Ángela Alonso, jueza internacional de remo: «A veces te miran como si no supieras de qué hablas»
ASTURIAS
La vicepresidenta de la Federación Española de Remo explica su experencias dentro del deporte: «Antes era normal que las mujeres no arbitraran las salidas»
02 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Ángela Alonso nació en Barcelona, pero se crió en Castropol junto a su familia. Cuenta que desde pequeña se pasaba los veranos en Asturias remando con sus primos. Fue cuando descubrió su pasión por el remo y desde entonces no ha parado de progresar hasta llegar a lo más alto de la disciplina, perteneciendo a la comisión de arbitraje de la Federación Internacional de Sociedades de Remo y siendo la vicepresidenta de la Federación Española de Remo: «Cuando llegúe al arbitraje estaba en todas partes, todas las posiciones en las que se ponían los jueces. Pero antes era normal que no pusieran a una mujer a arbitrar las salidas, porque era una posición de responsabilidad».
Alonso se considera una persona que nunca ha sido del todo competitiva, pero sí apasionada. Recuerda, entre risas, una anécdota que para ella fue un golpe de realidad cuando era una adolescente: «Salí un día a remar con mi prima, que por entonces era seleccionadora de Asturias. Se giró y me dijo que mejor me dedicara al arbitraje, en vez de a remar». Y aunque en aquel momento se tratase prácticamente de una burla entre primas, lo cierto es que Alonso acudió a los pasados Juegos Olímpicos de Tokio como una de las veinte jueces que arbitraron tanto en categoría masculina como femenina, de los cuales tan solo cinco fueron mujeres. «De las primeras cosas que hice cuando me comunicaron que estaba dentro de las seleccionadas fue recordarle a mi prima aquella anécdota», confiesa.
«Antes era normal que las mujeres no arbitraran las salidas, porque era una posición de responsabilidad»
Dentro de la federación internacional, explica Alonso, aproximadamente el 30% del cupo está cubierto por mujeres. Incluso dentro del organismo hay ciertas normas en las nominaciones arbitrales para las competiciones; en el caso de que un país pudiera nominar a dos jueces, por ejemplo, uno debe ser hombre y la otra mujer. «Tenemos varios retos y uno de los principales es trabajar en esa línea de igualdad», señala Alonso, quien ya es una de las veteranas al haber comenzado como jueza nacional en 1999 y como árbitra internacional en 2002. «Cuando empecé en España había bastantes mujeres arbitrando. Todo lo contrario como cuando empecé a nivel internacional, que no había apenas», asegura.
El deporte como reflejo de la sociedad
Como vicepresidenta de la federación española, recuerda una anécdota reciente en la sala de juntas en la que lucía una fotografía de una junta directiva pasada. «Eran solo hombres», cuenta. Una escena que ha cambiado en la actual, en la que de las ocho personas que forman las junta directiva cuatro son mujeres y otros cuatro hombres. «No es una situación que sea así por cubrir cuotas o dar determinada imagen hacia el exterior. Realmente es así por formación, validez y concienciación», asegura Alonso.
En cuanto a experiencias de discriminación que pudiera haber sufrido por el mero hecho de ser una mujer, Alonso asegura que en su caso particular no recuerda haber padecido ninguna. Sin embargo, sí alguna que otra reticencia. «Situaciones así me han pasado más en España que fuera. A veces te miran como si no supieras de qué estás hablando, pero vienen de personas con actitudes propias de otra época».
Alonso incide en que hay poca presencia femenina en la federaciones olímpicas e internacionales de otros deportes, asegurando que «el deporte no deja de ser un reflejo de lo que pasa en la sociedad». Desde la experiencia y desde su amplia trayectoria en el mundo del remo, Alonso aconseja a los más jóvenes «que miren hacia adelante y que no tengan miedo a nada». «Querer es poder y en el deporte hay sitio para todo, sino es remando puede ser como árbitro, como fue mi caso», añade.
Ángela Alonso es una de las participantes en la campaña de sensibilización Deporte sin apellidos, impulsada por el Principado, que llevará la experiencia de deportistas, entrenadoras y árbitras asturianas a 76 centros educativos.