La prestigiosa revista destaca a estas localidades asturianas como lugares perfectos en los que perderse
13 abr 2023 . Actualizado a las 11:32 h.El Principado alberga en su paraíso natural magníficos pueblos rodeados de impresionantes parajes ubicados entre el mar y la montaña que conservan la esencia de Asturias. Sus 78 concejos reúnen y dan vida a la tradición asturiana que se ve reflejada en cada una de sus localidades. Sus hórreos, sus monumentos naturales y sus infinitas playas hacen del Principado un interesante lugar por descubrir. La revista Viajes National Geographic ha recogido nueve pueblos asturianos en los que «perderse es una buena idea».
Taramundi
Situado al este de la región, Taramundi es un pueblo interior que destaca por su cuchillería, por la abundancia del agua y por su variada flora. Refleja su máxima expresión en La Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi, un lugar perfecto donde aprender sobre una práctica que remonta a sus yacimientos de hierro. Además, una de sus navajas ha obtenido un Récord Guinness gracias a sus siete metros de largo y sus 1.500 kilos de peso.
Otro de los atractivos turísticos de la zona es la ruta del agua, a través de la cual se puede conocer los ríos, cascadas y lagunas que decoran el paisaje del concejo. Otro de sus atractivos son sus edificios históricos como la iglesia y su campanario, así como La Rectoral, un antiguo caserío donde residía el cura y que hoy en día se ha convertido en un hotel rural.
Luarca
Situado en el concejo de Valdés, Luarca destaca por su paisaje marinero caracterizado por sus acantilados y sus playas. Un pueblo que gira en torno al mar y que destaca por su puerto marítimo y su cementerio que, orientado hacia la costa, está considerado como uno de los más fotogénicos de España.
Las casas tambien construidas en direcciona a la costa y el barrio de pescadores ubicado a las orillas del Río Negro hacen de Luarca un lugar perfecto para perderse y donde poder descubrir recónditos lugares.
En lo alto de la playa luarquesa, destaca también el Bosque-Jardín de la Fonte Baxa, un espacio natural lleno de miradores desde donde disfrutar de unas vistas impresionantes de la rasa costera, faro o el cementerio donde se encuentran los restos de Severo Ochoa, premio Nobel de medicina.
Cudillero
Otro de los pueblos asturianos que se une a la lista del National Geographic es Cudillero. Caracterizado por sus coloridas casas, este pueblo costero es considerado como uno de los más bonitos de España. Su tradición pesquera y su espectacular puerto junto al Palacio la Quinta Selgas del Siglo XIX, conocido popularmente como el Versalles asturiano, dan la bienvenida a todo aquel que lo visita.
Bandujo
A tan solo 70 kilómetros de Cudillero, se encuentra Bandujo, otro de los pueblos que completa esta lista. Se encuentra situado en el concejo de Proaza, en las profundidades del Valle del Oso, lugar que alberga alguno de los últimos ejemplares del Oso Pardo de España.
Bandujo permite a sus visitantes realizar un viaje al pasado, concretamente, a la Edad Media gracias a sus construcciones consideradas entre las mejores conservadas de la región, entre ellas destacan la iglesia de Santa María, el Palacio y la Torre de Tuñón. Además, este pueblo alberga antiguos hórreos, un viejo lavadero y casas de piedra rodeadas de castañales, prados y albañales.
Tazones
Este pueblo ubicado en el concejo de Villaviciosa es el único de la zona que forma parte de las rutas imperiales de Carlos V, después de que éste entrase a la península por primera vez en 1517 a través del puerto de Tazones. Un acontecimiento que los vecinos recrean cada mes de agosto y cuya festividad ha sido declarada como Bien de Interés Turístico.
Además, junto a su faro y con la marea baja, en Tazones se pueden observar yacimientos de huellas de dinosaurios. Aunque la Casa de las Conchas, ubicada entre los barrios de San Miguel y San Roque, es el mayor atractivo turístico de este pueblo pesquero.
Lastres
Encajado entre el mar y la montaña, Lastre es un pequeño pueblo pesquero lleno de tradición y cultura ubicado en el concejo de Colunga. En él sigue vigente la actividad pesquera y su famosa subasta. Además, cuenta con una gran variedad de restaurantes y sidrerías que continúan promoviendo la cocina local.
Entre sus construcciones, destaca la Torre del Reloj, datada en 1715, la cual fue reconstruida por las mujeres del pueblo, también lo hacen las casas que cuelgan de un impresionante acantilado, los palacios del siglo XVIII, la iglesia de Santa María Sábada y sus tres ermitas, la de San José, la de San Roque y la del Buen Suceso. Además, Lastres alberga una gran parte de la historia en su Museo del Jurásico.
Cangas de Onís
Encabezado por el puente romano y la cruz de la victoria, Cangas de Onís se ha convertido en uno de los pueblos más turísticos de Asturias. Supone además el principal punto de paso de los turistas que se dirigen al Parque Natural de los Picos de Europa, pero también de quienes peregrinan hasta el Santuario de Covadonga.
Aquellos quienes visiten esta localidad no pueden olvidarse de pasear por su mercado dominical que aún mantiene la esencia asturiana, pasear por los alrededores de la calle San Pelayo o visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Bulnes
Bulnes forma parte de un espectacular paisaje montañoso, entre el que se encuentra el famoso Naranjo de Bulnes. Quienes visiten el lugar se encontrarán una aldea revitalizada por el turismo rural bañada por las orillas del río Texu.
Este pequeño pueblo es uno de los lugares más recónditos del concejo de Cabrales, pues llegar hasta él es toda una aventura. Los que acceden a él por carretera podrán disfrutar del puente La Jaya. Otra de las opciones para visitar Bulnes es a través de su funicular, un transporte público que conecta el lugar con Poncebos.
Llanes
En el oriente del Principado, Llanes completa la lista de los nueve pueblos en los que perderse en Asturias. Este pueblo costero se encuentra repleto de monumentos y rincones completan un impresionante paraje natural. Entre ellos, destacan el Torreón o las murallas medievales, también la basílica de Santa María del Concejo y un sinfín de caseríos indianos que llenan de color las calles del pueblo.
Además, los cubos pintados por el artista Agustín Ibarrola conviven en perfecta armonía con las casas situadas en el frente marítimo.