
El Hub de Defensa de Asturias agrupa a 34 empresas que producen tecnología avanzada para el ejército y elevan a la comunidad entre los primeros puestos del sector
20 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En Ucrania, Europa ha descubierto de repente que el mundo no está hecho de algodón de azúcar. Más bien al contrario, está plagado de sátrapas que «someten a cerco a las democracias europeas», en palabras del profesor Enrique del Teso, lo que convierte al viejo continente en un «jardín que hay que defender», según decía Adam Michnik en estas mismas páginas. Atrás quedó el apaciguamiento con la Rusia de Putin.
En este contexto, un sector discreto y poco conocido, pero que da mucho empleo y goza de una más que notable facturación, se consolida en el Principado. Se trata del Hub de Defensa de Asturias, un acuerdo de colaboración entre 34 empresas de diversas especialidades y tamaños (desde Arcelor hasta startups de una o dos personas) que aportan tecnología y componentes para la industria militar, mucho más allá estrictamente del armamento.
Entre todas, aunque algunas tienen su negocio muy diversificado y no se dedican solo a Defensa, suponen un 15% del PIB de Asturias y dan empleo a 2.500 personas. Eso sitúa al Principado, subrayan, como la sexta comunidad con mayor producción en el sector militar, por delante de otras más grandes como Valencia o Cataluña.
Pese a que, como se comentaba antes, la coyuntura de guerra en Europa apunta a un mayor interés de los gobiernos por esta industria estratégica, David González (Idonial), secretario del Hub, explica que, en realidad, los planes de modernización del Ministerio de Defensa vienen de mucho antes. Ser miembro de la OTAN es estar bajo un paraguas, pero conlleva obligaciones.
Por eso, dice, «vimos la necesidad de alinearse con esa estrategia de los gobiernos europeos y que el Ejército Español se arme tecnológicamente e intente ser menos dependiente» de industrias extranjeras. Trabajan en innovar en ingeniería, medicina, equipos protección del combatiente y robótica. «Por ejemplo, una de nuestras empresas investiga cómo mejorar la microbiota de los soldados, que al final mejora su salud física y psíquica».
Las líneas de interés de Defensa se centran, en concreto, en once áreas: Armas y municiones; sensores y sistemas electrónicos; tecnologías comunes a bases e instalaciones, plataformas y combatiente; bases e instalaciones; plataformas terrestres; plataformas navales; sistemas espaciales; combatiente; NRBQe (protección frente a ataque nuclear, biológico, químico o radiológico) y Tecnologías de la Información, comunicaciones y simulación.
Valor añadido
El Hub de Defensa señala que la investigación que produce también puede tener aplicaciones civiles, lo que redunda en beneficio de toda la industria y también de la sociedad, como el robot que ilustra esta información y que fabrica una empresa radicada en Gijón. «Recuerde que Internet nació de investigación militar», apunta González, que también explica que la evolución de la I+D+i militar a veces es más rápida porque los requerimientos normativos suelen ser menores. Una vez probada por el ejército, se puede trasladar al uso civil.
Por otra parte, la militar «es una industria más, y tenemos las mismas preocupaciones que las demás: eliminación de residuos, menor consumo, descarbonización…, a nosotros también nos llegan las necesidad de Defensa y de la sociedad».
En cuanto a la acogida de la Administración regional, el Hub se muestra satisfecho de que «desde la consejería de Ciencia e Innovación se nos haya apoyado absolutamente, e incluso el presidente Barbón nos mencionó como uno de los tres sectores estratégicos para la región», así como la delegación de Defensa en Asturias. «Esto está funcionando porque todos nos hemos puesto a trabajar juntos».