Funcionarias a los 24 años y en su primera oposición: «Me despierto en mitad de la noche pensando que no es real»
ASTURIAS
Las asturianas Celia Conejero y Lucía Balado han logrado dos de las 90 plazas disponibles en la especialidad de Inglés en las últimas oposiciones de Educación
03 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Sueño cumplido para muchos de los estudiantes que el pasado mes de junio lograron una plaza en la oposición de Educación. A sus 24 y 25 años, respectivamente, Celia Conejero y Lucía Balado son dos de las jóvenes que alcanzaron su meta tras un año de duro esfuerzo. Ambas concurrieron a la prueba en busca de una de las 90 plazas disponibles en la especialidad de Inglés y lograron situarse en los puestos 57 y 66, siendo las mejores de sus respectivos tribunales. «La verdad que es increíble, todavía nos despertamos en mitad de la noche con pesadillas pensando que no es real», confiesan las jóvenes, que además de competidoras entre sí son íntimas amigas desde hace años.
Concurrir a un proceso de oposición nunca es una tarea sencilla y más si se trata de la primera vez. Según un estudio elaborado por el sindicato educativo de CCOO tan solo el 10,2% de los estudiantes sin experiencia previa lograron alguna de las 840 plazas disponibles para todas las especialidades educativas. En el caso de Inglés, con 90 plazas, fueron 19 los estudiantes sin experiencia los que lograron pasar el corte. El estudio refleja que el grueso de las plazas recayeron entre las personas con más de cinco años de experiencia (43,3%) y los que contaban con experiencias previas de entre uno y cinco años (39,6%).
Celia Conejero: «El momento en el que salieron las bolas de los temas fue el más tenso de mi vida»
El proceso para determinar la nota media final de la oposición -en esta ocasión enfocada a la estabilización del personal interino- funciona de la siguiente forma. La primera fase de oposición supone el 60% de la nota final y consta de dos partes: un examen escrito para desarrollar uno de los cinco temas -entre los 69 totales- que salgan a sorteo con su consiguiente lectura ante un tribunal de cinco funcionarios y la exposición de una unidad didáctica. En esta primera fase, Conejero logró un 9,75 en la prueba escrita y un 9,49 en la exposición. Por su parte, Balado sacó un 8,84 y un 10. Es decir, sobre el 60% sus notas fueron de 5,772 y 5,652.
El 40% restante pertenece a la llamada fase de concurso en la que el 70% se divide entre la experiencia previa en centro educativos públicos o concertados y el 30% en otros méritos como la nota media del grado o la obtención de másteres, doctorados o cursos, entre otros. Al no contar con experiencia previa tan solo pudieron obtener puntuación del apartado de «otros méritos». Lograron un punto cada una, que sumado a la nota media de la primera fase hace una puntuación media final de 6,772 y 6,652. Una nota, la primera, que le sirvió a Celia Conejero para situarse la número 57 en la lista definitiva. Por su parte, Lucía Balado resultó la número 66 de los 90.
Constancia, esfuerzo y necesidad de apoyo durante el proceso
Nerviosismo y expectación son tan solo dos sentimientos que experimentaron las dos jóvenes estudiantes instantes antes de comenzar la primera de las pruebas del concurso. Un camino que ambas comenzaron de la mano en septiembre de 2022. Tras finalizar sus grados en Estudios Ingleses por la Universidad de Oviedo y el Máster de Formación de Profesorado de ESO, Bachiller y FP, ambas decidieron seguir su andadura por el camino de las oposiciones.
«Al principio me organizaba peor, pero rápidamente empecé a ir a la biblioteca de 9.00 a 13.00. Solo descansaba un día a la semana, que solía ser los sábados de tarde», explica Conejero. Sin embargo, Balado optó por una metodología diferente: «Mi objetivo era estudiar cinco horas diarias de lunes a domingo fuera como fuera. Y así lo estuve haciendo desde septiembre hasta el 17 de junio». Un proceso, aseguran, en el que los altibajos estuvieron muy presentes. «Hubo momentos de no poder más. La familia, mi pareja y Celia fueron mis mayores apoyos todo este tiempo», confiesa Balado. Una vivencia compartida también por Conejero: «Lo más duro para mí fue a principios de 2023. Veía que quedaba poco para el examen, pero a la vez mucho. En esos momentos mi familia, mi pareja, mis amigas y la propia Lucía jugaron un papel esencial».
Balado recuerda aún emocionada el momento en el que se enteró de la nota definitiva: «Cuando salieron las primeras notas estaba en la playa con mi madre. No me lo podía crear. Recuerdo que lloraba cada vez que la miraba. En ese momento pensé que podía sacar plaza, pero cuando llegaron las definitivas no me lo podía creer. Salí de la ducha y lo primero que hice fue mandarle un mensaje a Celia». Cuando Celia recibió ese mensaje no se lo podía creer: «No podía parar de llorar».
Un camino, coinciden ambas, que no ha llegado aún a su meta. Sus prioridades pasan por centros educativos tanto en la zona de Castrillón como en el área de Avilés. A pesar de que todavía están expectantes sobre el destino final en el que les tocará echar raíces, sus ganas de seguir aprendiendo son insaciables: «Hemos tenido suerte, nos lo merecemos, pero también lo merecen muchas otras personas. Ahora vamos a seguir creciendo como docentes, solo es el principio».