Bernardo Álvarez, propietario del gastrobar Trastévere, se ve obligado a clausurarlo e «ir literalmente a la ruina» tras la denuncia de un vecino
15 oct 2023 . Actualizado a las 19:18 h.Un hostelero de Grado, Bernardo Álvarez, protagonizaba hoy una peculiar y desesperada protesta al crucificarse en medio del mercado de la villa moscona. Álvarez es propietario del gastrobar Trastévere, cuyo cierre fue decretado hace un año por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias a raíz de una denuncia de un vecino. El viernes recibía la notificación de que tiene que cerrar el Trastévere, tras poco más de un año de su apertura.
«En enero de 2020 acometimos una inversión muy importante en un local, que estaba catalogado y, con todos los permisos, hubo un vecino que denunció y después de 15 meses abierto nos obligan a cerrar y a ir literalmente a la ruina», explicó a la TPA el hostelero, que no descarta recurrir a otro tipo de reivindicaciones para mantener un negocio del que también dependen otras seis familias. Él se queda sin ingresos, sin trabajo, con un hijo pequeño y con dos hipotecas, una de ellas del local que ahora tiene que cerrar, aparte de «una subvención que habrá que devolver y nadie soluciona nada».
Álvarez tuvo hoy el apoyo de sus vecinos durante la recreación de su via crucis, cargando con una cruz por el mercado moscón para protagonizar finalmente su propia crucifixión, con simulación de latigazos incluida. «Si no me solucionan esto voy a seguir. Voy a hacer un encierro, una huelga de hambre y lo que sea necesario para que mi familia no pase necesidades», aseguró el hostelero, que recalcó que él no se ha metido en esta situación: «Tengo todas las licencias, todos los permisos de Patrimonio, de Medio Ambiente, del ayuntamiento... Es algo muy injusto y voy a llegar hasta el final con lo que haga falta».