El que fuera director de Salud Pública en el estallido del covid-19 encabezará la lista de Sumar en Asturias
13 jun 2023 . Actualizado a las 11:16 h.Falta la confirmación oficial pero es un secreto a voces que la lista al Congreso de los Diputados por Asturias de Sumar la encabezará Rafael Cofiño, quien fuera director de Salud Pública del Principado en el estallido de la pandemia de covid-19. Si la confección de las listas electorales de la plataforma de Yolanda Díaz está siendo complicada en otros territorios, lo cierto es que en Asturias ha avanzado de manera más fluida. Desde hace meses la dirección de IU Asturias ha manifestado su plena identificación con el proyecto y en Podemos Asturies (muy agitado por sus querellas internas) la diputada electa Covadonga Tomé también declaró su respaldo a Sumar tiempo atrás.
El resultado de las elecciones autonómicas dejó un equilibrio de fuerzas más favorable a IU que a Podemos (tres escaños frente a uno); y si en el pasado ambos partidos tuvieron que compartir lista electoral a la fuerza -nunca fueron juntos a las elecciones regionales y en los comicios generales el pacto venía impuesto por las direcciones estatales- en esta ocasión ha habido poco debate sobre el orden de puestos y en IU ya se barajaba desde semanas atrás la apuesta por un nombre independiente, Y así será porque pese al despiste de algunos comentaristas de redes sociales, Cofiño no era un cargo del PSOE sino el responsable de Salud Pública, cargo de confianza pero sin afiliación ni militancia; dentro del organigrama de la Consejería de Salud. Apenas llevaba un año en el cargo cuando en febrero de 2020 se identificó el primer caso de contagio en Asturias (el del escritor Luis Sepúlveda, que terminó falleciendo en abril).
Como en todas partes la gestión de la pandemia en Asturias tuvo sus luces y sus sombras. Estas últimas especialmente en la segunda ola que se cebó con una población muy envejecida y ensombreció a una comunidad que tuvo que aprender a manejarse entre cierres perimetrales, mascarillas en todas partes, y restricciones severas en la hostelería. Las luces de Asturias fueron especialmente brillantes en la primera ola, llegando al verano de 2020 con casi un mes de jornadas sin contagios (algo inédito en todo el continente europeo) hasta que volvió a permitirse la movilidad. Y también como un lugar destacado en el rastreo e identificación de positivos (gracias al laboratorio virológico del HUCA) y sobre todo, por encima de todo, donde no se quiso dejar jamás a nadie atrás independientemente de su edad o sus dolencias. De las UCI de Asturias salieron nonagenarios y hasta centenarios, de las UCI de los hospitales y de los centros de campaña habilitados cuando todo parecía a punto de colapsar.
Todo eso fue un inmenso trabajo colectivo sin protagonismos singulares, pero es cierto que quien estaba al frente de Salud Pública, y lo estaba como especialista en ese ámbito, era Rafael Cofiño. Lo dejó en diciembre de 2021, con una carta en la que decía: «He hecho lo que he podido», destacando que nadie es imprescindible y que era hora de un relevo.
Su vinculación a Sumar se hizo pública casi un año después, cuando en el conocido «proceso de escucha» de Yolanda Díaz se anunció que su nombre estaba entre los coordinadores de distintas áreas sectoriales para preparar las propuestas programáticas de la organización; en su caso, lógicamente, para la sanidad.
En declaraciones realizadas a La Voz de Asturias en aquella ocasión indicó que una de las lecciones de la pandemia había sido precisamente cómo había puesto al límite al sistema público de salud y también la importancia de la la coordinación sociosanitaria; de manera que «muchos de los problemas que hay de salud no son sólo cuestiones de salud biológica sino que se dan en un contexto social determinado, en el caso de personas mayores, dependientes, personas que viven solas, que requieren cuidados. Y por eso tener una buena integración de los sistemas sociales y sanitarios es fundamental de cara al futuro y sobre todo en Asturias donde tenemos una población muy envejecida».
Y también hizo otra advertencia sobre las consecuencia tangenciales de la pandemia, los daños a la salud mental: «Han aflorado trastornos graves, y muchos malestares que han aflorado por esa situación social de crisis. Vivir en una situación en la que hay más desigualdades, más crisis económica, si tenemos más estrés, las condiciones laborales no son buenas, resulta muy complicado cuidar a los críos o a los mayores; todo eso genera situaciones de malestar que afloran en la situación mental. Aparecen por un contexto complicado y la pandemia ha puesto de relieve todo esto».