Una docena de víctimas acusan de pederastia al cura asturiano Martín Vigil

La Voz

ASTURIAS

José Luis Martín Vigil, en los años 70
José Luis Martín Vigil, en los años 70

Autor de bestsellers juveniles en los 60 y 70 que falleció en 2011, fue expulsado de los jesuitas tras dos denuncias de abusos a menores

24 abr 2023 . Actualizado a las 19:24 h.

Hasta 12 testimonios de víctimas de los abusos a menores del asturiano José Luis Martín Vigil, el cura escritor fallecido en 2011 que, según publica El País, atraía a jóvenes de toda España a su lujoso piso de Madrid a través de sus libros y cuyo caso fue encubierto por la Iglesia. «Creo que era un pederasta de manual y que ha campado por años a sus anchas. Yo salí indemne, pero otros no», relata una mujer de 77 años en uno de los testimonios recabados por el diario, que sitúa al cura en Valladolid entre 1959 y 1960, cuando le expulsaron de los jesuitas por dos denuncias de abusos a menores y se alojó en un chalé que le prestó una conocida familia de la ciudad.

«La vida sale al encuentro era el libro de cabecera de un montón de adolescentes de la época», explica la mujer a El País, relatando además que solía visitar al cura con su novio pero en una ocasión fue a verle sola y «me pidió que le mostrara mis genitales porque estaba escribiendo un libro sobre un hospital y necesitaba explorar los femeninos, porque nunca los había visto». La mujer, que entonces tenía unos 14 o 15 años, se negó y nunca más volvió a ver a Martín Vigil.

A las acusaciones recabadas en Oviedo y Salamanca, se suman las que también sitúan los abusos en Valladolid y Madrid, donde una mujer de 73 años también explica en el diario que «todos los adolescentes estábamos embobados con sus libros» y, en 1960 0 1961, asistió con unos 13 años a una charla del cura escritor. Iba con su hermano de 12 años y, al final de la charla, saludaron a Martín Vigil, que les dio su dirección y con el que empezaron a intercambiarse cartas hasta que él les citó en una casa en Madrid. Otro testimonio es el de un hombre que tenía 16 años cuando, en 1973, el cura le invitó también a un piso de Madrid en dos ocasiones. En la segunda, al despedirse, «me morreó, metiendo la lengua en mi boca».

Tras ser expulsado de los jesuitas, Martín Vigil siguió siendo sacerdote en la diócesis de Oviedo, que fue la que dio la noticia de su muerte en 2011 y que no se ha pronunciado sobre este caso. A finales de los sesenta, según El País, el escritor se trasladó a Madrid, aunque en esta diócesis no consta en sus registros que estuviera adscrito a ella ni tampoco denuncias.