Tradición e innovación en Arroes, Peón y Candanal para ser Pueblo Ejemplar: «Nos apoyamos en el pasado para construir el futuro»
ASTURIAS
Las parroquias maliayas reciben el galardón entre sidra y voladores: «Han sabido adaptarse a los nuevos tiempos»
05 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Villaviciosa está de enhorabuena. Las parroquias maliayas de Arroes, Peón y Candanal se han alzado con el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2023, sucediendo así a la localidad valdesana de Cadavedo. Tradición, unión e innovación han sido tan solo tres de los motivos por los que el jurado de la Fundación Princesa les han destacado por encima de las otras 25 candidaturas al galardón. Tres pequeñas localidades que mantienen una estrecha relación gracias, en parte, a sus asociaciones de vecinos: la del Valle de Peón-Candanal y la de Arroes. «Nos hemos apoyado en el pasado para construir el futuro», celebra Ricardo Riera, el presidente de la asociación vecinal de Arroes.
Es la tercera vez que el premio recae sobre localidades de Villaviciosa. En 1991 fue para Cubera y en 2017 lo ganaron la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa y Poreño. El alcalde, Alejandro Vega, celebra que este reconocimiento suponga «un reconocimiento al trabajo comunitario llevado a cabo por los impulsores de iniciativas de innovación rural adaptadas a los nuevos tiempos».
«Un modelo válido para replicar en otros territorios»
El jurado ha destacado de las parroquias su capacidad para «conservar una economía diversificada» a partir de recursos locales, lo que ha permitido un crecimiento y un rejuvenecimiento de su población. «Constituyen un modelo válido para replicar en otros territorios», señalan en el fallo. Todo ello basado en su tradición, la implicación vecinal en los proyectos comunitarios y la innovación tecnológica surgida del territorio. En este sentido, el alcalde de Villaviciosa destaca el proyecto CTIC Ruraltech, un centro tecnológico de inteligencia territorial e innovación tecnológica para el medio rural, que, junto con los productores locales, está convirtiendo la zona en un espacio de «innovación disruptiva» con una importante base de participación social: «Han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, entre otras proyectos con la implicación en la Adea.0».
Una «alegría inmensa» para los 1.029 vecinos
«Es una alegría inmensa. Sabíamos que teníamos posibilidades porque era una candidatura muy potente que se adaptaba muy bien a las bases», celebra Eliseo Vallina, el presidente de la Asociación de Vecinos El Valle de Peón y Candanal. Una euforia que se extendió a todos los vecinos de las localidades: los 584 que forman el Valle de Peón-Candanal y los 445 de Arroes. «El hecho de que las tres parroquias conformen una candidatura conjunta, es ya un valor», destaca el alcalde de Villaviciosa, matizando que Arroes ya se había presentado en otras ocasiones de forma individual.
Más de mil habitantes que se han carectirizado por su unión y compañerismo durante los últimos años. Y es que a pesar de ser pocos vecinos, tras la pandemia se han incrementado en un 11%, gracias a que esos grupos de población diseminados se han mantenido unidos por su historia y tradición, además de una economía basada en actividades agroganaderas y agroalimentarias tradicionales que hoy combinan con otros sectores emergentes. De igual modo, esa misma unión les hace compartir otras actividades; desde las vecinales, con la recuperación del patrimonio común, hasta las escolares, ya que los niños de Arroes acuden a las escuela rural infantil y primaria en Peón.
La relación entre las tres parroquias es magnífica. Culpa, en parte, de las dos asociaciones vecinales. La del Valle de Peón-Candanal cuenta con 540 socios y centra su labor en trabajos que redundan en beneficio de la comunidad. La Asociación de Vecinos Javier de Arroes, creada en 2014, tiene 245 socios y organiza actividades lúdicas y formativas para sus vecinos y para la recuperación del patrimonio local. Ambas son partícipes del citado proyecto CTIC Ruraltech para la recuperación de la cultura local. Un proyecto, creado en 2019, que cuenta con el legado de la Fundación Ramón Álvarez de Arriba, que donó la finca donde se ubicaba la Escuela Práctica de Agricultura (Peón), coincidiendo con la extinción de la citada fundación.
Celebra el alcalde que la concesión de este premio proporciona un «impulso» para seguir trabajando en la línea de la «ampliación a otros horizontes» dentro de las tareas «conjuntas» para seguir el «legado de los indianos que emprendieron proyectos exitosos fuera de Asturias». Además de la recuperación del patrimonio local, entre las diferentes actividades de carácter tecnológico que desarrolla destacan una planta fotovoltaica para uso compartido de energía, una red de comunicaciones LORA, un mapa de riesgos paisajísticos, un sistema de trazabilidad de la sidra, un proyecto experimental de telemedicina y un centro de apoyo al emprendimiento rural agroalimentario.