Cimavilla alerta de que el auge de la vivienda turística está creando «un barrio fantasma»

Marcos Gutiérrez GIJÓN

ASTURIAS

La plaza del Lavaderu de Cimavilla
La plaza del Lavaderu de Cimavilla

Los vecinos de esta zona de Gijón denuncian que ya hay «edificios enteros» con esta finalidad. Lamentan que, «cada día», se marcha de allí gente porque «no les renuevan» sus contratos de arrendamiento o porque los alquileres «están por las nubes»

04 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Recientemente el portavoz de IU en el Ayuntamiento de Gijón, Javier Suárez Llana, confirmaba que presentará en el pleno del próximo 13 de septiembre una proposición de acuerdo para modificar la normativa urbanística y limitar el uso turístico de la vivienda. Suárez Llana ha resaltado que «la proliferación» de pisos de uso turístico «que ha experimentado la ciudad en los últimos años, y de manera acelerada tras la pandemia, está teniendo impacto directo en el mercado del alquiler residencial, reduciendo la oferta y contribuyendo a elevar los precios».

Las personas que viven en Cimavilla, casco antiguo de Gijón muy sensible a este tipo de procesos, temen que la situación de «turistificación» de la zona empiece a ser irreversible y denuncian que la proliferación de este tipo de alojamientos en los últimos años ha sido exponencial.

Sergio Álvarez, presidente de la Asociación de Vecinos de Cimavilla, explica que vienen «denunciando desde hace años» un «proceso gentrificador» al que se le ha unido la proliferación de viviendas de uso exclusivo para el periodo estival, fenómeno especialmente apreciable «después de la pandemia».

Calle Vicaría, en Cimavilla
Calle Vicaría, en Cimavilla

Mientras que la gentrificación supone un cambio de perfil de los habitantes y negocios tradicionales, la más peligrosa «turistificación» de la zona es un «proceso que expulsa a vecinos arraigados» para «crear un barrio fantasma».

Considera que «Cimavilla está más expuesto a esta situación porque es un barrio pequeño, con poca población y alta densidad de viviendas turisticas». Álvarez lamenta que «ya de por sí cuesta conseguir habitantes», como para que «todas las inversiones del Ayuntamiento» en el antiguo enclave de pescadores estén orientadas al turismo.

El presidente vecinal critica que «no hay transporte, faltan viviendas de alquiler, el centro de salud más cercano está lejos...» y esto lleva a, inevitablemente, «acabar con lo que es Cimavilla, con una identidad propia muy marcada».

tabacalera gijon.Fachada frontal de la antigua casa de tabacos de Cimavilla
Fachada frontal de la antigua casa de tabacos de Cimavilla

Considera que la idiosincrasia del casco histórico gijonés, como una suerte de enclave pesquero tradicional integrado en una urbe moderna, es «un valor» que tiene la ciudad. Insiste en que «urge bastante» gestionar este aumento de los alojamientos de uso turístico «desde ya» y recuerda que «hay un estudio hecho de esta primavera donde se analiza todo el problema».

Pide «que el Ayuntamiento ponga ese estudio que encargó encima de la mesa» y que junto a las personas que viven en el barrio y el Principado se trabaje para revertir un proceso de expulsión de vecinos que «en otras ciudades está muy avanzado y del que se han visto las consecuencias». Considera que Gijón y Cimavilla están «a tiempo» de evitarlo, pese a que «cada día, cada minuto y cada mes que pasa se incrementan» estos alquileres vacacionales.

Sergio Álvarez no se muestra contrario a un «turismo sostenible», pero sí cree que «las inversiones que se hacen no son para la gente que vive aquí, sino que se piensan para la que viene de vacaciones». Alerta de que «cada día se marcha gente porque no les renuevan sus contratos de arrendamiento o porque los alquileres están por las nubes».

Indica que ya hay «edificios enteros destinados por fondos de fuera a viviendas vacacionales», una deriva que «afecta a comercios y hostelería también».