¿Cómo actuar ante un «shock» hemorrágico fuera del hospital?: una asturiana publica un libro sobre la terapia a aplicar
ASTURIAS
La enfermera castropolense Patricia Sanjurjo Díaz analiza en su obra, fruto de una tesina de investigación, cómo se puede hacer esa asistencia sanitaria sin contar con productos sanguíneos
24 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Una hemorragia es la salida de sangre provocada por la rotura de uno o varios vasos sanguíneos. Normalmente, cuando esto ocurre, el propio cuerpo suele formar coágulos para detener la misma. Sin embargo, hay ocasiones en las que la herida es mucho más grande y por tanto la pérdida es mayor. En estos casos, debe ser controlada lo antes posible, ya que el paciente puede sufrir un shock que de no ser tratado puede derivar en un daño permanente a los órganos o incluso la muerte.
De darse la casualidad de que el paciente sufra un shock hemorrágico fuera del hospital, como por lo general en las Unidades de Vigilancia Intensivas móviles «no tienen personal ni tampoco medios para la conservación de productos sanguíneos» y por tanto no pueden hacer transfusiones, lo que se hace es aplicar la fluidoterapia. Un tratamiento conocido popularmente como la administración de sueros y que ha sido la base del libro recién publicado por la enfermera castropolense Patricia Sanjurjo Díaz.
Bajo el nombre de Fluidoterapia de elección en el shock hemorrágico secundario, la joven de 28 años, que trabajó en el servicio de quirófano del Hospital San Rafael de Madrid aparte de ejercer en el hospital de Jarrio en Asturias, analiza los beneficios de este tratamiento aparte de comparar los tipos de fluidos en los que se basa la misma. Un trabajo que es fruto de la tesina de investigación realizada por la enfermera tras cursar el máster de experto de Técnicas de Perfusión y Oxigenación Extracorpórea.
«Previamente, en la Universidad Alfonso X el Sabio, hice el máster de Urgencias y Emergencias, ya que cuando la pandemia al ver la fragilidad y solidaridad humana comienzo a interesarme por las actuaciones sanitarias críticas. Cuando realicé las prácticas del mismo tuve cierta curiosidad por la aplicación de la fluidoterapia en el shock hemorrágico», asegura Patricia Sanjurjo Díaz, antes de señalar que al fin y al cabo, esta afección de emergencia «es una patología que se suele dar en muchos ámbitos. Los críticos, sobre todo, suelen tener lugar en accidentes de tráfico o incluso en las propias operaciones».
Cuando esto ocurre debe haber una reposición de fluidos que en el caso del ámbito intrahospitalario «está mucho más controlado porque tiene medios, pero en cambio en el extrahospitalario no». A raíz de esta última situación, «me surgió la necesidad de conocer cómo se podía hacer esa asistencia sanitaria sin haber productos sanguíneos, qué fluidos eran mejores y cuáles no...», cuenta.
Es por ello que decidió cursar el máster de Técnicas de Perfusión y Oxigenación Extracorpórea para realizar una investigación científica para «valorar el tratamientomás eficaz en el shock hemorrágico, es decir, en la pérdida masiva de volumen sanguíneo». «Hice una comparación de los tipos de fluidos que existen y la conclusión que saqué, que tampoco es clara porque la medicina no es una ciencia exacta, es que los cristaloides son los fluidos más eficaces, eficientes, y los que menos contraindicación tienen, es decir, que los efectos secundarios tras su aplicación son mínimos».
Tras presentar esta tesina de investigación, la enfermera castropolense obtuvo «muy buena nota» y debido a la relevancia de la misma, la Universidad de Isabel I le dio la opción de publicarla. Ante esta solicitud, «cedí mi búsqueda científica para así intentar aportar mis conocimientos para poder realizar avances en la práctica clinica actual. Ellos mismos se pusieron en contacto con la editorial e hicieron todas las gestiones pertinentes. Ya se está comercializando en Fnac y en alguna que otra página web», asevera Patricia Sanjurjo Díaz, quien por el momento no seguirá investigando.
Sin embargo, no descarta hacerlo en un futuro. «En principio lo de estudiar lo tengo parado pero seguramente que más adelante siga investigando sobre el tema o cualquier otra cosa que también me genera inquietud», confiesa. Mientras tanto, seguirá formando parte del personal sanitario de los quirófanos del hospital Gregorio Marañón de Madrid.