El presidente el Principado condena la «agresión verbal» machista sufrida por Irene Montero
30 nov 2022 . Actualizado a las 13:33 h.El presidente del Principado, Adrián Barbón, considera que el PP de Asturias se enfrenta ahora al problema de haberse convertido en una sucursal de Génova, calle en la que se radica la sede nacional de la formación y desde la que, en su opinión, se ha dejado a los populares sin capacidad o independencia para nombrar candidatos o hacer preguntas.
«Tienen un problema: son una sucursal que no podemos ni llamar PP de Asturias, sino PP en Asturias porque ponen y quitan candidatos desde la calle Genova de Madrid», ha afirmado el presidente en respuesta a la pregunta que le ha formulado este miércoles en el pleno de la Junta General la portavoz popular Teresa Mallada.
En esta ocasión, Mallada le había pedido al presidente que comentase «la última deriva legislativa promovida por el Gobierno de Pedro Sánchez en asuntos tan importantes como la eliminación del delito de sedición, la violencia sobre las mujeres o el bienestar animal».
Tras señalar que son cuestiones ajenas al parlamento asturiano, Barbón ha dicho ver con preocupación cómo la dirección nacional de los populares «dicta hasta las preguntas» que hace la oposición en Asturias y dirige su acción de control al gobierno asturiano.
«Le voy a decir a Feijóo que si quiere debatir conmigo no tiene ningún problema», ha añadido el presidente asturiano tras señalar que la deriva que más le preocupa es la del PP a nivel nacional porque con la llegada del nuevo líder popular pensaba que se iban a modificar actitudes de bloqueo en órganos constitucionales como el Consejo General del Poder Judicial que no se han dado.
También se ha preguntado por qué el PP respalda congelar las pensiones, el salario mínimo interprofesional o el ingreso mínimo vital o por qué se opuso a la reforma laboral que mejoró la calidad de vida de muchos asturianos.
En respuesta a la pregunta concreta de la diputada popular, Barbón ha dicho que se encuentra «completamente de acuerdo» con las enmiendas socialistas a la ley de Bienestar Animal para que el uso de perros sea compatible con la ganadería y caza, y que comparte «el espíritu de la ley del solo sí es sí», pero que debería haber contado con una disposición transitoria sobre la aplicabilidad de las penas, como se hace con otras normas.
Para Mallada, sin embargo, desde el parlamento asturiano hay que levantar la voz y Barbón, como presidente de todos los asturianos, «debe decir a Pedro Sánchez que no entregue el Gobierno a separatistas e independentistas a cambio de su supervivencia política».
«Debe anteponer la defensa de Asturias a la de Pedro Sánchez», ha afirmado la expresidenta de los populares asturianos, para quien Barbón «debe decir públicamente que se opone a la vergonzosa reforma del Código Penal pactada entre Sánchez y los separatistas» o que la negociación de los presupuestos no puede ser un mercado de abastos, con venta de favores políticos a cambio de apoyos de partidos minoritarios.
En su opinión, también es aberrante que haya ministros que digan que el Gobierno está dispuesto a estudiar la reforma del delito de malversación que piden los separatistas.
Tampoco es lógico para Mallada que nadie se diera cuenta de los errores de la ley del solo sí es sí, cuando hay tres magistrados en el Gobierno, o que la ley de bienestar animal no tenga en cuenta los intereses de los ganaderos y limite la actividad cinegética, según informó EFE.
Estrategia de la ultraderecha
Barbón, ha abogado además por tratar de «recuperar la confianza» de los votantes de Vox, que «no todos son de extrema derecha» sino gente que está «enfadada, cabreada y que entiende que el sistema no responde a sus problemáticas». Lo dijo así en respuesta a una pregunta formulada por el diputado de Podemos Rafael Palacios sobre los insultos proferidos por Vox hacia la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Palacios ha advertido de que la extrema derecha ejerce la violencia como «estrategia política internacional», utilizando «insultos, ataques y falsedades» para impedir el debate democrático y desprestigiar las instituciones.
El diputado de Podemos ha subrayado que no sólo Vox sino también algunos cargos del PP y de Ciudadanos han llamado a Montero «infantil, inmadura, inferior, acomplejada, mujer de, débil o enloquecida» porque «la extrema derecha dirige el coro, pero las derechas compiten por ser la voz de sus amos».
Palacios, quien ha cuestionado la capacidad de respuesta de los sistemas democráticos ante esta estrategia, ha alertado de que «el objetivo de la extrema derecha es erosionar la vida democrática e instaurar regímenes autoritarios al estilo de Viktor Orban o Bolsonaro», con el riesgo de que desaparezca la política y sólo quede el odio.
El jefe del Ejecutivo asturiano ha reiterado que la «agresión verbal» sufrida recientemente por Irene Montero por parte de la diputada de Vox Carla Toscano le da «asco» por ser el reflejo del «más rancio machismo».
Barbón ha querido dejar claro que diría exactamente lo mismo si esa agresión verbal hubiera estado dirigida hacia Cuca Gamarra, del PP, o Inés Arrimadas, de Ciudadanos, de la que ha ironizado señalando que no sabe de qué es líder porque «la operación OPA ha empezado».
Tras insistir en que se puede discrepar sin insultar, Barbón ha apostado por dirigirse a los votantes de Vox con respeto para decirles que, «por muy simple que parezca», la solución planteada por la formación liderada por Santiago Abascal, «no es real».
El presidente del Principado ha subrayado que no todos los votantes de Vox son de extrema derecha porque hay gente que simplemente está «enfadada, cabreada y entiende que el sistema no responde a sus problemas».
«Hay que recuperar la confianza de esos votantes», ha apostado Barbón, quien ha considerado, no obstante, que «algo está cambiando», cuando los sondeos daban a Vox ocho diputados en Asturias y ahora cuatro, frente a los dos que tiene actualmente.