Nidia Álvarez Armada es la autora principal del estudio sobre el descubrimiento de centenares de fósiles de erizo de mar que datan de hace 350 millones de años y están excepcionalmente bien conservados
30 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La investigadora asturiana Nidia Álvarez Armada es la autora principal del estudio sobre el descubrimiento de centenares de fósiles de erizos de mar, excepcionalmente bien conservados tras su muerte hace más de 350 millones de años, en la costa del sureste de Irlanda, en Hook Head. La investigación, dirigida por expertos de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Galway, refleja «uno de los descubrimientos más importantes del siglo en rocas paleozoicas» y el más relevante de la paleontología irlandesa de los últimos años. Los fósiles del hallazgo muestran sus espinas unidas y aparentemente murieron todos juntos en el fondo marino hace casi 350 millones de años, en «un momento dramático» que ha quedado congelado en el tiempo sobre la roca.
Fernández Armada explica que descubrió los fósiles en un afloramiento rocoso de la costa cuando estaba realizando un estudio geológico de la península de Hook Head para su proyecto de fin de carrera en Ciencias en la Universidad de Galway. «Me quedé completamente asombrada tanto por el gran número de especímenes como por su excepcional estado de conservación», explica, indicando que, ante la importancia del hallazgo, comenzó de inmediato a mapear y registrar la forma, el tamaño, la posición y la orientación de cada uno de los más de 200 fósiles completos y perfectamente conservados que descubrió en una superficie de piedra caliza de tan solo un metro cuadrado.
«Este trabajo tardó varias semanas en completarse porque era importante documentarlos con el mayor detalle posible», añade la investigadora. El artículo sobre el descubrimiento y la recuperación de los fósiles del que es autora principal se ha publicado en el Irish Journal of Earth Sciences de la Royal Irish Academy.
Hay que tener en cuenta que los erizos de mar, o equinoideos, están cubiertos por numerosas espinas defensivas que se caen y se pierden rápidamente después de que el ejemplar muere. De ahí lo sorprendente de este hallazgo. «Encontrar fósiles de erizo de mar tan bien conservados y en cantidades tan grandes es bastante excepcional. Las espinas de estos equinoideos en particular, generalmente, se dispersaban rápidamente después de su muerte, dejando poco rastro de ellas», explica el coautor del artículo y supervisor del proyecto inicial, John Murray, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad irlandesa.
La losa de piedra caliza sobre la que se encontraron los fósiles estaba en peligro de desaparecer debido a la erosión costera y el equipo de investigadores, previa autorización, tuvo que retirarla del lugar para poder conservarla y continuar con los estudios del hallazgo. «La importancia de este descubrimiento fue tal que todos los miembros del equipo de rescate ofrecieron de manera voluntaria su tiempo y experiencia para viajar a Hook Head a ayudar a salvar la losa con los fósiles», explica Murray, que indica que el hallazgo ha quedado al cuidado del Museo Nacional de Irlanda.