Helen Taylor, la asistente virtual británica que encontró en Asturias «el espacio, la libertad y la tranquilidad»
ASTURIAS
La joven inglesa dejó su vida en Londres para reencontrarse a sí misma tras sufrir un aparatoso accidente. Ahora en Asturias ha sabido combinar la vida rural con el trabajo «online»
02 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Helen Taylor abandonó su «idílica» vida en Londres para desarrollar su proyecto personal y profesional como asistente virtual en Asturias. Helen Taylor gozaba de una vida plena en la capital inglesa, pero «no me sentía plenamente satisfecha». Fue un accidente deportivo el que cambiaría el rumbo de su vida y el que le hizo tomar la decisión de vender su piso, dejar el trabajo para comprarse una casa en Asturias, lugar donde emprendería su propio negocio como asistente virtual. «Ahora siento como si fuese mi destino vivir aquí».
Helen Taylor llevaba casi 15 años viviendo en Londres, «con un buen trabajo, un piso en el centro... En teoría, lo tenía todo», explica, pero no se sentía plena con su vida londinense. A finales de 2013, «me rompí una pierna en un rocódromo. Estuve cinco días en el hospital y tres meses con una escayola. Fueron unos momentos muy duros que me obligaron a hacer una parada total. Tenía mucho tiempo para pensar. Fue difícil estar encerrada en casa, ahora es algo que todos hemos sufrido. Me acabé dando cuenta de que sentía un poco de alivio por no tener que ir a la oficina».
Fue entonces cuando Helen tomó la decisión de mudarse a España, aunque su primera opción no era Asturias. «Al principio, mi intención fue mudarme a Barcelona. Estaba acostumbrada a las ciudades grandes y tenía la idea de vivir junto a la playa». Pero mientras esperaba a vender el piso, tomó la decisión de volver a vivir en una gran ciudad, «necesitaba era algo distinto». Santander fue su segunda opción, cerca de la playa y sin preocupación por las temperaturas extremadamente altas, pero pronto se dio cuenta de que «no soy muy de playa. Me aburro y por el invierno hace mucho frío y viento». Finalmente, se decantó por Asturias. Fue el primer lugar de España que visitó hace ya 30 años junto a la orquesta en la que participaba en aquel entonces. «Me impactó bastante aquel viaje y recuerdo haber pensado que Covadonga era el sitio más precioso del mundo. Tuve mi primer beso al lado del río en Infiesto con un chico inglés de la orquesta y aunque no me enamoré de él, si lo hice de Asturias», recuerda.
Desde hace cuatro años, Helen desarrolla su nueva vida en una aldea próxima a Grado, pero no siempre fue así. Comenzó viviendo en Oviedo y posteriormente en El Berrón, pero en Grado encontró el lugar idílico donde se combinan a la perfección «la vida rural con todas las ventajas que tiene y a la vez estás muy cerca de la capital para cuando necesitas algo de la ciudad».
El trabajo fue otra de las preocupaciones de Helen cuando llegó a Asturias, en Londres se dedicaba al mundo de la comunicación política, «era lobbyist, una representante de varias organizaciones frente al gobierno. Me gustaba mi trabajo y logré unas pequeñas victorias, pero al final estaba agotada y desilusionada». Cuando llegó a España comenzó impartiendo clases de inglés. Pero al llegar el confinamiento Helen decidió adentrarse en el mundo de la asistencia virtual. Comenzó gracias a una amiga, «que también vive en Asturias y se dedica a la asistencia virtual. Además, hice un cursillo online con una asociación profesional para darme un poco de confianza». Una decisión complicada en la que Helen asegura haber tenido mucha suerte, «mi primera cliente la conseguí bastante rápido y fue como el efecto dominó, ya que los demás los conseguí gracias al boca a boca. En menos de un año tengo clientes suficientes y estoy buscando un asistente virtual para mi negocio»
Las asesorías virtuales, explica, consisten en tres tipos de trabajos. Por un lado, Helen organiza los días de sus clientes revisando y contestando a sus correos electrónicos y realizando el resto de las tareas administrativas que delegan en ella. En segundo lugar, «soy como un operations whisperer, ayudo con la estrategia de sus negocios como un segundo cerebro». Por último, Helen se dedica a la gestión de las redes sociales, un trabajo similar al que desempeñaba en Londres, solo que «ahora tengo clientes y soy la jefa».
Helen ha seguido vinculada a su tierra natal a través de sus clientes, «la mayoría están en Inglaterra, pero tengo algunos en España y en Estados Unidos», aunque ha encontrado la felicidad en las pequeñas tareas que realiza en el Principado día a día. «Un día típico es levantarme bastante temprano para sacar los perros y dar de comer a los gatos y les pites. También, dedico unas horas de trabajo para clientes antes de parar para ir a correr o para ir a la piscina. Me gusta tomar un descanso español y comer bien antes de hacer un par de horas más de trabajo».
Tras ocho años viviendo en el Principado Helen se dio cuenta de que «lo que me hace feliz no es un armario lleno de zapatos, sino vistas de las montañas y un jardín para los perros» y asegura que encontró en Asturias «el espacio, la libertad y la tranquilidad» que tanto ansiaba.