Nayara Malnero, sexóloga: «Hay que desmitificar la sexualidad femenina, distinguir entre vulva y vagina, saber qué es el clítoris»

Carmen Liedo

ASTURIAS

Nayara Malnero
Nayara Malnero

Ante el riesgo de que los menores se puedan encontrar con contenido pornográfico en internet, la experta insta a explicarles «desde pequeñitos» como es la sexualidad natural: «las conversaciones sobre sexo entre padres e hijos no tienen edad»

25 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Nayara Malnero es psicóloga, sexóloga, sexcouch. Con dos libros ya publicados, Sexperimentando, aprende y disfruta, de educación sexual para adolescentes; y Sexo a distancia, 50 ideas, juegos y trucos para seguir disfrutando, está trabajando actualmente en un tercero que saldrá para febrero de terapia de parejas titulado Cariño, vamos a llevarnos bien. Nayara Malnero es también creadora del proyecto Sexperimentando de divulgación de salud sexual, una iniciativa con la que persigue educar en una esfera en la que aún existen muchos tabúes y en la que se habla sin rigor por desinformación e ideas erróneas: «antes no se hablaba de sexo y ahora se habla fatal», señala la sexóloga, que

-¿En el siglo XXI se habla de sexo claramente o sigue habiendo cuestiones tabú?

-El el siglo XXI el sexo sigue siendo un tabú porque no se habla claro, se habla mucho, pero se habla fatal. Con mentiras, tópicos, comparaciones, bromas… hablamos mucho desde lo burdo, pero no hablamos con rigor, ni mucho menos nos atrevemos a hablar de nuestras intimidades, así que el sexo sigue siendo tan tabú como antes, quizá peor porque ahora hay más desinformación y más ideas erróneas que lo tapan. Antes no se hablaba de sexo y ahora se habla fatal.

-No sé si la comparación es apropiada pero ¿deberíamos hablar de lo que nos gusta en la cama como de lo que nos gusta comer?

-La comparación me parece fabulosa y yo, de hecho, la utilizo muchas veces. Primero, porque la sexualidad es una esfera muy importante de nuestra vida, casi tanto como la alimentación. Bueno, sin alimentación no podemos vivir y sin sexo sí, pero hay que tener en cuenta que es una esfera tan importante como otras. Por otro lado, a veces tenemos la idea errónea de que todo el mundo hace lo mismo, de la misma manera y disfruta de la misma manera y, sin embargo, yo soy defensora de que si tú me invitas a merendar, pues me preguntarás si me gusta más dulce o salado, si me apetece un chocolate con churros, un sándwich o un pincho de tortilla… seguramente me preguntes porque, si no, no vas a acertar con mis gustos o puede que tenga una intolerancia o una alergia. ¿Cuál es la diferencia con el sexo? Pues que en el sexo no preguntamos, damos por hecho, nos equivocamos, nos frustramos, se supone que a todos nos gusta lo mismo… Por tanto, la comparación sí es buena…

 

-En su opinión, ¿cómo debería ser una sociedad sexualmente evolucionada?

-Pues una sociedad sexualmente evolucionada trata la sexualidad como algo tan natural como cualquier otra cosa, no estaríamos haciendo esta entrevista… sería un tema obvio y evidente… Pero no lo vemos normal, con lo cual acabamos involucionando en vez de evolucionando y asumiendo creencias que no son reales, sufrimientos innecesarios… Una sociedad evolucionada tendría educación sexual integral en las escuelas, educación de verdad, no tendría tabúes, no tendría desinformación, tendría mucho menos problemas sexuales, yo casi no tendría trabajo… Sería muy diferente a la sociedad que tenemos.

- ¿Qué pasos hay que dar lograrlo?

-Unos buenos pasos son estos que estamos dando: información, acción, hablar abiertamente de ello, normalizarlo, asumirlo como parte integral de las personas, de todos, desde que nacemos hasta que morimos, no de unos pocos, tener una buena educación en este sentido y seguir tapándolo o dejándolo para el día que te quieras comprar un libro cuando ya se es mayor y después de tener mucho problemas, o una charla en el cole que no sirve para nada porque no cuentan nada… En definitiva, educación y hablar de ello como si de otro tema se tratase porque no tiene nada de especial. Cuando tengamos esa creencia, ya tendremos hecho más de la mitad del trabajo.

-Sin hablar aún de porno ¿cree que el cine y la televisión idealizan las relaciones sexuales en exceso?

-Yo diría que idealizan el amor romántico mostrándolo de una manera que no es. Ni el hecho de conocer a alguien, ni el hecho de conquistar a alguien, ni el hecho de normalizar el sufrir por alguien, ni el hecho de que te das un besito o te casas y todo arreglado… todo eso es mentira, es una peli. En cuanto al sexo, no lo idealizan, lo destrozan. Siempre es pasional entre gente guapa, con un deseo altísimo, se rompen la ropa y nadie se enfada, o rompen cosas de la casa y tampoco nadie se enfada, cuerpos perfectos y siempre super placer, encajan sexualmente desde la primera vez los dos, por supuesto, heterosexual, hay pocas opciones más… y yo creo que lo que hacen es destrozarlo porque no se parece en nada a la sexualidad humana normal, o se parece bien poco, con lo cual queremos repetir conductas que no son así, así que yo diría que el cine y la televisión no idealizan el sexo, lo destrozan.

-El multiorgasmo en las mujeres ¿es mito o realidad?

-Es realidad, todas las mujeres somos multiorgasmicas por naturaleza. Todas, todas, con todas las letras.

-¿Qué más hay que desmitificar sobre la sexualidad femenina?

-Igual hay que empezar por esto, por anatomía básica y biología de primero de cole, procesos fisiológicos básicos, saber diferenciar entre vulva y vagina, saber qué es el clítoris, donde está, para qué sirve… Ostras, hay mucho que desmitificar…

-Hay estudios que alertan del consumo de porno en edades cada vez más precoces a través de internet ¿qué riesgos conlleva eso para los adolescentes?

-Ya no es sólo para los adolescentes, porque la mayoría de niños de 11 años están en contacto habitual con contenidos pornográficos, y eso es preadolescencia, sino que el inicio de consumo de pornografía está en los 8 años y de ahí todavía queda mucho para la adolescencia. ¿Cuál es el problema? Primero que están viendo contenidos que no son adecuados para su edad y que no tienen capacidad para entender y que les están mostrando una esfera que ellos no conocen de ningún otro modo, porque no hay educación sexual. Y como no la hay y no tienen ninguna otra información sobre esa esfera, esa es la educación que reciben sobre el sexo, con lo cual estamos fomentando entre todos, precisamente por no brindar educación sexual, que los niños y las niñas tengan una idea totalmente distorsionada sobre las relaciones afectivas y sexuales entre los adultos. Luego estamos viendo que están replicando ese modelo, porque no tienen otro, y no disfrutan, se exponen a riesgos, conductas violentas… con todas las consecuencias que tiene eso a medida que va pasando el tiempo, así que es muy muy peligroso.

-¿Es cuestión de poner límites a los contenidos que pueden ver?

-Pues claro que hay que poner límites, pero como es un poco imposible, más que nada porque no es que los niños se pongan a ver una película de 90 minutos, es que están navegando por internet y les aparece un pop up con contenido erótico… Eso es incontrolable por muchos que vetes, por no hablar de grupos de whatsapp, de videos pequeños que se pasan, tik tok… con contenidos de todo tipo. Así que en lugar de orientarnos en algo que parece casi imposible, aunque sería interesante, creo que es mucho más fácil contrarrestar si ese niño ya tiene información sobre lo que se va a encontrar y lo que es real y lo que no, si lo ve, para él ya es igual que cuando ve las películas de fantasía. Hasta ahora yo no he conocido a ningún niño que se crea que los animales hablan a pesar de que ven constantemente en los dibujos animados animales que hablan. Eso es porque tienen una información real, lo ven todos los días y lo tienen normalizado y saben qué es real y que no. ¿Dónde hay que focalizar los esfuerzos? En la labor educativa desde bien pequeñitos, y explicarles que se van a encontrar y que como es la sexualidad natural y cómo son los cuerpos de todas y de todos, las cosas que se hacen y las que no.

-Las conversaciones sobre sexo entre padres e hijos ¿a partir de qué edad y qué hay que contarles primero?

-El primer error es esperar a que haya una edad. Claro, si pensamos que el sexo es coito, pues hablar de coito a un niño de tres años pues igual no tiene mucho sentido, aunque lo tiene desde el punto de vista de que ven mujeres embarazadas, bebés… Entonces, si que hay que hablar con ellos, aunque desde otra perspectiva. La cuestión está en… ¿a qué edad vamos a prevenir un abuso sexual infantil? ¿a qué edad vamos a enseñar a los niños y niñas cómo cambia su cuerpo? ¿a qué edad hay que enseñarles autoestima y relaciones con los demás? ¿O que no se toca a quien no quiere ser tocado y que no te toquen a ti si no quieres? Para esto no hay edad, tiene que ser antes de que haya edad. El problema es que pensamos que enseñar educación sexual es enseñar prácticas sexuales y estamos muy equivocados. Hay muchas cosas previas a eso, que cuanto antes se enseñen, mejor. Yo, por ejemplo, tengo un proyecto de educación sexual para menores de 6 años, y antes se puede hacer muchísimo desde que estamos con la higiene del niño y con el cuerpo de mamá y papá…

-¿Cuáles son las principales dudas de los adolescentes?

-En los adolescentes se da un conflicto interesante: por un lado, tienen dudas de Perogrullo, basiquísimas, porque no se enseñan determinadas cosas, dudas como si te puedes quedar embarazada con los dedos, con la ropa puesta o por masturbarte, porque no saben ni como es la reproducción sexual animal. Eso por un lado, pero por otro tienen un montón de dudas sobre términos puramente pornográficos que ni yo sé lo que son… Cuando voy a las aulas me preguntan por palabras que han visto en el porno, que son prácticas extrañas y poco habituales y curiosas que les llaman la atención. Así que tenemos las dos partes a la vez: una promoción de prácticas exóticas que no son habituales en la sexualidad diaria de los adultos unidas a que no sé cómo protegerme de riesgos sexuales, así que es un combo de dudas perfecto.