El «atraco del siglo» que Durruti lideró en Gijón

D.R.

ASTURIAS

La sede del Banco de España en Gijón, actualmente biblioteca pública Jovellanos
La sede del Banco de España en Gijón, actualmente biblioteca pública Jovellanos WIKIPEDIA

Se cumplen cien años del asalto a la sede del Banco de España en la villa de Jovellanos por parte de un grupo de jóvenes anarquistas

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un siglo, en 1923, un grupo anarquista llevaba a cabo el atraco a un banco más audaz y hasta el momento el más lucrativo de los que se habían registrado en España. Fue el asalto a la sucursal del Banco de España en Gijón, por el que obtuvieron un botín de la muy considerable suma de al menos 563.000 pesetas (hay fuentes que dicen que el botín fue menor y otras, mayor, de hasta dos millones). Eso supondría, aproximadamente (el INE no dispone de registros tan antiguos), en torno a dos millones de euros actuales. Esta marca solo sería superada por el asalto a la sede ovetense del banco durante la revolución del 34.

¿Qué pasó con ese dinero y por qué se organizó el atraco? Para explicarlo, hay que regresar al año anterior, 1922. Un grupo de anarquistas españoles se constituye en Cataluña bajo el sobrenombre de Los Solidarios (o Crisol, en referencia a un diario que publicaban) bajo el liderazgo del famoso Buenaventura Durruti. A su vez habían surgido de otro grupo vasco autodenominado Los Justicieros, nacido durante la construcción del Gran Kursaal.

Eran jóvenes obreros con una organización horizontal que se constituyen a semejanza de otros grupos europeos. Se les atribuye algunos hechos violentos, puesto que eran partidarios de la lucha armada y para ello necesitan financiación. Es cuando recurren al atraco para conseguir fondos, lo que además cumplía con su ideario de atacar a la banca.

El 1 de septiembre de 1923, muy cerca del advenimiento de la dictadura de Primo de Ribero, perpetran el asalto al a sucursal del Banco de España en la calle Jovellanos de Gijón. Desgraciadamente, fue asesinado el director, Luis Azcárate. A las nueve de la mañana de esa fecha, varios anarquistas entran en el edificio y encañonan a los empleados. Azcárate bajó de su despacho del segundo piso y se abalanzó valiente e imprudentemente sobre uno de los atracadores, con el que forcejeó. El arma se disparó y le atravesó la cabeza desde la oreja al cuello, dejándolo muy malherido. El balazo le causaría la muerte tras tres días de agonía.   

Los Solidarios huyen a pie hasta la calle Begoña, donde se suben a un coche que les esperaba mientras intercambian un tiroteo con un guardia municipal que los había perseguido. Consiguieron escapar hacia Oviedo, donde se escondoeron en una pensión de la calle Covadonga y dejaron abandonado el coche.

La Guardia Civil les sigue la pista (no eran muy profesionales) y los descubre allí. Tras otro intercambio de tiros, un sargento del cuerpo resulta muerto y también uno de los atracadores, mientras que el propio Durruti es detenido junto al asturiano Aurelio Fernández, el leonés Gregorio Martínez Gazán, y otros tres individuos.

Con lo obtenido querían pagar la fianza de su compañero Francisco Ascaso y un arsenal de armas compradas a la fábrica Gárate y Anitúa de Eibar (Vizcaya), que colaboraría simulando un contrato de venta legal a un país sudamericano. El grupo debía recoger el alijo en el puerto de Barcelona, pero la entrega nunca llegó a producirse. En medio del gran revuelo por el golpe de estado de Primo de Rivera dos semanas después, Durruti y sus compañeros consiguieron salir de la cárcel unos días más tarde y continuarían con el activismo anarquista durante la segunda República.