Un crédito de 150 millones de euros: el asunto de los trenes recala en Europa

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Un tren pasa por Colloto, en Siero
Un tren pasa por Colloto, en Siero EUROPA PRESS | EUROPAPRESS

Renfe solicitó un préstamo al Banco Europeo de Inversiones que, según la ministra de Transportes, se amortizará cuando se fabriquen y se entreguen los trenes

08 feb 2023 . Actualizado a las 19:23 h.

El retraso en la fabricación de los trenes de cercanías de Asturias y Cantabria debido al error en sus dimensiones podría tener también su recorrido en el ámbito europeo. Por un lado, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) va a revisar el préstamo de 150 millones de euros concedido a Renfe para adquirir los trenes, un contrato que se firmó el 29 de septiembre de 2020 por 258 millones de euros y que incluía el suministro de 31 trenes de ancho métrico y otros seis alpinos destinados a Madrid.

Según publica El Mundo, el BEI ya ha sido informado del retraso en esta contratación y evaluará si la ampliación del plazo del préstamo está justificada: «En caso de que fuera necesario, un proyecto puede ver extendida su fecha de finalización si se considera que dicha extensión está justificada». En todo caso, el BEI y Renfe ya han acordado que no es necesario renegociar el proyecto de financiación y que extenderán la fecha de finalización del mismo para su adaptación al proceso de entregas de los trenes, según recoge Efe.

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, matizaba este miércoles además que el préstamo del BEI, que firmó un acuerdo con Renfe en julio de 2019, no es una subvención pública y está siendo desembolsado de forma flexible en base a las necesidades específicas del proyecto a lo largo de la vida del mismo. La ministra explicó que la financiación que hace el BEI con carácter general se tiene que amortizar a partir del momento en el que han fabricado los trenes y con su correspondiente entrega, lo que aún no ha ocurrido.

«Prioridad absoluta» y un plazo de dos a tres años

La secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, en la visita que realizaba a Asturias en enero para dar explicaciones por el retraso en la variante de Pajares se refería a este proyecto indicando que resolverlo es una «prioridad absoluta» y calculaba un plazo de entre dos y tres años para disponer del nuevo material rodante, cuya fabricación no llegó a iniciarse al percatarse la empresa adjudicataria del error en las dimensiones de gálibo en las etapas iniciales del proceso de diseño de los trenes, que finalmente replicará el de los actuales.

«No es una fabricación compleja», decía entonces Pardo de Vera, remarcando eso sí que se iba a poner en marcha una comisión de seguimiento -que celebra este miércoles su primera reunión en Santander- para recalcar la prioridad de este contrato. «O tienes una coordinación absoluta o en algún momento no sabes dónde se ha quedado», añadía, al tratarse de asuntos que «dependen de tantos agentes y son tan complejos».

Por otro lado, el eurodiputado de Ciudadanos y portavoz del grupo liberal Renew Europe en la Comisión de Transporte del Parlamento Europeo, José Ramón Bauzá, ha solicitado la intervención del BEI en una audiencia pública en dicha comisión para que informe sobre este asunto y valore la ejecución del préstamo. «Con el retraso, los nuevos trenes no estarán en funcionamiento hasta dentro de otros tres años, con lo que esto supone para una red muy deficiente y que requiere de inversiones», indicó Bauzá, según recoge Europa Press.

La Comisión de Transporte de la Eurocámara, prevista para la última semana de marzo, abordará precisamente los retos de futuro de la infraestructura ferroviaria europea. Bauzá también ha solicitado la intervención de la Comisión Europea en el caso, interponiendo una pregunta relativa a si el Gobierno español pidió fondos europeos específicos para la mejora de los servicios ferroviarios en Asturias y Cantabria.

Tras dos décadas en las que la inversión ferroviaria ha venido destinándose prácticamente a la variante de Pajares, en Asturias está en marcha un plan de mejora de las cercanías ferroviarias que supone inversiones por unos 1.000 millones de euros. El reto que se tiene por delante en ese sentido es conseguir acompasar, sin más retrasos ni errores, las obras de renovación de la infraestructura ferroviaria con la incorporación de nuevos trenes y con el crecimiento de viajeros -considerable en cercanías y no tanto en las líneas de ancho métrico- que han traído consigo los abonos gratuitos para los usuarios recurrentes.