En la recta final del mandato, urgido por la cercanía ya de los comicios municipales y autonómicos, donde encabezarán listas las ya exministras Carolina Darias y Reyes Maroto, el presidente Pedro Sánchez hizo un retoque de mínimos, con los dos relevos imprescindibles, en su gabinete. Héctor Gómez es el nuevo ministro de Industria y a José Manuel Miñones Conde el nuevo ministro de Sanidad; pero hubo una asturiana que rechazó ese puesto.
Adriana Lastra, que dejó la primera línea política siendo portavoz del grupo parlamentario y vicesecretaria general del partido, descartó la propuesta de asumir el departamento sanitario, y adujo que las razones que le llevaron a dar un paso a un lado siguen vigentes. Un embarazo de riesgo aconsejó el retiro de Adriana Lastra. Y la decisión, pese a estar basada en un diagnóstico aún provocó algún debate en el enrarecido ambiente de la pugna entre partidos. El pequeño de Lastra, de tres meses requiere sus cuidados, según señaló ElPaís.
En octubre del año pasado, el presidente del Principado y secretario general de la FSA, Adrián Barbón, anunció en público, en un acto del partido que Adriana Lastra sería en todo caso la cabeza de lista de la candidatura del PSOE en Asturias en las próximas elecciones generales. Algunos interpretaron entonces que ese anuncio era forma de cesar rumores sobre desafección hacia Lastra en Ferraz, allí el secretario de organización Santos Cerdán calificó de «extemporáneo» el anuncio pero dijo respetar a la federación asturiana.
Tampoco sería la primera vez que una asturiana se ocupara de la cartera sanitaria ya que en el primer Ejecutivo de Pedro Sánchez, el que siguió a la moción de censura, llevaba en su gabinete a María Luisa Carcedo. La médica salió del gobierno que siguió a las siguientes elecciones generales y en el que ese puesto fue la cuota del PSC, para Salvador Illa que afrontaría la pandemia del covid en su estallido. Carcedo fue protagonista de la defensa en las cortes generales de la ley de eutanasia.