Cara y cruz en las cercanías de Asturias: un 80% más de viajeros en trenes cada vez más viejos

Hasta un 80% más de viajeros con respecto a 2019 ha recuperado el transporte ferroviario de cercanías en Asturias tras la implantación de los abonos gratuitos -previo pago de una fianza de 10 euros- como medida impulsada por el Gobierno para ayudar a hacer frente al alza de los precios y para fomentar el transporte público y reducir el uso del vehículo privado en plena crisis climática. «No son los valores de 2005, que iban todos los trenes llenos, pero cuando se hace una apuesta por el ferrocarril, abaratando sus precios, se nota el incremento de viajeros», valora el presidente del comité de empresa de Renfe en Asturias, Francisco Barros, que no pasa por alto que los trenes que realizan los trayectos por Asturias ya tienen una antigüedad que les hace necesitar cada vez más reparaciones.

Para los de Feve, con los que cada día se realizan más de 240 circulaciones, ni siquiera existen ya algunas piezas de recambio porque ya pasan de los 30 años. Son una veintena de trenes en los que no se puede aseguran que vayan a llegar a la hora prevista precisamente porque son demasiado viejos y están obsoletos. En el caso de los de Renfe, Asturias dispone de algo más de una quincena y tienen una antigüedad de entre 18 y 21 años. A diario se necesita un mínimo de 15, con uno o dos de reserva, para realizar las 167 circulaciones de las cercanías de Asturias.

Plantearse que a corto plazo, en vista del incremento de viajeros, se hiciera lo mismo con las frecuencias es imposible. No sólo porque cualquier cambio en la obligación de servicio público requiere una planificación justificada, sino porque no hay más trenes para poder incrementar las frecuencias. «Estamos muy escasos de material, los trenes necesitan más mantenimiento porque cada vez son más antiguos y en los talleres no hay respuestos suficientes para ello. Y los trenes son los que son. No podríamos poner más trenes porque no hay más. No hay material ni maquinistas, estamos con lo justo para garantizar los horarios actuales».

Barros recuerda que, a medio plazo, irán culminando las inversiones que se están ejecutando o están previstas para mejorar la infraestructura ferroviaria en Asturias, pero considera que harán falta más trenes, modernos y eficientes, de los que están previstos para la comunidad para que los tiempos de viaje mejoren y sean competitivos para que el ferrocarril sea una opción de transporte público.

«Hace falta que los trenes lleguen a la hora, que no se retrasen, que no se supriman, que se disponga de trenes en condiciones… Es una apuesta a futuro en la que tienen que implicarse y empujar las administraciones, ayuntamientos y Principado, porque el futuro del transporte en Asturias pasa por el ferrocarril», indica, considerando que la decena de trenes nuevos de Feve que está previsto que se incorporen a los trayectos asturianos el año que viene no son suficientes, porque habría que renovarlos todos por antiguos. «Necesitaríamos una veintena para que circulen todos nuevos y sean fiables en cuanto a horarios.  Ahora nunca garantizamos que lleguen a tiempo; están obsoletos. En los talleres se hacen virguerías para sacarlos adelante, pero se necesite que se apueste por esto de verdad. Y en Renfe también habría que empezar a pensar en renovar el parque porque están llegado a los 20 años y empiezan a tener más averías», explica .

Renfe tiene previsto precisamente adquirir 101 trenes adicionales, de los que 69 serán destinados a cercanías y 32 a media distancia, con el objetivo de ir renovando si parque con convoyes más modernos, eficientes y sostenibles. Con estos trenes, cuya opción de compra se firmará en las próximas semanas, el plan de renovación de la flota superará los 5.400 millones de euros para incorporar a toda la red ferroviaria de España, incluida la alta velocidad y mercancías, medio millar de trenes nuevos.

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