El ataque de su suegro con un cuchillo «pilló desprevenido» a Luis Zalarar, según los peritos
ASTURIAS
Ocho agentes del Cuerpo Nacional de Policía han testificado en la tercera sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial
09 nov 2022 . Actualizado a las 14:55 h.El acusado de matar de 25 puñaladas a su yerno para evitar que viera a su hijo de dos años, tras lograr la custodia compartida en el proceso de separación, no dejó opción alguna de defensa a la víctima, según han resaltado los peritos en la Audiencia Provincial de Oviedo.
Ocho agentes del Cuerpo Nacional de Policía han testificado como peritos en la tercera sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial contra el acusado, Juan Antonio F.R., de 72 años, quien afronta una petición de pena por parte de la Fiscalía de 22 años de cárcel. El acusado confesó el 12 de noviembre de 2019 haber matado a su yerno, Luis Salazar, de 41 años, en su domicilio de Mieres, por lo que el jurado debe dirimir si cometió un delito de asesinato y, por tanto, actuó con alevosía y premeditación, como mantienen la Fiscalía y la acusación particular, que pide 25 años de prisión, o si, por el contrario, no tuvo intención de matar e incurrió en un delito de homicidio como alega la defensa, que pide una pena de 7 años de cárcel.
La prueba pericial era hoy una de las más relevantes para determinar la intencionalidad del acusado y en la sesión han declarado los agentes que realizaron la inspección ocular en el domicilio de la víctima, donde se halló su cadáver, los que recogieron las muestras de ADN y los que examinaron las huellas halladas en la vivienda. Los peritos han ratificado que en la escena del crimen no había signos de lucha, ni forcejeo, ni apreciaron desorden en la vivienda, por lo que han concluido que la víctima apenas tuvo opción de defensa y, bajo su criterio, el ataque le «pilló desprevenido».
Los hechos ocurrieron en la cocina, donde el cadáver estaba en medio de un gran charco de sangre, con proyecciones de gotas a las paredes, y se halló una huella del acusado debajo de la manilla de la puerta de entrada a la vivienda, «cuando ya salía». Cuatro peritos han indicado que la víctima recibió la primera puñalada en el antebrazo izquierdo, la siguiente en la muñeca -donde llegó a romperle todos los tendones de la mano-, la tercera en el abdomen de una «profundidad grande» que le llegó a seccionar «órganos relevantes» y a continuación cayó al suelo, quedando inicialmente de rodillas.
Seguidamente «se desplomó», han añadido los peritos, que han ratificado que a partir de ahí todas las puñaladas siguientes las recibió estando ya en el suelo; una apreciación que se basa en que «no hay un movimiento reactivo» por parte de Salazar. La víctima sólo presentaba unos cortes en los dedos que, según los peritos, se corresponden con «un acto reflejo de intentar quitar el cuchillo», unas «pequeñas señales de defensa» que fueron producidas cuando se percató de la agresión, ya que la muerte «no fue inmediata».
Otros dos peritos examinaron seis huellas, de las que cinco aparecieron en la inspección ocular y la sexta al ponerle reactivos químicos, de los que una pertenecía a la exmujer de la víctima que estaba en el cristal de la puerta de la cocina y otra que correspondía a su padre debajo de la manilla de la puerta de entrada de la vivienda. Los peritos también han subrayado que al examinar la ropa del acusado no encontraron restos de sangre del cuchillo, por lo que deducen que salió de la vivienda llevándolo «envuelto», y aún no ha sido localizado.
En la sesión de hoy estaba prevista la testifical de M.F.C., hija del acusado y exmujer de la víctima, su madre M.C., y su tío y cuñado, respectivamente, J.F.R., quienes han dicho que «prefieren guardar silencio» tras ser advertidos por el magistrado-presidente del tribunal del jurado de la Sección Tercera que no tenían obligación de declarar por su relación de parentesco. El juicio continuará mañana con la pericial de los dos médicos forenses y de los agentes que realizaron las pruebas toxicológicas, informa Efe.