La fatiga de la pandemia llega a la vacuna, con la mitad de los mayores sin la cuarta dosis
ASTURIAS
![Inicio de la vacunación de cuarta dosis en residencias frente a el covid](https://img.lavdg.com/sc/M_AwJV-cy9cqUFUva88_MAywlhs=/480x/2022/09/26/00121664192822694385821/Foto/eup_20220926_102547942.jpg)
Asturias, segunda comunidad con mayor inmunización contra el covid en todos los grupos de más de 60 años
20 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Ministerio de Sanidad acaba de dar luz verde a la vacunación contra el covid de los menores de 60 años. Esta vez las autoridades sanitarias dejan al criterio del ciudadano recibir o no ese cuarto pinchazo. Es previsible que los índices de cobertura no sean muy altos después de comprobar cómo se ha desplomado entre los mayores de 60, un grupo para el que sí se montó una campaña de la cuarta dosis, pero que se ha descolgado de la vacunación contra el coronavirus. Prácticamente la mitad no recibieron el segundo refuerzo que se administraba este otoño. Según los últimos datos actualizados por el departamento de Carolina Darias, con cifras hasta el 14 de diciembre, solo el 53,2 % de los españoles de esta edad acudieron a vacunarse, cuando la tercera dosis llegó al 93,6 % de esta franja etaria. Y el dato lo engordan, sobre todo, aquellos de ochenta años o más, que alcanzan el 71,6 %. Los que se sitúan en la franja de entre 60 y 69 están solo en un 38,77 %.
Asturias, que durante todo el proceso de vacunación del covid viene presentando altas tasas, es la segunda comunidad autónoma tras Galicia con las mejores también ahora, con la cuarta dosis. Consigue un 81,22 % para los mayores de 80, un 76,68 % para los de entre 70 y 79 años y un 61,26 % para los de entre 60 y 69. En el otro extremo de la tabla está Canarias, donde ocho de cada diez personas de entre 60 y 69 años no han recibido el segundo refuerzo. Es el peor dato del territorio español, al margen de Ceuta y Melilla, que registran peores números.
Y si los datos del cuarto refuerzo de los mayores son bajos en España, los de la población pediátrica con pauta completa también son pobres: un 46,3 %. Asturias destaca con la tercera mejor cifra de las comunidades, el 63,8 %, tras Galicia y Extremadura. El pinchazo era para niños de entre 5 y 12 años, pero Sanidad acaba de aprobar la vacuna también para los pequeños de entre 6 meses y 5 años en situación de riesgo.
Los expertos destacan que se va instalando un sentimiento de fatiga y la sensación de que el mundo ya no afronta una pandemia, y esto afecta tanto a la vacunación como a otras medidas de protección, como el uso de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia interpersonal y el evitar lugares concurridos.
En Estados Unidos, pese a las campañas de concienciación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las autoridades sanitarias insisten que las vacunas de refuerzo contra el covid y también las de la gripe se presentan «muy cuesta arriba» porque se extiende la sensación de que «todo el mundo quiere pasar página». «Hay mucho cansancio, es difícil convencer a la gente de que se ponga alguna de las vacunas», señala William Schaffner, director médico de la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas.
En verano los especialistas eran escépticos sobre la posibilidad de extender la cuarta dosis a los menores de 60. Es posible que los que sean reacios a vacunarse nuevamente se escuden en aquellas reflexiones. Pero ahora, ante el peligro de sufrir coinfecciones problemáticas, recomiendan a la población que acuda a pincharse. El escenario, con la escalada de distintos virus como el sincitial, el de la gripe A y el de la gripe B, ha cambiado con respecto a la que se vivía hace unos meses. El jefe de Estrategia de Vacunación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), Marco Cavaleri, incide en que la epidemia de la gripe empezó «pronto» en Europa, que ha ido aumentando la preocupación por el virus sincitial respiratorio (RSV) y que el SARS-CoV-2 sigue siendo una amenaza.
Los vacunólogos citan estudios como el realizado por el Regenstrief Institute, la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), que ha sido publicado recientemente por la revista American Journal of Public Health. Esta investigación concluye que la vacuna es mejor escudo que la inmunidad natural (haber pasado una infección) para que la enfermedad no ataque de forma grave al organismo. Los datos del informe indican que las hospitalizaciones son un 37 % inferiores entre los vacunados y las visitas a urgencias un 24 % menos. Además, los investigadores insisten en que «todos los grupos de edad» están mejor protegidos con la vacuna que con la inmunidad generada por un contagio, aunque los que participan en este informe añaden que sus efectos destacan sobre todo en los mayores de 60.
Los bulos también contribuyen a desincentivar, a engordar ese cansancio pandémico que engulle también la vacunación. Según la encuesta de desinformación científica de España difundida por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), una de cada cuatro personas dice haber recibido información falsa sobre temas científicos en la semana en la que se realizó el estudio. Los consultados destacan, sobre todo, contenidos sobre la crisis sanitaria y la vacuna contra el covid (37 %). La mayor parte llegaron a través de las redes sociales. Y esas fake news han estado difundiéndose durante toda la pandemia, con el poder de erosión que eso comporta.
Cavaleri insiste en que el virus «ha llegado para quedarse». ¿Cuál será entonces la evolución de la administración de la vacuna en los próximos años? «Es probable que necesitemos actualizar la vacuna regularmente para revacunar a grupos vulnerables, de forma similar a los mecanismos que existen para la gripe. Todavía no podemos predecir exactamente lo que pasará a continuación. Tendremos que avanzar con prudencia hacia una nueva normalidad, aprovechando al máximo las herramientas que nos pueden proteger, empezando por las vacunas», señala el alto cargo de la EMA.