La cadena británica difunde un documental sobre asturianos y cántabros que hicieron fortuna en América en el siglo XIX
21 ene 2023 . Actualizado a las 09:29 h.Un documental de la BBC titulado The complicated legacy of Spain’s super-rich indianos (El complejo legado de los indianos españoles súper ricos) ha puesto el dedo en la llaga de la herencia indiana. O al menos, de una parte de esa historia a menudo admirada. ¿Qué hubo detrás de algunas de las historias de enriquecimiento más llamativas de emigrantes retornados?
Para la mayoría de los indianos que se aventuraron hacia América en el siglo XIX, fue una travesía extremadamente dura, en condiciones a veces penosas en la zona de tercera de un barco. Muchas veces solos, incluso niños. «Únicamente con una dirección apuntada en un papel, para encontrarse con un familiar» al otro lado del Atlántico. Huían de la pobreza y la desesperanza, buscando hacer fortuna o, al menos, sobrevivir.
Detrás de esas historias dramáticas y algunas con un final feliz, cuando retornaban y construían sus hermosas villas con palmera y claraboya; en ese cuento de hadas se omite a veces un lado tenebroso.
El documental, iluminado con espectaculares vistas aéreas e interiores de casas indianas en Asturias y Cantabria, centra su atención en la localidad de Somao, el pueblo con «el conjunto más grande de casas de indianos». Hablan con una descendiente de José Menéndez Viña, dicen, el primer indiano del pueblo, que marchó a Cuba; y con otro del sobrino de Menéndez Viña, Gabino Álvarez Menéndez, que con solo 12 ó 14 años fue a encontrarse con él hacia 1860. Ambos pudieron retornar.
Al volver de Cuba o México, «con sus fortunas transforman el país, construyen industrias, ferrocarriles, carreteras…» y construyen en aldeas remotas grandes mansiones que traen todos los avances modernos de la arquitectura americana y francesa. Habían hecho dinero, mucho, en lo que quedaba del Imperio Español, que tenía privilegios sobre el comercio de azúcar o cacao. Trajeron a Asturias no solo avances económicos, sino una mentalidad empresarial emprendedora y febril, que funda numerosas industrias, urbaniza, transforma las ciudades. Quieren para su tierra natal los avances que ya existían en una pujante La Habana o en la capital mexicana.
Últimos años infames
Pero esas plantaciones e industrias tenían a mediados del siglo XIX una doble cara: eran prósperas, pero estaban sostenidas por el trabajo de esclavos africanos. La abolición oficial en España se produjo en 1837, aunque excluyó Cuba y Puerto Rico. No sería hasta 1873 cuando se declaró en esta última la abolición, pero Cuba debería esperar hasta 1880. Y eso, tras enconados debates y bajo la presión de otros países europeos.
El profesor Martín Rodrigo y Alharilla explica en el vídeo que «no todos los negreros eran indianos ni todos los indianos eran negreros, no es cierto que todos se enriquecieran así, pero en algunos casos sí que lo es».
La BBC cita expresamente a uno de los indianos retornados más ricos, Antonio López, marqués de Comillas. Fue una de las colosales fortunas que, además, se acrecenta cuando vuelve y lo convierte en «el hombre más rico de Cataluña». Además de transformar su localidad natal, invierte cantidades ingentes de dinero en Barcelona y le da un impulso a lomos de la revolución industrial, lo que ayuda a crear en su momento una de las ciudades más ricas, si no la más rica, de España.
Pero hay una parte no tan oculta: cuenta el profesor Rodrigo que Antonio López es un esclavista. Una parte del dinero que hizo en Santiago de Cuba procede de la compra y venta esclavos y también del uso de los mismos en sus plantaciones de azúcar y café. Miles y miles de personas fueron separadas de sus familias en África, trasladados en condiciones extremadamente crueles, maltratadas, esclavizadas para trabajar sin descanso y, a menudo, asesinadas. Incluso la familia real española se beneficia de este comercio infame.
Nada dice la BBC del pasado si cabe más esclavista del Imperio Británico y de los Estados Unidos. Sin embargo, recuerda el profesor Rodrigo, ellos han realizado algunos actos de desagravio, pero «España y Portugal son los dos únicos estados de Europa vinculados a la esclavitud colonial que no han afrontado aún ese elemento de sus pasados».