Los efectos del grave error en Cercanías: «El servicio ferroviario de Asturias, sin trenes nuevos, se nos cae»
ASTURIAS
Los ferroviarios llevan desde 2017 advirtiendo de que el parque móvil es obsoleto: «Tienen que apurar los plazos para recuperar el tiempo perdido porque si no se elimina el tren en Feve»
07 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El error de medidas en el diseño de los nuevos trenes que tanto necesita la red de cercanías de Asturias, aparte de los dos ceses de responsables en Adif y Renfe, supone un nuevo retraso en el impulso al transporte colectivo que tanto urgen en Europa. Hay que recordar que la veintena de trenes de Feve en Asturias, con los que cada día deberían realizarse más de 240 circulaciones, pasan de los 30 años. Ahora mismo solo hay disponibles una quincena «y es imposible». Al menos tres están apartados por «inservibles». Hace tiempo que ya no se encuentran repuestos para esta flota que, su iba a comenzar a renovarse a finales de este año con las primeras entregas de la treintena de trenes previstos para Asturias y Galicia.
Ahora habrá que esperar dos o tres años más para que algún tren nuevo sustituya a los obsoletos que circulan por Asturias. «El servicio ferroviario de Asturias, sin trenes nuevos, se nos cae; pero no se nos cae en octubre de 2023, sino que ya fue en mayo de 2017, cuando reclamamos que empezasen a hacer algo», recuerda el secretario del sector ferroviario de UGT en Asturias, Francisco Barros, que insta a que se apuren los plazos de fabricación y de entrega tras el error en el diseño, que no contemplaba las medidas de los centenarios túneles del trazado por la región. «Lo más importante a estas alturas, en 2023, es que acorten los plazos de entrega del material ferroviario haya pasado lo que haya pasado antes. Hay que apurar como sea, que se pongan de acuerdo con la empresa adjudicataria para entregar esos trenes con antelación y recuperar el tiempo perdido porque si no cerramos el tren en Feve. Así directamente: lo cierran, lo eliminan completamente», dice, señalando también que «con 15 nuevos trenes en Asturias no hacemos nada, siempre se pidieron veinte y en Feve se esperan una docena que son la mitad de los que se necesitan en Asturias».
En 2017 los ferroviarios ya advertían de que los trenes se estaban quedando viejos. Y eso en un servicio ferroviario significa que no llegan a la hora. A veces, ni siquiera salen. El ejemplo está en las 4.000 supresiones que se vivieron en el verano de 2019, buena parte por el estado de los trenes, ante la falta de material de repuesto en los talleres. «Ya tuvimos ese problema grave pero es que ahora en Feve necesitamos que se renueve el parque completo. Entero», señala Barros, que calcula que al menos habrá 40 trenes de la antigua Feve inmovilizados, «por ahí tirados porque no valen». También recuerda que, en la actualidad, no circulan trenes entre Laviana y El Berrón por las obras en la vía y «ahí tenemos un margen, pero cuando empiece a funcionar no tenemos trenes. Tenemos chatarra directamente».
En el caso de Renfe, en Asturias se dispone de algo más de una quincena de trenes, con una antigüedad de entre 18 y 21 años y que realizan más de 160 circulaciones a diario. El nuevo retraso coincide precisamente con la recuperación de viajeros motivada por los bonos gratuitos para los viajeros recurrentes. Los nuevos trenes son imprescindibles para mejorar no ya solo el servicio ferroviario, sino para plantearse lo que se pide en Europa, que sea una alternativa de transporte sostenible y verde para cuanta más población mejor, para lo que hace falta revisar y actualizar sus horarios y frecuencias.
«Estamos en una oportunidad que es un revulsivo para recuperar viajeros. En cercanías ya recuperamos un 40%», dice Barros, sobre la gratuidad de los viajes en tren. En Feve, sin embargo, el incremento ha sido mucho menor «porque no hay solvencia y no hay garantía de que el tren vaya a salir; o a llegar». Los nuevos trenes, hubiera o no hubiera habido error de por medio, ya llegaban tarde si ni siquiera se habían empezado a fabricar. Hay que recordar que, con posterioridad a los trenes previstos para Asturias y Cantabria, se encargaron los que ya han sido entregados para el Euskotrén.
Desde UGT, Barros reclama que, aparte de un plan «real» de entrega de los trenes, las labores de gestión, coordinación y control en «contratos de servicios públicos esenciales como el ferroviario» sean impolutas. «Las administraciones públicas, que son las responsables políticas, y las empresas, que son las responsables técnicas, tienen que ponerse de acuerdo para que esto no vuelva a suceder y para que se apuren los plazos al máximo. Si ahora ya sabemos el problema, hay que ponerse a trabajar para si a esos tres años de retraso le quitas uno, mejor que mejor, porque si no el tren no va», dice Barros, recordando también que en las cercanías de Asturias está en marcha una inversión de más de 1.000 millones de euros, «la mayor de los últimos 25 o 30 años», para mejorar la infraestructura ferroviaria y «tenemos que ser capaces de compatibilizarlo con una gestión responsable y transparente; la sociedad no puede estar cada dos días saliendo espantada con las noticias del tren».
