Cinco rutas de invierno para disfrutar sin nieve

D.R.

ASTURIAS

El espectacular Ojo de Buey, en la ruta de Peña Mea
El espectacular Ojo de Buey, en la ruta de Peña Mea WIKIPEDIA

Alternativas para visitar el paisaje asturiano mientras esperamos que comience la temporada de deportes de invierno

07 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La nieve se está haciendo desear en Asturias y, hoy por hoy, las estaciones de esquí cercanas están secas. Muchos aficionados a los deportes de invierno miran con ansiedad los partes meteorológicos, pero, mientras tanto, hay alternativas para los días de descanso.

El Principado dispone de numerosas rutas interesantes para disfrutar mucho el invierno, siempre y cuando se siga al pie de la letra las recomendaciones de seguridad: ropa y calzado adecuados, consulta frecuente de la previsión del tiempo, documentarse bien sobre el trayecto a seguir y tener en cuenta que oscurece muy pronto en estas fechas (en torno a las seis de la tarde). Es imprescindible regresar antes de que anochezca para no desorientarse, cuando, además, las temperaturas pueden bajar bruscamente. Acordarse de llevar protección solar y algo de comida y bebida nunca son malas precauciones.

Una vez preparados, es el momento de elegir uno de los magníficos recorridos de paisajes invernales:

Cruz de Priena (Cangas de Onís)

Esta ruta fácil que comienza en el aparcamiento del santuario de Covadonga (está indicada desde ahí) tiene una longitud de poco más de cinco kilómetros que se puede hacer en familia, niños y mayores. Culmina en la Cruz de Priena, un lugar con bellas vistas de montaña sobre el parque nacional Picos de Europa y hasta el mar Cantábrico. La subida puede durar en torno a una hora y media y la bajada un poco menos, caminando sin prisa. Aunque no es una ruta complicada, hay que tener en cuenta, no obstante, el desnivel y que no se puede acceder en bicicleta.

Peña Mea

Un poco más larga y más difícil que la anterior (mejor no ir con niños), la ruta hasta Peña Mea puede durar en torno a siete horas ida y vuelta (10 kilómetros en total), sin contar paradas y siempre que no haya nieve, lo que puede complicar mucho el trayecto. Hay que salir bien temprano y estar de vuelta antes de que el sol comienza a bajar.

Se parte de El Barrocima (Aller), cerca de la localidad de Pelúgano, a unos 45 kilómetros de Oviedo. Desde ahí se sigue una pista que pasa por el popular Ojo de Buey, un espectacular hueco vertical en la roca de unos 20 metros de diámetro. El final de la ruta está en Peña Mea (1.560 metros de altitud), con hermosas vistas.

Senda de los miradores

No todo va a ser montaña. La costa cantábrica asturiana puede ofrecer vistas magníficas de invierno, como es el caso de la ruta que va desde Muros del Nalón a San Esteban de Pravia. Es una ruta fácil y familiar, de 10 kilómetros en total, ida y vuelta, lo que supone unas tres horas. Hacer un picnic a medio camino será muy agradable y ayudará a reponer fuerzas para el regreso.

Comenzamos en la playa de Veneiro, en Muros, donde hay aparcamiento. Desde ahí se toma la senda que bordea la costa hasta San Esteban de Pravia, con un tramo ascendente (ojo, que tiene escaleras y por lo tanto no es accesible a personas con poca movilidad) y se llega hasta el área de descanso de Las Llanas y el mirador de Los Glayos. Luego se accede a otro mirador, el de La Atalaya y más tarde se desciende también un tramo de escaleras hasta San Esteban, final de ruta.

Para ciclistas

Si lo que se quiere es hacer una buena ruta en bici, realizar una parte del anillo de la Montaña Central es un reto. Si se va a hacer un trayecto largo, no es recomendable para ir con niños, pero sí para jóvenes que tengan algo de experiencia sobre ruedas. Este circuito discurre por entornos naturales mágicos como el parque natural de Las Ubiñas-La Mesa o la Sierra del Aramo. Se puede elegir cualquier tramo de los muchos posibles entre sus 165 kilómetros habilitados, consultando la web de turismo de Mieres.

Braña de las cadenas

Apta para todos los miembros de la familia, esta ruta por el parque natural de Las Ubiñas-La Mesa parte del kilómetro 44 de la carretera AS-228, donde hay un panel informativo. Hay que seguir la pista, no muy inclinada, y observar la naturaleza y los cabañones o construcciones típicas. El enorme hayedo es más bonito en otoño, cuando aún no ha perdido su hoja, pero tiene también su encanto invernal. El recorrido es de unos 4 kilómetros ida y vuelta con poco desnivel, de modo que se hace fácilmente con niños en una hora y media, yendo tranquilos.