Pero sí lo ha hecho Galicia: La Xunta reclama al Ministerio de Transportes siete unidades de ancho variable, que servirán para aumentar en más de un 60 % las plazas disponibles en la actualidad en la conexión con Madrid. Estos trenes cuentan con algo más de 500 plazas al aprovechar mejor la anchura útil de los coches y tener hileras de cinco asientos en vez de cuatro.