La mayor colección de Sabina la tiene un asturiano, más de 1.600 piezas: «Para mí él es devoción»
ASTURIAS
Casettes, vinilos, discos, libros e incluso cervezas se encuentran expuestas en la propia habitación matrimonial de José Luis Llada que comenzó a adquirir desde 1987
02 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En 1987 comenzó su devoción por Joaquín Sabina, desde entonces José Luis Llada González no ha parado de coleccionar artículos relacionados con el cantautor. Ya son más de 1.600 piezas las que pertenecen a su colección y todas ellas se encuentran expuestas en su habitación matrimonial, aunque asegura que a su mujer «no le gusta el cantante».
Todo comenzó gracias a su hermano mayor que por aquel entonces trabajaba en Protección Civil. «Le daban entradas para acceder a conciertos porque de aquella no tenían ni uniforme y entraban por la puerta común. Pude acudir a muchos shows como, por ejemplo, uno de Martes y Trece. Pero todo cambió cuando en 1987 me dio una entrada para el concierto de Joaquín Sabina que tocaba junto a Viceversa. Desde entonces me quedé encandilado».
En ese mismo concierto adquirió su primera pieza de la colección, un cassette del álbum Hotel dulce hotel. Tras él, llegaron a sus manos más cintas, vinilos y discos, pero con la llegada de internet se abrió un nuevo mundo ante los ojos de Llada. «Poder comprar a través de plataformas de segunda mano y adquirir piezas de coleccionismo era ahora posible», comenta.
Su mejor recuerdo, confiesa, «fue cuando le conocí en persona. Se alojaba en el Begoña Park y le vi salir del hotel en coche. Entre en recepción e intentando disimular mi acento asturiano le dije a la trabajadora que había quedado con el equipo de Sabina para comer. La recepcionista me dijo en qué restaurante comerían y sin dudarlo cogí mi bicicleta y fui hasta allí. Perseguí el coche y gracias a un despiste suyo logré llegar antes al restaurante que ellos. Cuando se bajaron, le pedí una foto y muy amablemente me la dio. Además, le pedí si me daba un autógrafo y entre risas me pregunto «¿Se lo firmo a Induráin?». En todo momento se habían dado cuenta que iba tras ellos con la bicicleta», recuerda José Luis entre risas. Fue en ese entonces cuando el coleccionista entabló amistad con Paco Lucena, exmánager del artista.
La colección cuenta ahora con 1601 artículos, entre los que se encuentran objetivos tan especiales como una cerveza personalizada con la cara de Joaquín Sabina, «era de la promoción del disco Física y Química. Solo queda la mía que está sin abrir. Se la regalaron a Sabina por su cumpleaños, el 12 de febrero de 1993, en el festival Viña del Mar de Chile, donde el cantautor era jurado». Además, completan la colección un dibujo realizado por el propio artista en exclusiva para José Luis, un muñeco del cartón, conocido como el botones, que se usó para la promoción del disco Hotel dulce hotel, entradas y pases sin usar, además de las tres primeras ediciones de los libros sobre autor, así como ediciones extranjeras de los mismos. José Luis aparece también en los agradecimientos de uno de estos tomos, «era una biografía que se escribió aquí mismo en Gijón en la que me citaron por el aporte que hice. No pedí nada económico por ello porque no lo hago por dinero. Para mí Sabina es devoción»
José Luis cuenta además con una página web donde publica todo su inventario conocido como Sabineros de Gijón, y una página en Facebook donde ya cuenta con más de 12.000 seguidores. Aunque quien no apoya tanto la idea es su mujer, que no es especialmente fan del artista jienense. «Dice que miro más para Sabina que para ella», comenta en tono de humor. Aun así, el gijonés no descansa en su labor de aumentar su colección y confiesa que algún día le gustaría «crear un museo con todos estos recuerdos».
Ahora José Luis espera poder volver a ver a su artista favorito en su próximo concierto y seguir deleitándose con su música y su poesía que no cabe duda dura más de 19 días y 500 noches.