Lydia Espina: «El protocolo de acoso escolar funciona bien, pero tiene que hacerlo siempre»
ASTURIAS
La consejera de Educación afronta el nuevo curso «contenta, ilusionada y agradecida»: «Los docentes tendrán que acreditar dentro de seis años un C1 de inglés»
10 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Lydia Espina López (Villaviciosa, 1974), consejera de Educación del Principado de Asturias, confiesa que afronta el nuevo curso escolar «un poquito nerviosa», aunque «contenta, ilusionada y agradecida» por su renovación en el cargo durante otra legislatura más. Todo está preparado para la vuelta al cole. «Estamos pendientes todo el rato para que no quede nada descolgado y esté todo bien organizado», incide la consejera, quien muestra su lado más personal. Desde el segundo año de la LOMLOE o la tasa de interinidad en la región hasta los protocolos de acoso escolar, pasando por el transporte en zonas rurales o la apuesta por el bilingüismo: «Los docentes tendrán que acreditar dentro de seis años un C1 de inglés».
—Ya se ha pronunciado sobre las prioridades para el nuevo curso: la reducción de la matrícula en Infantil y Primaria, la detección de las altas capacidades, la apuesta por el bilingüismo y la salud mental. Por partes. ¿De qué forma trabajará sobre esa preocupación en la reducción de matrícula?
—Como a cualquier asturiano siempre nos preocupa que haya una bajada de la natalidad en general. Por eso, el gobierno del Principado ha revertido políticas de asentamiento para que nuestra población se mantenga de la mejor forma posible. Desde la consejería de Educación también las hacemos y me preocupan. Tenemos políticas en las que mantenemos e invertimos en la escuela rural, porque sabemos que es muy necesario asentar población. Mantenemos escuelinas con cuatro niños e incluso con tres, de manera excepcional. Todos los objetivos, que ya están marcados y que han salido del observatorio de la escuela rural, se van a empezar a llevar a cabo esta legislatura. Tienen un cronograma muy claro. Es fundamental vertebrar las políticas que planteen que nuestro profesorado se pueda quedar en las escuelas rurales y que puedan trabajar con calidad, repercutiendo directamente sobre nuestros alumnos.
—Pero no es solo una problemática de la zona rural. La preocupación por la reducción de la matrícula también existe en las ciudades.
—Así es. Hay una bajada de la matrícula en Infantil y Primaria. En este último caso perdemos muy poquitas unidades. Podemos decir casi que se consolida. Esto significa que, aún bajando alumnado, si prácticamente se mantienen las unidades de Primaria es porque hacemos políticas como las que le acabo de decir y otras muchas. Por ejemplo, vemos al dedillo los niños que tenemos con necesidades educativas especiales, los grupos flexibles y personalizamos el aprendizaje. Intentamos personalizar los centros y sus necesidades. Además, en la ESO hay una subida de matrícula.
—Ha comentado también que le preocupa la detección de las altas capacidades. ¿De qué manera se va a afrontar este curso?
—Fue algo pionero el curso pasado y resultó todo un éxito. Ninguna otra comunidad lo llevaba de la forma que lo hacemos nosotros. Gracias a ella, fíjese, logramos multiplicar por nueve la tasa de detección de primero de Primaria. Teníamos un 0,5 y ahora estamos en 4,3. Es muchísimo y significa que más del 91% de los niños que se detectaron han sido gracias a la estrategia. Ha sido un trabajo de todos: tutores, orientadores, direcciones de los centros y, por supuesto, nuestro equipo de la dirección general de equidad y ordenación. Ahora tenemos que sacar las conclusiones que han llegado de los centros y a partir de ahí volver a hacer la estrategia y mejorarla para seguir detectando. De esta forma, si sabemos quiénes tienen la necesidad podemos aplicarles metodologías que les ayuden a aprender y avanzar. Ese es el objetivo.
—¿Qué me dice sobre la apuesta por el bilingüismo?
—Hemos sacado ahora la resolución nueva del programa «HabLE». Ahora los planes se van a llamar así porque queremos la competencia de nuestro alumnado en lenguas extranjeras crezca. El bilingüismo es mucho más que escolarizarse en dos o tres áreas de lenguas extranjeras. Es un objetivo muy importante en esta década. Cuando nuestro alumnos de 1º de Primaria terminen 4º de ESO se verá si realamente ha sido acertado y si realmente lo estamos haciendo bien. Vamos a poner todas las herramientas para ello. Antiguamente el alumnado tenía que dar al menos el 50% de las clases en inglés, ahora pasamos al 100% de las clases que se cursen en los programas «HabLE». Los docentes tendrán que acreditar dentro de seis años un C1 de inglés. También acreditaremos a los niños en 4º de ESO de un B1 y en 2º de Bachillerato de un B2. Hay avances que se van a ir viendo. Se reforzará la formación de los profesores que formen parte de esos programas y nace otro nuevo grupo de centros que son los «HabLE +». Significa que aquellos centros que voluntariamente quieran, o que la Administración quiera nombrar, tendrán una mayor carga horaria todavía. Tendrán una o dos áreas más que el resto de centros «HabLE». Empezarán de manera piloto tres este curso, de Primaria todos.
—El curso pasado fue especialmente preocupante respecto al aumento de casos de acoso escolar. Situaciones que desafortunadamente terminaron muy mal. ¿Son suficientes los protocolos en Asturias para detectar los casos que se producen?
—Existe una mayor detección. El curso pasado reforzamos muchísimo todo lo que tiene que ver con la detección. Hemos elaborado una política de comunicación muy grande para que la necesidad de comunicar el menor indicio llegara a toda la sociedad. Es en ese momento, de manera inmediata, cuando se activa el protocolo de acoso escolar que lleva la inspección de primera mano y se está haciendo de una forma muy rigurosa. Tenemos un protocolo de acoso escolar que funciona bien, pero lo que tenemos que asegurarnos es de que siempre funcione.
—¿Y de qué manera se puede asegurar eso?
—A raíz de esta política de comunicación ha aumentado muchísimo la detección y eso implica que llegamos a más centros. Una vez terminado el curso es el momento de hacer una evaluación de lo que hemos tenido. Este curso vamos a intentarlo de dos formas. Por un lado, ver si el protocolo se puede mejorar y, por otro, ver qué podemos hacer en los centros educativos para mejorar la gestión de estos casos de acoso escolar, ciberacoso o lgtbifobia. Son las dos líneas generales sobre las que trabajaremos. Además de hacerlo también sobre el bienestar emocional en su conjunto, que es donde también reside el acoso escolar.
—Este será el segundo curso con la LOMLOE en vigor. El pasado digamos que fue una especie de adaptación. ¿Qué espera para este?
—Creo que todos los docentes ya tienen una experiencia y ya conocen la ley. Se ha trabajado muchísimo en los cursos impares y ahora ya se implantará a todos. Les hemos transmitido la misma flexibilidad hasta final de curso. Reforzaremos la formación al igual que el curso pasado para que sigan teniendo ese acompañamiento por parte de la Inspección y por nuestra parte. Estamos contentos y trasladando tranquilidad a los centros, sabiendo que ya tienen esa experiencia. Nos queda formar a los docentes de Formación Profesional. El curso que viene -el 2024/2025- entra la ley de FP y este será el año para formarlos.
—La semana pasada celebraba la decisión del Ministerio de Educación por la que en este curso no se producirán cambios en la EBAU.
—En Asturias siempre hemos compartido el cambio que plantea el Ministerio. Nos parece muy acertado porque va absolutamente en la línea de la LOMLOE, que es competencial. Nos parece muy acertado el camino en el que el Ministerio tiene enfocada la nueva EBAU. Nos alegramos porque con los tiempos que hay de indecisión ahora mismo a nivel nacional da certezas a las familias, el alumnado y al profesorado. Nuestra comunidad educativa necesita certezas y no podemos esperar a que se forme un nuevo gobierno del color que sea.
—Respecto a la tasa de interinidad en Asturias. Usted la ha situado en el 8,7%, en referencia siempre a plantilla orgánica. Los sindicatos la cifran en el 24%, teniendo en cuenta también la plantilla funcional. En cualquier caso está por encima del objetivo marcado, que es bajarla del 8%. ¿Cómo tiene previsto mejorar esta situación?
—Efectivamente, el dato es del 8,7% sobre la plantilla orgánica porque es el que nosotros entendemos correcto manejar la tasa de interinidad. La plantilla orgánica está formada, por así decirlo, por aquellos docentes que tienen una plaza en propiedad. El concurso de oposiciones sirve para cubrir esas vacantes que quedan en los centros, ya sea por una jubilación o por cualquier otro caso. Luego tenemos la plantilla funcional, que nunca podremos sacar a oposición. Un ejemplo son las medias jornadas de los equipos directivos (director, jefe de estudios, secretario...). Yo fui directora y por mí venía una media jornada que daba la parte que yo no podía dar, ya que una parte de mi horario era de clase y otra de gestión. Esas personas nunca se van a poder estabilizar porque esas plazas ya tienen un propietario. Y como este otros ejemplos como los liberados sindicales o las comisiones de servicio de todos los que trabajan en la consejería, que la mayor parte son profesores que tienen una plaza y está cubierta por un interino. Pero cuando quieran volver a su plaza volverían. Por esta razón trabajamos sobre plantilla orgánica y no funcional.
—¿Y de qué forma se bajará de ese 8%?
—Estamos en el 8,7% y efectivamente queremos llegar a ese 8%. Nos queda todavía la convocatoria de estabilización de este año del cuerpo de maestros. El año pasado fue Secundaria y ahora nos queda el cuerpo de maestros, por lo que somos optimistas y creemos que podemos llegar al objetivo después del concurso de estabilización de junio.
—Quiero preguntarle por las reuniones con los sindicatos. Dijo que tenía la voluntad de negociar con ellos tanto en materia retributiva como a nivel de plantillas.
—Tanto a la red pública como a la concertada les he comentado que voy a sentarme a hablar con ellos de lo que sea necesario. Primero voy a hacer una ronda de contactos individual con las dos redes para que me cuenten sus necesidades. Una vez que sepamos cuáles son sus prioridades valoraremos sobre qué se puede trabajar a lo largo de la legislatura. Ahora es muy pronto para poder saberlo, pero siempre tenemos esa voluntad para las mejoras socioeconómicas y laborales de nuestros compañeros docentes, por supuesto que sí.
—Respecto a la digitalización de las aulas. ¿Están suficientemente formados los profesores asturianos para el cambio que ya se está produciendo?
—Es un cambio muy grande. Hay una inversión en tecnologías educativas y en digitalización que es enorme. Son 19 millones de euros los que llegarán a los centros. Esta semana ya han empezado a llegar tanto en recursos portátiles como en aulas digitales. Creo que muchos de nuestros docentes están altamente cualificados y son muy competentes digitalmente. Otros se están formando. Tenemos el programa #CompDigEdu en el que nuestros docentes se van formando con el mismo tipo de organización que hay en las lenguas extranjeras (A1, A2, B1, B2, C1, C2...). Ya desde el año pasado estamos sacando formación en este aspecto y estamos en condiciones de formar a unos 2.800 docentes. Por tanto, contentos en esa línea porque nuestros docentes son muy comprometidos y saben que la inversión es muy importante.
—El objetivo de docentes a formar que el Ministerio de Educación marca para Asturias es de 10.937.
—Trabajamos para llegar a ese hito. Es nuestro objetivo. Ofertamos la formación de manera regular y recurrente. El año pasado ya la hubo y este curso tenemos que esforzarnos para llegar al máximo. Estoy convencida de que hay muchísimos compañeros que tienen una alta cualificación digital. Ya hemos comentado a las direcciones y a las fuerzas sindicales la importancia que tiene esto tiene para los centros. Lanzaremos campañas de matriculación para que lo hagan y por nuestra parte apoyo total. El objetivo final es que el alumnado sea el beneficiado.
—¿Cree que a la Formación Profesional le falta algo en Asturias?
—Creo que tenemos una FP de la que tenemos que sentirnos muy orgullosos. Tenemos una de las mejores ofertas en relación al número de habitantes de España y cada año se actualiza. Tenemos una inversión muy alta en la FP, no solo en ampliar los ciclos formativos de la red sino también en infraestructuras. Estamos ultimando el centro de innovación de Formación Profesional que la dirección general de infraestructuras educativas lo que ha estado haciendo. Es una obra muy relevante que llegará de primera mano a los docentes. Es un centro para formar, un centro dirigido por docentes que se va a dedicar a formar a docentes para que luego revierta directamente en la calidad de la FP. Soy de las que creo que en todo en la vida se puede mejorar, por lo que tenemos que intentar ampliar esa oferta y tener una comunicación más fluida con las empresas para poder crecer dentro de la oferta que ya tenemos y ampliar la FP dual. También vamos a dotar por primera vez en la historia de orientadores educativos a los CIFP. Era una vieja reivindicación.
—Una veintena de técnicos interinos de FP denuncian que se han quedado fuera del sistema educativo por carecer de una titulación universitaria. Estos docentes tienen entre 55 y 60 años. Ellos dicen que esta situación se ha resuelto en toda España menos en Asturias. ¿Qué solución les ofrece?
—Lo primero decir que no están fuera del sistema. Es un tema que nos preocupa, por lo que mostrar mi máxima sensibilidad a nivel humano. Se les ofreció una solución por la que continúan estando en la lista que estaban, la lista de técnicos de Formación Profesional. Ellos van a poder sustituir siempre a los técnicos que en su día entraron como ellos y luego sacaron la plaza. Desde hace tiempo ellos ya sabían, al igual que todos los profesionales de la enseñanza, que este curso escolar la ley iba a marcar un cambio en el que todos los profesores de FP se integraban en el cuerpo de Secundaria, el 590. Eso significa que tenían que cumplir con una premisas. Todos ellos tienen que ser licenciados o graduados, como cualquier profesor de Matemáticas, Biología o Historia de un instituto. Eso se sabía. A partir de ahí hubo técnicos que decidieron estudiar y sacarse la titulación. Y ahora mismo están trabajando. Lo que no podemos hacer es incluir dentro de esa lista de profesores de Secundaria a personas que no tienen la titulación que exige el Ministerio. En el caso de nuestra comunidad tenemos un acuerdo con las fuerzas sindicales. Es el acuerdo de interinos, que marca cómo se conforman esas listas y cómo se hace la adjudicación de interinos todos los años. De ahí no nos podemos salir porque es un acuerdo firmado y legal. Nos hemos puesto en contacto en varias ocasiones y lo volveremos a hacer. Yo misma les respondí por carta en varias ocasiones. Se han intentado buscar muchísimas soluciones, pero ellos lo que quieren es cubrir las vacantes del cuerpo 590. Seguimos buscando alternativas.
—Cada curso existen quejas respecto al transporte escolar en zonas rurales. ¿Va a haber cambios para este curso?
—Hemos mantenido una reunión con la consejería de Fomento y con la CTA en la que intentamos atar todos los cabos posibles para llegar a todas las zonas para que ningún niño se quede atrás, teniendo en cuenta que la orografía asturiana es muy rural y compleja. Tenemos una red de transporte escolar de la que me siento muy orgullosa. Cada día, 13.000 niños llegan en tiempo y forma a sus centros educativos. Hablamos de 940 rutas escolares. Puede que en ocasiones haya algún desajuste, pero de manera inmediata nos volcamos en solucionarlo. El esfuerzo es enorme por llegar. Ponemos el transporte a la mínima distancia de toda España, 1.500 metros. Hay otras comunidades autónomas que es mayor distancia y las condiciones son más difíciles.
—Por último, para que los lectores puedan conocerla un poco más a fondo. ¿Podría explicar cómo es un día normal suyo desde que se levanta hasta que se acuesta?
—Me considero una persona muy activa e inquieta (ríe). Me levanto muy temprano, normalmente antes de que suene el despertador. Lo tengo programado en cuarenta mil sitios a las 6.45 horas porque me da miedo dormirme, pero me suele despertar a las 6.00 horas. Una vez que me despierto ya no me puedo dormir. Me pongo a leer la prensa autonómica y después la nacional. Me gusta mucho la comunicación desde niña, tanto la prensa como la radio, que es mi medio preferido. Después me ducho rápidamente, me preparo y desayuno siempre un tazón con cereales y un poco de fruta, escuchando siempre la RTPA. Luego salgo ya salgo de casa. Me recogen y vengo a la consejería o voy a algún lugar que tengamos que visitar. A partir de que me siento ya empiezo a hablar por teléfono. Empiezo a hablar con mi jefa de gabinete, Susana Machargo, que me resuelve muchísima parte de la gestión y en la consejería empiezan a llegar todo tipo de problemas que hay que solucionar. Es una vorágine. Es muy difícil que me pueda sentar en el ordenador. Aunque el gabinete me libera mucho también tengo mucho trabajo de correos. Por la tarde ya me voy a casa. Organizo la casa con mi familia, mis dos hijos y mi marido. Normalmente dejo preparada la comida para el día siguiente para mi familia y todo listo. Ayudo cuando es época de colegio en las tareas escolares a mis hijos y si llego a tiempo los acompaño a alguna actividad extraescolar. Después llega la hora de cenar y vuelvo otra vez a la vorágine laboral. Veo si han publicado artículos digitales y en un grupo de WhatsApp que tenemos el equipo de dirección les voy comentando cosas que tenemos que hacer. A todo esto hay que sumar revisar las redes sociales. Me gusta leer todo. Si puedo contesto y sino lo que intento es conducirlo. Me acuesto como a las 00.00 horas y al día siguiente otra vez a las 6.00 horas. Los fines de semana si tenemos actos acudo y si no descanso. El poco tiempo que tengo intento estar con mi familia y dedicarme a ellos todo lo que puedo. Cuando no era consejera me gustaba mucho leer novelas y libros de política, pero ahora todo lo que leo son temas educativos y prensa.