Investigan si Sandra Bermejo se subió a un coche antes de desaparecer en Cabo Peñas

La Voz REDACCION

ASTURIAS

Zona del Cabo Peñas. Sandra Bermejo, en el recuadro.
Zona del Cabo Peñas. Sandra Bermejo, en el recuadro.

La Asociación SOS Desaparecidos pide colaboración a quienes hayan estado el pasado 8 de noviembre en la zona y hayan hecho fotografías en las que se puedan reconocer a personas o vehículos

21 nov 2022 . Actualizado a las 18:51 h.

Todas las hipótesis están abiertas en la búsqueda de Sandra Bermejo, la joven madrileña de 32 años que desapareció el pasado 8 de noviembre en el entorno del Cabo Peñas. Desde un posible accidente hasta la intervención de terceras personas. De hecho, los investigadores están revisando en la actualidad las placas de matrícula de los vehículos estacionados en el aparcamiento de la zona el día de la desaparición de la joven y, según Espejo Público de Antena 3, podría cobrar fuerza la línea de investigación que la sitúa aquella tarde subiéndose a un coche al llegar a Cabo Peñas.

Desde la Asociación SOS Desaparecidos han hecho hoy un llamamiento a través de sus redes sociales para solicitar colaboración ciudadana a quienes hayan estado el pasado 8 de noviembre entre las 13 y las 18.30 horas en la zona y hayan hecho fotografías en las que se puedan reconocer personas o vehículos. Su correo de contacto es info@sosdesaparecidos.es.

La última localización del móvil de la joven la situaba en todo momento en el Cabo Peñas a las cinco de la tarde, por lo que las labores se han venido intensificando en dicha zona. Su vehículo fue encontrado en el aparcamiento más próximo a la peña La Gaviera, en el vértice que se encuentra tras el faro del Cabo Peñas. En su interior, se hallaron efectos personales como una mochila y su cartera, aunque su teléfono móvil no estaba.

Sandra Bermejo mide 1,62 metros de altura y es de complexión delgada. El día de su desaparición había quedado para ir al teatro con una amiga, que no obtuvo respuesta cuando le envió varios mensajes esa noche y el día siguiente, cuando también había quedado en hacer una videollamada con su familia. La denuncia por su desaparición se interpuso en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía ese mismo día, 9 de noviembre, y los agentes de la Unidad de Policía Judicial iniciaron una investigación paralela al dispositivo de búsqueda que se activó ese mismo día.

Al operativo se sumaron efectivos de la Policía Nacional de Gijón, la Policía Local de Gozón, Guardia Civil, Salvamento Marítimo y Cruz Roja, así como la Unidad Canina adscrita a Bomberos y varios drones. 

Su familia siempre ha descartado que se trate de una desaparición voluntaria. Sus amigas han definido a la joven como una persona alegre, muy sociable y amante de la naturaleza que se instaló en Gijón hace dos años para trabajar como psicoterapeuta. La petición de ayuda por parte de la asociación SOS Desaparecidos puede ser clave tras 13 días desde su desaparición.