Comercios de barrio se apuntan en Asturias al «pluriempleo» como puntos de reparto
ASTURIAS
Librerías, tiendas de ropa y alimentación complementan su línea de negocio principal con la recogida y entrega de paquetería. «Se consiguen nuevos clientes y ventas. Muchas personas vienen y dicen que no sabían que estaba aquí o que vendía esto o lo otro»
21 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Librerías, quioscos, tiendas de ropa, floristerías o negocios de alimentación en Asturias y el resto de España han encontrado desde hace un tiempo una manera de recibir ingresos adicionales y, asimismo, conseguir atraer personas a sus locales. En efecto, de un tiempo a esta parte este tipo de establecimientos se han incorporado a las redes de reparto de empresas de paquetería y correos, completándolas y ampliando su alcance.
Estas ‘oficinas postales’ de barrio, además, han proporcionado a las diferentes firmas de retirada y envío un importante acicate. Por ejemplo, en 2021 el número de ‘Pickup points’ (puntos de recogida de conveniencia) de SEUR se incrementó un 30%, superando ya las 3.000 tiendas en toda España, en las que llevan a cabo cinco millones de entregas a lo largo del año. El año pasado registraron el doble de tráfico mediante estos puntos que en el ejercicio 2021. GLS, por ejemplo, cuenta a día de hoy con más de 4.500 puntos de conveniencia para el envío y recolección de paquetes en todo el país.
En el Principado son muchos comercios los que han optado por esta vía para aportar una nueva dimensión a sus negocios, ingresos y, paralelamente, disponer de un modo de atraer posibles nuevos clientes.
Bea García Arbesú es la responsable de la Librería Sobia de Lugones. Es un negocio señero de la localidad, con unas «tres décadas» a su espalda. Esta profesional lleva siete años regentando este negocio, ubicado en el 13 de la calle Leopoldo Lugones, si bien ya había sido empleada otra década adicional.
Explica que lleva siendo punto de recogida de SEUR «desde marzo de 2020». Se decidió a aportar esta nueva dimensión a su negocio «más que nada por dar visibilidad a la tienda. A veces quien viene a recoger un paquete no te conoce ni sabe que tienes tal o cual servicio».
Cree que la ventaja principal de operar como punto de conveniencia, además de los ingresos extra, es la «visibilidad que da al negocio ya que, aunque llevamos toda la vida, viene gente nueva». Reconoce que no tiene un tramo horario en el que haya más afluencia de gente para recoger paquetes. «En general, como tenemos horario extenso, tampoco hay horas determinadas de más actividad. Hay gente casi durante todo el día, un poco por goteo», señala.
Explica que «el chico de SEUR viene sobre las 13.30 o las 14 horas y por la tarde». Admite que con esta fórmula «se consiguen nuevos clientes y ventas, ya que muchas personas me vienen y dicen que no sabían que estaba aquí o que vendía esto o lo otro».
«Quien viene a buscar un paquete a lo mejor compra alguna cosa»
Ángeles Cachero, de la librería mierense La Pilarica, explica que empezaron a ofrecer este servicio de SEUR «hace un año». Después de «darle unas vueltucas» decidieron «mirarlo y hacerlo». «Como tenemos también lo del consorcio de transportes nos animamos. Al fin y al cabo es un servicio más que le ofreces al cliente, como la venta del periódico».
Destaca que, a nivel económico, «no es que se gane mucho, pero quien viene a buscar un paquete a lo mejor compra alguna cosa». En definitiva, «es la visibilidad, sobre todo», el principal aliciente a la hora de desarrollar esta actividad en su negocio, que tiene dos ubicaciones, una en el 40 de la calle Doce de Octubre y la otra en Valeriano Miranda, 5.
Resalta que «en cuanto llega el repartidor, escaneas el paquete ya les llega un mensaje de SEUR. Cuando lo reciben nos llega el autobús, como solemos decir», bromea.
Margarita Rosas Campos es la gerente de la tienda de ropa infantil Bambino, ubicada en el 29 de la calle Feijoo de Gijón. «Con GLS ya llevo un año y pico y con Inpost un mes y medio o dos meses», explica. Recuerda que, «por ejemplo, lo de GLS me lo comentó la repartidora que me trae mercancía para la tienda». Y es que «para los repartidores es beneficioso tener un punto de recogida».
En su jornada, si no pueden entregar un paquete, han de «seguir intentándolo y dar rodeos» y, asimismo, hay «gente que directamente pide que lo dejen en el punto de recogida o los propios repartidores avisan a alguien que no está en casa para depositarlo allí».
«Para mí el beneficio económicamente no es que sea mucho, si bien tampoco hay ninguna inversión, pero el punto positivo real es que me genera tráfico en la tienda», afirma. A su establecimiento acude de este modo «mucha gente que no hubiese entrado o no pasaba por aquí».
«Son gente que entra y, con que dos de cada diez compren algo, a mí ya me beneficia», apunta. En cuanto a la afluencia funciona «un poco por goteo, continuamente, y sobre todo con Inpost, que mueven mucha paquetería», si bien cree que «igual por la tarde hay más movimiento». Explica que «Bambino abre a las 10. Pues hoy a las 10.05 ya vino una persona para recoger un paquete».