Toñi Rodríguez, nutricionista rural: «Con las dietas milagro se pierde peso, pero a la larga resultan incompatibles con la salud»
ASTURIAS
Consumir verduras, hortalizas y frutas que aporten hidratación al organismo y evitar las comidas grasas y copiosas es la recomendación de la profesional para mantener una buena alimentación en verano y adquirir hábitos saludables y duraderos
12 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Llega el verano y quienes no han cuidado su alimentación hasta ahora y quieren perder peso rápidamente ponen en marcha la denominada «operación bikini» o recurren a «dietas milagro» para lucir mejor. Por contrapartida, la época estival es una época en la que la tendencia es a comer más fuera de casa y abusar de alimentos procesados que pueden llevar a ganar algún que otro kilo. Para explicar cómo debe ser la alimentación en esta época del año y a la par adquirir hábitos alimenticios saludables duraderos, La Voz de Asturias ha hablado con la especialista Toñi Rodríguez, profesional con larga experiencia profesional que se presenta como «nutricionista rural» por desarrollar la asistencia nutricional la mayor parte del tiempo de forma presencial en la zona rural del Oriente de Asturias (Caravia, Infiesto y Arriondas), aunque también acude a domicilios y atiende online.
Formada como técnica superior en Salud Ambiental y diplomada en Nutrición Humana y Dietética, la advertencia de Toñi Rodríguez es que si bien las «dietas milagro» pueden funcionar para perder peso, aclara que a la larga acaban siendo incompatibles con la salud si con ellas se pretende mantener lo perdido. Además, señala que el verano es una época en la que hay que cuidar la alimentación más si cabe consumiendo alimentos que contribuyan a mantenernos hidratados y evitando las comidas copiosas o con muchas grasas que puedan dificultar la digestión. Y aunque los helados sean un postre muy típico para refrescarse, su recomendación es que deben consumirse «en momentos puntuales» salvo que sean de elaboración casera y a base de frutas, yogur o leche.
—Estamos a unos días del verano y aparece el deseo de lucir mejor en bañador o bikini ¿hay alguna manera de perder peso que sea rápida y saludable?
-«Rápido y saludable» no suelen ser buenos compañeros de viaje; interiorizar unos buenos hábitos de vida que la persona pueda encajar en su día a día conducirá a buena salud lo que con el tiempo se traducirá en un peso adecuado.
—Las «dietas milagro» corren como la pólvora en internet ¿hay alguna que funcione?
—Funcionar funcionan; el objetivo de perder peso se obtiene hasta cierto punto; pero deberíamos fijarnos, además de en el peso, en la composición corporal porque normalmente este tipo de pautas conllevan una pérdida de masa muscular, de líquidos… lo que nos aleja de perder grasa que es lo que nos interesa. Todo esto sin olvidar la huella a nivel emocional en la persona (además de los cambios bioquímicos que se producen en el organismo); al principio se pierde peso pero mantener lo perdido en el tiempo sin perder la salud es incompatible. Y lo más importante, que no se incide en la educación alimentaria; así que lo que aconsejo es que las personas que se quieran cuidar que no lo dejen para el último momento y que se pongan en manos de profesionales sanitarios; creo que el camino de las dietas milagro y sus consecuencias ya es conocido por demasiadas personas… habrá que intentar otros métodos más realistas compatibles con el ritmo de vida de las personas; y sí, a veces necesitamos un poco de «magia» o «adornar» las prácticas alimentarias para mantenernos motivados en el proceso de cambio… pero con planificación, imaginación en los menús y una actitud positiva se puede lograr a la vez que mejoramos nuestra salud.
—El caso es que en verano hay más tendencia a comer fuera de casa y, en muchas ocasiones, a comer alimentos procesados y snacks ¿Qué comida podemos llevarnos a la playa o a la piscina que sea sencilla a la par que saludable?
—Tenemos muchas opciones; poniendo una base vegetal nos pueden salir unas cuantas combinaciones. Por ejemplo hortalizas (lechuga, tomate, cebolla, pimiento…) añadirle legumbre o cereal (arroz, pasta, garbanzos…) y algo de proteína animal (bonito, pollo, queso…). Con estas combinaciones tendríamos un plato saludable con representación de todos los grupos de alimentos. Y para el picoteo y no caer en la tentación de los procesados y snacks a los que haces referencia, podemos llevarnos melón, sandía troceada; gazpacho; encurtidos tipo pepinillos y cebolletas; yogur natural; unos pocos frutos secos… son elecciones saludables y fáciles de transportar que nos permitirán disfrutar de las jornadas veraniegas sin ponernos kilos de más.
—Con el calor nuestro organismo funciona diferente ¿qué comidas son más recomendables y cuáles se deben evitar en estos meses de altas temperaturas?
—Sí es cierto, con el calor apetecen comidas más fresquitas con mayor proporción de agua que nos ayuden a estar hidratados. Así que podemos aprovechar esta preferencia sabia y natural de nuestro organismo para introducir más ensaladas, más frutas, más vegetales… evitando el exceso de comidas copiosas que tienen más grasas y nos dificulta la digestión así como no abusar de alimentos con alto contenido en sal.
—¿Y se debe cuidar de una manera especial la alimentación de niños y personas mayores en este periodo de más calor?
—Se debe mantener una alimentación variada y equilibrada, como el resto del año; pero prestando especial atención en los grupos vulnerables (niños menores de 5 años así como adultos mayores de 65) en que no descuiden su nivel de hidratación bien sea con reposición de agua a menudo o a través de alimentos saludables con alto contenido en la misma.
—Por comodidad, en verano incrementamos el consumo de conservas ¿de cuántas latas no deberíamos pasarnos a la semana?
—Las conservas pueden ser un alimento saludable en el contexto de una alimentación equilibrada; deberemos fijarnos en su contenido en sal, en grasas… yo no aconsejo consumir más de 3 latas a la semana; y recordad que también podemos elegir conservas de cristal para no abusar de la latas.
—Un reclamo en esta época para niños y adultos son los helados ¿se puede uno diario?
—¡Uy! Para nada, a mi entender si queremos instaurar unos hábitos saludables desde la infancia normalizar el consumo de helados a diario no me parece buena opción; estamos aportando azúcares de rápida absorción y grasas (más/menos sanas en función del producto). Se trata de acostumbrar a los niños al sabor natural de las materias primas y en esta época del año tenemos un montón de fruta para poder ofrecer a los más pequeños; y si además lo hacemos en momentos de ocio donde lo estén pasando bien estaremos asegurando un consumo futuro… Y para los adultos lo mismo, recordad que los niños aprenden por imitación…así que los helados para momentos puntuales… También está la posibilidad de hacer los helados en casa con frutas, yogur, leche… hay muchas recetas al alcance de todo el mundo para probar.
—Lo de hacer cinco comidas al día lo teníamos bastante interiorizado hasta que apareció el ayuno intermitente ¿cuál es tu recomendación y por qué?
—En nutrición la coherencia y el sentido común suelen funcionar muy bien; ni hay que obligar a hacer las cinco comidas al día ni el ayuno intermitente es una panacea. En dietética las cosas van evolucionando; yo lo que recomiendo es adaptar las pautas a nivel individual; escuchar al propio organismo y a partir de ahí seguir una alimentación lo más variada y saludable posible. El ayuno intermitente puede ser de utilidad en momentos concretos y para cierto tipo de personas (deportistas de alto rendimiento, ciertos tipos de patologías bajo supervisión sanitaria…); pero para la población sana en general no es una práctica que especialmente me guste, a medio-largo habría que corroborar si el ayuno intermitente presenta ventajas/incovenientes tanto a nivel físico como a nivel mental.
—Asturias se caracteriza por tener una gastronomía muy contundente. Del 1 al 10 ¿qué nota le pondrías a nuestra forma de comer?
—Sí, en Asturias tenemos la suerte de contar con una materia prima fabulosa; y en la contundencia puede que nos pasemos… Así que como profesional de la nutrición voy a ponerle un 6,5.
—Tú te presentas como nutricionista rural por la zona en la que trabajas pero ¿se come mejor en la zona rural o en la urbana?
—No me atrevería a decir si se comer o mejor en la zona rural o en la urbana; hay ciertas diferencias como el acceso a los alimentos: las zonas rurales más pobladas cuentan con algún supermercado por lo que el consumo es parecido a la zona urbana; pero hay muchos núcleos de población pequeños donde se han ido cerrando las tiendas que había y la gente que vive allí tiene más dificultades para abastecerse lo que en ocasiones dificulta que puedan seguir una alimentación más variada. Por contrapartida, quedan huertas de autoconsumo rurales; así que se puede decir que se come «más de temporada» con productos más nutritivos y de cercanía. Otra contrapartida es que siguen estando muy instauradas costumbres poco saludables, como la de poner compango a la legumbre cada vez que se consume…
—Y para terminar ¿cuáles son para ti las claves de la nutrición que todos deberíamos tener en cuenta?
—Las claves para mí serían llevar una alimentación variada, equilibrada; con las verduras/hortalizas presentes en nuestros platos y en nuestros carros de la compra siempre que se pueda; con consumo de fruta a diario (al menos 3 piezas); habitual consumo de cereales (preferentemente integrales) como arroz, pasta, pan… así como de legumbres. Introducir proteína de acuerdo a nuestras necesidades como la carne (mejor blancas que rojas), pescados, huevos, lácteos. Cuantos menos procesados mejor… no se trata de hacerlo perfecto; pero al menos que el 85-90% de nuestra semana sea saludable; la alimentación ha de cubrir nuestras necesidades nutricionales, que el acto de comer sea placentero y que nos permita también cuidar nuestra esfera social.