El almacén que ha recuperado 200 piezas de hórreos en ruina para los que sí se pueden restaurar
ASTURIAS
Están disponibles para los horreros, un oficio del que se pretende impulsar su relevo generacional
17 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Pegollos, colondras, muelas y hasta 200 piezas de una decena de hórreos que estaban en ruina física irrecuperable forman parte del almacén del proyecto Pegollu, puesto en marcha en 2021 por la Dirección General de Cultura en colaboración con la Fundación Centro Tecnológico y Forestal de la Madera (Cetemas) y la Asociación de Amigos del Hórreo Asturiano para facilitar la conservación de otros hórreos y paneras. «Son piezas que estaban en el suelo, que se iban a estropear si no se recogían y de hecho algunas ya lo estaban», cuenta el arqueólogo Fernando Mora, de la Asociación de Amigos del Hórreo, que es la que se encarga precisamente de recoger los restos que se pueden aprovechar de esos hórreos que ya no tienen recuperación posible.
En las instalaciones de Cetemas en Carbayín Bajo, en Siero, se limpian y se tratan para proceder a su almacenamiento en las mejores condiciones. «Son piezas de secciones grandes de los castaños que ya no hay y que les vienen bien a los profesionales», explica Mora. El almacén está disponible para los horreros, carpinteros expertos en la restauración de hórreos y paneras, que pueden solicitar las piezas de manera gratuita. A las piezas, de las que ya ha habido peticiones por parte de los artesanos que trabajan en Asturias, se les realiza una inspección y un seguimiento para culminar esta iniciativa de economía circular del hórreo.
La consolidación y el refuerzo del proyecto Pegollu es una de las medidas contempladas en el Plan del Horru presentado recientemente por la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo para impulsar la conservación de los miles de hórreos, paneras y cabazos de Asturias, que tiene como propuestas principales la protección de ejemplares de extraordinario valor etnográfico a través de su designación como bienes de interés cultural (BIC) y la regulación de nuevos usos en el resto.
Otra de las medidas contempladas por Cultura es la necesidad de poner en marcha iniciativas formativas de cara a la pervivencia y proyección de oficios tradicionales como el de horrero, que con la puesta en marcha del Plan del Horru -y el impulso que pretende darle a la conservación de las miles de construcciones que se reparten por Asturias- puede ser una interesante oportunidad de empleo. «Estamos tratando de generar transmisión del oficio para que siga existiendo e incentivar que los jóvenes vayan cogiendo relevo», explica Mora, que considera fundamental proteger ese conocimiento de patrimonio inmaterial que representan las técnicas de restauración de hórreos y paneras.