Los cálculos y las llamadas al «voto útil» tratan de seducir a los indecisos en la recta final hasta las elecciones
17 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La constante pérdida de población de Asturias tras el declive demográfico que comienza a finales de los años 80 del pasado siglo ha tenido un impacto en la representación política. A la comunidad le correspondían al comienzo de la restauración democrática diez escaños en el Congreso que, con el paso de las décadas, han menguado a siete, con un reparto que ha variado de forma similar a las mayorías del país en cada legislatura. En las elecciones del próximo domingo, la gobernabilidad seguramente se decida por apenas unas decenas de diputados; uno de los escaños en liza es uno asturiano y los partidos lo saben.
En la legislatura que ahora termina, en el Congreso ha habido tres diputados socialistas, dos del PP (uno de ellos Isidro Martínez Oblanca por ir en coalición con Foro), uno de Unidas Podemos y uno de Vox. Las encuestas, entre ellas la de Sondaxe publicada para La Voz el pasado domingo, augura en estas nuevas elecciones una ventaja para el PP que, según este sondeo, lograría en esta ocasión tres escaños, por dos para el PSOE, uno para Sumar y otro para Vox. Pero ese tercer escaño baila en los cálculos de las diferentes formaciones en función de la movilización de sus votantes, del grado de participación, y, según a quien se pregunte, con un elevado grado de implicación de su electorado podía ser para el PSOE o para Sumar.
Lo cierto es que las matemáticas soplan a favor del PP. Los conservadores parten de una ventaja relevante y es el hecho de que entre ellos y la extrema derecha ya no se presenta nadie. Ciudadanos renunció a presentarse a estas elecciones, siendo ya un partido descacharrado sin apenas representación en autonomías o ayuntamientos y con varios de sus dirigentes habían saltado directamente a las filas populares. Tampoco Foro Asturias, fuerza que se presentó a los comicios como partido autonomista de corte liberal pero que cerró en Gijón un pacto con Vox, se presentará a las elecciones de julio. Los comicios autonómicos, locales y generales son distintos y no se puede extrapolar sin más los sufragios de uno a otro pero lo cierto es que los socialistas se impusieron al PP en las elecciones al Principado por unos 20.000 votos y más o menos esa el la cifra recabada por Foro que ahora ya no se presenta.
Los populares están «seguros de que vamos a gobernar» según señaló la cabeza de la lista al Congreso, Esther Llamazares, un día después del mitin celebrado en Oviedo por su máximo dirigente Alberto Núñez Feijoo. Llenos de tanto entusiasmo que el presidente asturiano se permitió ironizar en su cuenta de Twitter sobre las expectativas populares que, dijo, llegaban más allá hasta los cuatro escaños y todos los senadores en liza.
También los socialistas creen que pueden mantener ese tercer escaño si logran una gran movilización en Asturias no sólo de sus electores tradicionales sino de potenciales de otras fuerzas de izquierda que quieran asegurar una victoria progresista.
De hecho fue el propio Barbón este fin de semana quien, de forma directa, apeló a los progresistas que tenga dudas a qué partido apoyar que sean «muy tácticos en el voto» y concentren su respaldo en el PSOE para mantener sus tres diputados asturianos en las Cortes Generales. Así, añadió que no hay que dejarse «contaminar» por lo que dicen las encuestas, que «responden a estrategias» y que están intentando convencer «de que no hay posibilidad» de que España cuente con un «gobierno progresista. Claro que hay opciones».
En 2019 hubo dos elecciones generales, en abril y de nuevo tras el bloqueo parlamentario en noviembre. Las de la primavera fueron especialmente catastróficas para los populares (que se quedaron con 66 escaños) y vieron su representación en Asturias menguada a un único escaño (luego ampliaron a dos en el otoño). En esos primeros comicios todavía Ciudadanos tenía un escaño en Asturias que ya nunca más recuperó.
En Sumar aspiran también a restar al PP si son capaces de movilizar a gran parte de sus votantes. Es un propósito que se repite en los mítines pero también en redes sociales donde perfiles afines suelen difundir mapas del voto útil por provincias donde se sugiere al votante progresista qué elección puramente utilitarista sería la más adecuada. En el partido de Yolanda Díaz se marcan Asturias como una de las comunidades donde les sería favorable esa decisión. Pero, ojo, el revés se da en el Senado. Con el cálculo de utilidad pura y dura en todas partes la única opción garantizada progresista sería el PSOE, elegir a sus tres casillas.