Esta tecnología se basa en diversas aplicaciones prácticas que permitirán, entre otros, monotorizar el medio ambiente y optimizar el trabajo en el sector primario
17 ago 2023 . Actualizado a las 16:34 h.El futuro nodo Smart Cities de internet de las cosas (IoT) de Asturias, una iniciativa público-privada con la participación de 16 tecnológicas del Clúster TIC y del Principado, permitirá extender esa tecnología a los pequeños municipios con aplicaciones prácticas que permitirán monitorizar el medio ambiente y optimizar el trabajo en el sector primario o la asistencia a las personas mayores.
El objetivo de este proyecto, que ha presentado en la Feria Internacional de Muestras de Asturias el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, es impulsar la extensión de la tecnología para crear pueblos inteligentes en el medio rural facilitando la conexión e intercambio de datos entre dispositivos electrónicos de forma inalámbrica.
El nodo, que busca acercar el concepto de ciudades inteligentes (Smart cities) a los pequeños concejos (Smart villages), plantea una serie de capacidades y recursos de nuevas tecnologías vinculados al turismo y el objetivo es que las iniciativas desarrolladas por las empresas se puedan implantar en el territorio, especialmente en pequeñas poblaciones.
Para ello, la sociedad pública Gestión de Infraestructuras Públicas de Telecomunicación del Principado (Gitpa) aportará parte de su red de comunicaciones para la transmisión de datos entre dispositivos.
Esta iniciativa forma parte de un plan que ya ha dado sus primeros pasos con el proyecto piloto Yernes y Tameza 2.0 para convertir este municipio, el menos poblado de Asturias, en un concejo inteligente con un programa apoyado en la innovación para gestionar los recursos de una manera más adecuada, tanto para el medio ambiente como para las personas.
Asturias se incorpora de esta forma a la tecnología denominada LoRa, que facilita una conexión inalámbrica que puede llegar a los 20 kilómetros, es robusta frente a las interferencias y consume escasa energía lo que la dota de unas características que le dan una conectividad ideal para desarrollar el internet de las cosas.
La red necesita una antena que facilite la señal y una serie de emisores inalámbricos interconectados que recibirán y procesarán datos recibidos a través de sensores lo que permite conectar dispositivos o máquinas y permitir que intercambien pequeñas cantidades de datos a baja velocidad.
Las aplicaciones son múltiples y, por ejemplo, pueden ser de utilidad en lugares con poca cobertura que precisen una conectividad a distancia como en una explotación ganadera, donde permitirán geolocalizar a los animales o monitorizar si salen o entran en un cercado.
También abre nuevas posibilidades en el sector agroalimentario ya que permitirá controlar a través de sensores parámetros como el grado de humedad, luminosidad o las condiciones ambientales de las explotaciones y podrá usarse también en el control medioambiental de la calidad del aire o del agua o de diferentes servicios públicos en las ciudades inteligentes.
En el proyecto de Yernes y Tameza estos sensores se utilizarán tanto para monitorizar la calidad del aire, del agua y de la tierra, como para controlar el consumo energético, la cabaña ganadera o los movimientos de la fauna salvaje.
El concejo será también el primero en el que se desarrollará uno de los planes piloto de la compañía Cellnex Telecom, que se centrará en aplicar la tecnología IoT a la atención social, incluyendo un botón de emergencia para personas mayores.
En el concejo que inaugurará la red de IoT del Principado se instalarán para ello antenas aprovechando las torres de televisión digital terrestre (TDT) y el objetivo es extender este modelo a otros territorios de la mano de la Federación Asturiana de Concejos, según informa Efe.