Propietarios de alojamientos y habitantes de Somiedo temen que la medida masifique aún más una zona de por sí muy visitada en la que, además, ya hay «un auténtico mirador natural sin falta de colocar ningún mamotreto de acero»
05 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Lazo» es el nombre de la propuesta ganadora del concurso para edificar en Somiedo un mirador de acero en el Alto de la Farrapona, a más de 1.700 metros de altitud, el cual se prevé que se inaugure en septiembre. La actuación contará con un presupuesto de 180.000 euros, un 80% más que el previsto en un principio.
Ecologistas, ganaderos, economistas, vecinos, empresarios y expertos universitarios dudan del impacto positivo del proyecto para la zona. Es más, en el peor de los casos creen que su efecto en un área de enorme riqueza medioambiental y geológica como es el parque de Somiedo y lagos de Saliencia puede ser muy negativo.
Esta es una de las principales actuaciones del Plan de Sostenibilidad Turística de Somiedo, orientado a desestacionalizar la afluencia de visitantes, algo que los propietarios de negocios y alojamientos rurales de la zona tampoco creen que vaya a lograrse. No así, al menos.
Ignacio Martínez Alonso, es el propietario del Hotel Rural Somiedo Valle de Lago. Este empresario de la zona considera que «cualquier cosa que se haga en favor de atraer turismo puede ser interesante». Si bien no es contrario «radicalmente» a la instalación del mirador, cree que «hay otras prioridades».
En este sentido valora esta infraestructura turística como una manera de «tirar el dinero en algo que no va a generar un retorno, y lo que genere no será muy positivo». Duda de la posible «rentabilidad de un proyecto de este tipo en relación a lo que pueda significar de atraer gente».
«Como empresario turístico me interesa que venga gente, pero no todos al mismo tiempo», matiza. En efecto, Ignacio Martínez Alonso cree que para lograr desestacionalizar el turismo en la zona y, por ende, evitar el éxodo rural es «más interesante invertir para mantener las carreteras abiertas en invierno, ofrecer servicio de Internet que no falle… creo que dirigir los esfuerzos por ahí tendría más repercusión».
«No conozco el proyecto en profundidad, pero creo que ya hay miradores naturales y precisamente en la zona, por lo que lo que menos necesita esa zona es un mirador artificial», añade. En este sentido cree firmemente que ya hay «símbolos bastantes desde el punto de vista natural», como para priorizar la implantación de uno artificial. Apunta que resultaría a esos efectos mucho más interesante apostar por «mantener el patrimonio etnográfico» en perfectas condiciones.
Emma Álvarez Alba, es la gerente de los apartamentos rurales La Pinietsa. Destaca que «mucha gente implicada en Somiedo que no está de acuerdo con que se gaste el dinero en el mirador». Para esta emprendedora la gestión de un parque como el de Somiedo se estructura a partir de dos dimensiones. Una es la del «desarrollo local y la economía» y la otra «es la conservación».
Desde su punto de vista «este proyecto no es sostenible en ninguno de los dos aspectos». A su juicio «se está apostando por un turismo masificado, de venir con el coche, sacar la foto y marchar». Una masificación que, además, es «totalmente estacional», desde su punto de vista.
Explica que la construcción de «Lazo» se financia «por el plan de Sostenibilidad de Turismo de Somiedo», cuyos objetivos son «proteger los recursos naturales y patrimoniales, consolidar un modelo de turismo sostenible y reforzar la gestión local». Esta emprendedora considera que el mirador «no cumple nada de esto».
«No me gusta en zonas naturales poner paneles y miradores, pero si lo que quieren es explicar la geología de la zona ¿necesitamos de verdad ese armatoste de hierro?», asevera. La gerente de los apartamentos rurales La Pinietsa no consigue verle «nada positivo para gastar esa cantidad de dinero». Además, no puede evitar preguntarse que «si antes de realizar la obra se ha duplicado el coste, no me quiero imaginar el montante que será al final».
Apunta que «hay que apostar por un turismo rural de conservación, de calidad y pernoctaciones en la zona». Recuerda que, cuando se inauguraron sus apartamentos rurales en 2002, en la zona se buscaba «un turismo rural, de calidad, de semanas… ahora parece que se busca un turismo de venir a conocer el parque, ver el oso, correr una carrera, sacar una foto e irse».
«Somiedo es un paraíso tal cual está»
Otra de las voces que se han alzado contra el proyecto es la de Lucía Velasco. La presidenta de Ganaderas Asturianas tiene una explotación de raza Asturiana de los valles y practica la trashumancia a los puertos de Somiedo.
Cree firmemente que «Somiedo es un paraíso tal cual está» y que hay «mucho donde invertir antes» esos casi 200.000 euros, ya que, a su juicio, «lo que menos quiere el turista es un mirador». Apunta que «llenar el paraíso de hormigón y plataformas es estropearlo». No duda en afirmar que «ese proyecto es innecesario».
Destaca que si de verdad lo que se pretende es atraer al turismo, las partidas destinadas al «Lazo» de la discordia deberían ir a parar a «evitar incendios y gastar dinero en limpiar los montes». La ganadera resalta que «al turista le encanta subir a los altos de las montañas», por lo que urge «limpiar los caminos y abrir esos accesos».
«Al turista le encanta Somiedo tal cual es, por eso van a verlo», asevera. Cree que ideas como esta contribuyen a «hacerlo urbano y destrozarlo», en lugar de a «cuidar a la gente del pueblo, que si se marcha, el turismo no va a ir». Ella misma lleva «cuatro años pidiendo un parque para los niños allí en el pueblo». También se le ocurre, como mejor destino de los 180.000 euros del futuro equipamiento turístico de La Farrapona, crear «un concurso de ganado muchísimo mayor» ya que la «ganadería da vida a Somiedo». Considera que «arreglar carreteras y limpiar el paisaje» son también otras medidas que harían la vida mucho más fácil a los residentes en Somiedo y, asimismo, a los turistas que quisieran visitar el concejo en y fuera de temporada.
«No soy nativa, pero desde que pise esas tierras y respiré ese aire me enamoré», indica y advierte que «hoy es el mirador y mañana pueden ser las torres eólicas».
Un mirador «disparatado» por redundante
Gloria Lana Holgado, es bióloga, guía oficial de turismo, natural y vecina de Somiedo. Es la responsable de la empresa de rutas sostenibles y turismo activo en el parque Asturias Walks. También gestiona el camping Lagos de Somiedo y los Apartamentos La Laguna. Apunta que el proyecto le parece «disparatado», en primer lugar, porque «La Farrapona ya es un auténtico mirador natural sin falta de colocar ningún mamotreto de acero». Insiste en que, además, «a doscientos metros ya existe otro mirador»
En segundo lugar, «la masificación del lugar ya es notable en ciertas épocas del año, sin falta de añadir un elemento más». Asimismo, «intentar la desestacionalización en ese lugar, es precisamente lo menos indicado ya que debido a la altitud se encuentra en muchas épocas del año como el invierno y, a veces, primavera cubierto de nieve y con el acceso cerrado».
Apunta que «hay muchos otros lugares en Somiedo de gran interés geológico y que no están tan masificados». En quinto lugar cita «su coste desorbitado, que mejor se emplearía para dar cobertura de teléfono e Internet a todo el Valle de Saliencia, cuyos vecinos muchas veces no disponen ni siquiera de teléfono fijo. En La Farrapona y los lagos de Saliencia la cobertura es cero».
Gloria Lana Holgado teme que «entre los coches que acceden a ver los lagos, las furgos y autocaravanas que pasan allí la noche, algún autobús y los que irán ahora a hacerse la foto para Instagram», se vaya a provocar un verdadero «caos».
Esta guía turística y emprendedora considera que el Valle de Saliencia, al igual que el Valle de Lago y Somiedo, tienen ya «suficientes recursos turísticos». Sin embargo, «hay otros valles que apenas los tienen y es en esos dónde debería incidir el Plan de Sostenibilidad buscando nuevos atractivos para el visitante».
Añade que «si esa gran cantidad de dinero o parte se empleara en mantener lo que de verdad nos identifica, que son las brañas y las cabañas de teito, no estarían todas cayendo». Dice no entender que esta infraestructura «pueda enmarcarse en un Plan de Sostenibilidad Turística, cuando ya se ha detectado que el alto de La Farrapona es uno de los puntos calientes del parque que presenta una mayor masificación».
«Clientes habituales ya no quieren subir a La Farrapona»
Manuel Galán, gerente del Palacio Flórez-Estrada, ubicado en mitad de Pola de Somiedo y en el Parque Natural, cree que el proyecto «en términos de costo-oportunidad» no generará un retorno importante en la zona. No puede evitar preguntarse «¿qué pasaría si esos casi 200.000 euros se destinaran a acciones de más recorrido?», como «un buen plan de formación para empresarios turísticos», acciones relacionadas con la «observación de aves o el censo de mariposas».
Considera que «hay muchos temas que se podrían trabajar y todo eso fuera del periodo más activo, que es de mayo a septiembre». Apunta que es redundante reforzar con un mirador el atractivo de «uno de los puntos más turísticos que, además, cierra muchas veces al año además por la nieve».
Apunta que invertir en poner en valor la etnografía y la «cultura somedana» o en la «reparación de teitos y fuentes» sería más idóneo. También se cuestiona «en qué medida la población participa de esta toma de decisiones».
Pilar Burrieza, propietaria de llos alojamientos rurales Casa Pipa en Pola de Somiedo y Al Ablugo en Corés, cree que el mirador es un «desastre ambiental» con ninguno o «poco beneficio». «No se entiende hacer un mirador artificial donde ya hay uno natural. No hay mejor mirador que el que ya está», asevera.
Para ella el proyecto supone «destrozar un entorno natural poniendo hierros, justo encima, además, de una zona donde la pasada primavera había osos». Para esta emprendedora de turismo rural la medida «no es sostenible ni ayuda al turismo», ya que se lleva a cabo «en una zona que ya está masificada».
«Este año me han dicho clientes habituales que no subían más a La Farrapona, que aquello ya les parecía un festival o un mercado y que no hay donde dejar el coche».
Sin consultar a los vecinos
Juan Nieto, propietario de los apartamentos La Peral, tampoco ve con buenos ojos el mirador. «En Somiedo tenemos todos, las autoridades también, la obligación de contribuir y conservar la biodiversidad con las medidas y recursos que garantice mantener el hábitat natural», explica. Eso es compatible, a su juicio, con un «turismo sostenible, pero nunca masificado»
En su opinión, «el Plan Sostenible de Turismo de Somiedo, con sus recursos económicos, no tiene por qué ir a crear miradores artificiales que no se identifican con su entorno natural» y que «pueden llegar a ser un despropósito para el pueblo», con épocas que ya acogen un nivel de visitas «totalmente masificado».
En determinadas épocas apunta que los turistas «inundan los caminos de coches, las motos se cuelan hasta la cocina, la gente ya invade las zonas privadas…» y, paralelamente, las «barreras disuasorias prometidas por el Ayuntamiento ni llegan ni se esperan».
Con esto «se dificultan las labores tradicionales del campo» y, en definitiva, se «rompe la autenticidad de Somiedo». Cree imprescindible «no solo potenciar el recurso del oso, sino todo lo que tenemos para ofrecer» y, asimismo, apunta que «no estaría de más consensuar con los vecinos» inversiones como la del proyecto de mirador en La Farrapona.