La investigación para localizar a los posibles autores ya está en marcha mientras el Principado prepara un conjunto de medidas para la recuperación de las zonas afectadas
04 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un pico de 135 de incendios forestales simultáneos, unas 400 personas evacuadas de sus hogares y hasta 11.000 hectáreas calcinadas. Los útimos días en Asturias han estado marcados por la peor oleada de fuegos que se recuerda desde el año 2017. Unos actos para los que ya se buscan culpables. El presidente autonómico, Adrián Barbón, ha sido totalmente tajante al respecto: «Asturias no ha ardido, la han quemado unos terroristas medioambientales que han puesto en riesgo la vida de personas y los pueblos». Todas las incógnitas se disparan sobre los posibles autores de los focos mientras que los expertos recuerdan que aproximadamente el 80% de los incendios forestales que se producen en el Principado son a causa del factor humano, de forma intencionada.
«Los responsables de estos incendios son auténticos criminales organizados, auténticos terroristas del fuego», apuntó ayer Adrián Barbón, asegurando incluso que los montes quemados no podrán cambiar de uso, ser recalificados o destinados a albergar parque eólicos: «Nadie va a tener beneficio de este atentado». Ahora, todos los esfuerzos están destinados en poner en marcha un plan de restauración y recuperación de las zonas afectadas por las llamas mientras continúan las labores de supervisión y refrigeración de las brasas que han azotado a la región. Estas son algunas claves sobre la oleada de incendios en Asturias.
Los responsables de los incendios son auténticos criminales y han llevado a cabo acciones organizadas.
— ? Adrián Barbón ?? (@AdrianBarbon) April 3, 2023
Son auténticos terroristas del fuego que han puesto en peligro la vida de cientos de personas y pueblos enteros.
?? Asturias no arde, la queman.
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¿Quiénes son los autores de los incendios forestales?
El presidente del Principado ya ha marcado una postura clara, enfocada a la intencionalidad humana de los incendios. Según las pesquisas de los investigadores, ya habría varias personas identificadas como presuntas sospechosas. Un ejemplo claro, a juicio del presidente autonómico, fue el incendio del Monte Naranco en Oviedo, que llegó a arder por hasta doce zonas diferentes. Una teoría apoyada en la versión de los expertos, quienes recuerdan que en Asturias hasta el 80% de los incendios que se producen son a causa del factor humano y no por las condiciones climatológicas en sí.
Uno de los sectores señalados ha sido el ganadero. Desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Asturias (Asaja) rechazan las insinuaciones que a su juicio intentan criminalizar al sector y lamentan que «muchos ganaderos van a sufrir las consecuencias de los incendios que asolan nuestra región». Desde su punto de vista, «la falta de política forestal, y de prevención de incendios, unida al abandono de la actividad agrícola, ganadera y al despoblamiento del medio rural, propicia el crecimiento desmesurado de la vegetación y ante cualquier anomalía climatológica, como por ejemplo viento del sur), se produce una proliferación de incendios». «No se puede hablar de terrorismo ahora, tras más de 30 años de falta de política forestal en Asturias. No hay desbroces, no hay cortafuegos, no hay limpiezas de caminos, no hay efectivos suficientes para controlar los incendios, los montes están llenos de maleza y de alimañas y lo más importante, no queda gente en los pueblos», señalan desde Asaja.
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también ha dejado entrever la posibilidad de que la oleada de incendios fuera provocada. «En caso de acreditarse, se trata de unas conductas de una gravedad manifiesta que ponen en riesgo la vida de las persona, no únicamente de las zonas que arden, sino de servidores públicos como bomberos forestales, miembros de la UME o Guardia Civil, que se han involucrado en la extinción de las llamas», ha apuntado Marlaska.
¿Qué supone declarar Asturias como zona catastrófica?
Dada la magnitud de los incendios, Asturias solicitará la declaración del Principado como zona catastrófica, además de otras ayudas que puedan movilizars desde el Gobierno estatal. Pero, ¿qué supondrá esto para la región? El paso del temporal Filomena o las zonas afectadas por la erupción del volcán de La Palma son ejemplos de esta situación. Se trata de una medida reservada a las autonomías que han sido azotadas por la acción humana o los fenómenos naturales, como en este caso son los incendios forestales. El Principado deberá solicitar esta situación al Gobierno central previa valoración de daños personales o materiales.
De aceptarse esta situación, sería el Estado el que asumiría la reparación de desperfectos, así como las ayudas para empresas o trabajadores. Entre las ayudas que se pueden aportar entrarían desde las dedicadas a paliar los daños personales causados directamente por los hechos, las destinadas a paliar la destrucción en viviendas y las directas para particulares hasta las destinadas a empresas o a producciones agrícolas, ganaderas y forestales.
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, visitará la zona más afectada el sábado y ya ha apalabrado un encuentro con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para dialogar acerca de los trabajos de reforestación. Además, el Principado está ultimando un plan con ayudas directas que pretende que sean «un traje a medida» para ayudar a las personas y ayuntamientos afectados por los incendios.
¿Cuál es el plan para la reconstrucción de los daños?
La prioridad ahora mismo, según ha subrayado Barbón, pasa por «la reconstrucción de Asturias» y la recuperación de las zonas dañadas. «Nadie va a tener beneficio de este atentado» porque, aunque lleve tiempo, «volverá a haber bosque donde había bosque», ha garantizado el líder del Ejecutivo autonómico; ni cambios en el uso de los montes, ni recalificaciones y tampoco nuevos parques eólicos. Desde el Principado ya se ha puesto en marcha un plan de choque para restaurar y recuperar las zonas calcinadas, ha explicado Barbón.
La intención del Gobierno asturiano pasa por el diálogo de los agentes implicados. La idea pasa por sentar en una mesa a todos aquellos afectados para que puedan aportar su punto de vista: desde bomberos, vecinos o alcaldes de los concejos damnificados hasta ganaderos o agricultores. Todo ello de cara a llegar a un consenso desde el rigor para adoptar las medidas necesarias para mejorar la prevención y la gestión de los montes y también para dotar a los ayuntamientos de infraestructuras de protección.
Barbón ha asegurado que su Gobierno siempre hace autocrítica ante la «necesidad de mejora», si bien ha recordado que la mitad de los montes son de propiedad privada y que el objetivo ahora debe ser «recalcular todas las medidas de prevención y protección». Por su parte, el portavoz de campaña del PP de Asturias, José Cuervas-Mons, ha acusado a Barbón de «ocultar su inacción y la de su Gobierno detrás de los pirómanos». «Esto no hubiera sido una tragedia tan grande si Barbón hubiera hecho su trabajo», ha dicho Cuervas-Mons, quien ha advertido de que el Gobierno del Principado, con su «nula política forestal», no ha actualizado el plan forestal ni ha puesto en marcha un programa específico para la biomasa, a pesar de que se había comprometido a ello.
¿Por qué la oleada de incendios marcará un antes y un después?
Esta oleada, que según los investigadores tiene un origen intencionado, ha marcado «un antes y un después» en palabras de Adrián Barbón. Se trata de la peor cifra de hectáreas calcinadas desde 2017 y, por ello, se va a paralizar la aprobación del Plan Forestal, que estaba a punto de salir a información pública.
El viento sur con rachas de hasta cien kilómetros y las altas temperaturas, llegando hasta los 29 grados centígrados en varios puntos de la región, han sido factores clave para la propagación de las llamas. En el operativo participaron hasta 800 efectivos sin descanso, luchando contra las condiciones climatológicas día y noche. El incendio en el Monte Naranco, en Oviedo, ha sido uno de los focos por los que también hubo que evacuar a cientos de persona. El fuego era perfectamente visibles desde el centro de la ciudad, que también se vio afectada por una nube de humo y cenizas, al igual que otros puntos como Gijón o Avilés, a donde también llegó el humo de los incendios.