Wanderlove, la marca de ropa asturiana que vende «el amor y el respeto por la naturaleza»

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCION

ASTURIAS

Wanderlove
Wanderlove

Cada una de sus prendas se inspira en la fusión de la tradición india y los paisajes asturianos, siendo producidas de telas hindúes reutilizadas y elementos naturales como el algodón o el cáñamo

30 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Naturaleza, sostenibilidad y reciclado son las tres palabras claves que podrían definir a Wanderlove, una marca de moda asturiana creada en 2012 por Natalia Fernández. Aunque no se trata simplemente de moda, cada una de sus prendas y artículos fusionan la India tradicional con el entorno asturiano, Wanderlove se compromete activamente con el medioambiente e intenta alejarse lo máximo posible de la industria fast-fashion.

Wanderlove nace en uno de los viajes de la creadora a Asia, acabó en un pequeño pueblo donde descubrió familias de sastres con un gran potencial con las que trabaja desde entonces. «Empecé haciendo una colección muy pequeña y se lo mostré a mis amigas por Facebook. Antes de regresar a España ya había vendido todas las piezas». Este fue el principio de un gran proyecto en el que Natalia se embarca casi sin saberlo.

Desde el principio la creadora tuvo claro la filosofía de la empresa, «vender el amor y el respeto por la naturaleza a través de la producción de ropa y prendas sostenibles». Para ello, Wanderlove utiliza como materia prima para sus confecciones antiguos tejidos usados por las mujeres indias, «serían como aquí las prendas de hace muchos años. Les damos una vuelta y creamos prendas nuevas. Además, utilizamos vaqueros que muchas fábricas gigantes no quieren». Aunque la ropa de Wanderlove destaca también por su estrecha relación con la naturaleza, por lo que elementos como el yute, el cáñamo, el algodón o el lino no faltan en sus colecciones. «Lo teñimos con tintes naturales y utilizamos un método de estampación artesanal típico de India llamado Handblock, se trata de tallar a mano grandes bloques de madera con las formas que nosotros diseñamos para después estamparlo en las distintas telas».

Wanderlove
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La tradición de las familias indias fusionada con la naturaleza asturiana es otra de las grandes características de esta marca sostenible. Natalia Fernández busca inspiración en el entorno natural e intenta transmitir a través de sus creaciones su amor por la naturaleza. «Por ejemplo, nuestra colección Picos de Europa son unas chaquetas que mezclan el polar, que es lo utilizamos aquí porque al final siempre refresca, con antiguas telas indias. Es una forma de hacer un homenaje a varios picos y montes del Principado y una forma de transmitir mi amor por la naturaleza. Cuando coges una tela de yute o de cáñamo la sientes natural, sientes el amor de cuidar lo que ya tenemos», explica.

El proceso de producción no es sencillo, asegura Natalia, la conexión India-Asturias es constante, pero si algo hay que tener en cuenta es que «tristemente es más fácil fabricar prendas o colecciones desde cero, creando telas, que buscando las que ya existen. En nuestro caso, las prendas que son antiguas, tenemos que revisarlas una a una para comprobar que estén perfectas. El proceso de creación para una marca sostenible o que reutiliza tejidos es muchísimo más complicado, lleva mucho más tiempo».

Otro de los pilares fundamentales en los que Natalia sustenta su marca de ropa es alejarla, en la medida de lo posible, de la moda fast-fashion. Aunque, los consumidores tienen en cuenta cada vez más valores de marca que antes solían ignorar, como, por ejemplo, qué materiales se emplean para producir la ropa, cuál es la procedencia de los proveedores o bien el vínculo que la marca tiene con la naturaleza. Según Natalia Fernández, «en ocasiones muchas marcas que se autodenominan como sostenibles, olvidan algo muy importante y que debería ser la base bajo la que producen y venden: el amor y respeto por la naturaleza». Desde Wanderlove denuncian que «casi 6 de cada 10 ejecutivos admiten haber exagerado o no comunicado de forma exacta sus actividades en favor de la sostenibilidad.

Además, Wanderlove no se guía por los periodos de rebajas tradicionales, sino que aplica promociones o descuentos en función de la luna llena, los solsticios y los equinoccios. «Siempre fui muy fan de la astronomía y, sobre todo, desde que empecé a viajar por Asia le empecé a dar mucha importancia a los cambios del sol y de la luna. A través de mi marca creé la forma de celebrar estos momentos. En Wanderlove preferimos centrarnos en lo que realmente sentimos, en vez de llevar a cabo unas rebajas marcadas por el consumo. Ajustamos los precios todo el año y luego celebramos estos cambios astronómicos. Es algo que llevamos haciendo desde los inicios», explica.

Desde hace más de un año las ventas de la marca han crecido exponencialmente en Europa, sobre todo, en países como Portugal, Italia, Alemania o Francia. Natalia Fernández asegura que entre sus objetivos  a futuro se encuentra «volver a abrir la tienda física que teníamos en Gijón y que tuvimos que acabar cerrando porque se nos dispararon las ventas online». Además, de crecer en India «poniendo más talleres, más máquinas y mejorando nuestra actividad allí».