Su Majestad el Rey hizo el año pasado en su discurso de la ceremonia de entrega de nuestros premios una llamada para que siguiéramos «adelante con confianza, por el recto camino de los valores y de los principios que engrandecen a una sociedad».
Esta reflexión de Su Majestad es, creo, la que nos debe mover a continuar trabajando con la mirada puesta en el futuro, con objetivos claros, con decisión, con humildad y con una gran ilusión. Así trabajamos en la Fundación Princesa de Asturias, para promover el conocimiento, la cultura, la ciencia, la solidaridad, con deseos de reconocer a todos los que con su trabajo son ejemplo y símbolo de estos valores.
Este año, tras dos ediciones en las que hemos tenido que ceñirnos a unas estrictas normas sanitarias, celebraremos, con un Campoamor en plenitud, el triunfo de la cooperación, de la concordia, de la belleza, de la verdad.
Sobre el escenario veremos recibir el galardón a nuestras premiadas de las Artes, la cantaora Carmen Linares y la bailaora María Pagés, dos artistas cuya labor de impulso del carácter universal del flamenco ha logrado, desde el respeto a la tradición, ensanchar el cante y el baile y dotarlo de nuevas herramientas. Al periodista polaco Adam Michnik, Premio de Comunicación y Humanidades, una persona fuertemente comprometida con el periodismo de calidad y con la recuperación de la democracia en su país natal. Michnik ha luchado a lo largo de los años defendiendo los derechos humanos, el diálogo y la reconciliación, transformándose de ese modo en un ejemplo de resistencia frente al autoritarismo. Al antropólogo y arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, Premio de Ciencias Sociales, un experto en las culturas y sociedades prehispánicas, que con su trabajo libre de mitos, inteligente y objetivo ha logrado prestigio internacional. También podremos ser testigos de la labor del Equipo Olímpico de Refugiados y su Fundación, Premio de los Deportes, cuyo trabajo de apoyo a los deportistas refugiados ayuda a concienciar sobre una de las crisis más importantes a las que se enfrenta la comunidad internacional y utiliza el deporte para la ayuda humanitaria, la cooperación y el desarrollo de las personas afectadas por conflictos a nivel internacional.
Juan Mayorga, Premio de las Letras, es, a juicio del jurado, autor de una obra de «enorme calidad, hondura crítica y compromiso intelectual», un dramaturgo que ha dotado al teatro de preocupación filosófica y moral, interpelando así a nuestra sociedad y a la dignidad del ser humano.
La emprendedora social británica Ellen MacArthur, Premio de Cooperación Internacional, trabaja sin descanso para cambiar nuestros hábitos de producción y consumo, centrando sus esfuerzos en una mejor utilización de los recursos naturales. Reducción, reutilización y reciclaje son palabras clave de su ejemplar esfuerzo y de su apoyo al desarrollo sostenible como vías para potenciar la economía circular. Los científicos Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis son expertos en Inteligencia Artificial y, como afirma el jurado, sus aportaciones al desarrollo del llamado aprendizaje profundo «suponen un gran avance cuyo impacto actual y futuro en el progreso de la sociedad puede ser calificado de extraordinario». El arquitecto Shigeru Ban, Premio de la Concordia, es también una persona generosa y solidaria con los que más sufren y convencida de que la arquitectura más fuerte es la que realmente está hecha a la medida del ser humano, para servir a sus necesidades y a su dignidad.
La parroquia de Cadavéu ha recibido el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias. Será muy emotivo visitar con Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta doña Sofía este hermoso rincón del Principado. Sus vecinos, que con tanto esmero han preparado esta visita, hacen honor a los méritos que el jurado ha reconocido en su acta de concesión: el mantenimiento de la diversidad productiva, la atención a los mayores, la promoción de la cultura propia, el respeto por la figura del padre Galo, el cariño y cuidado con los que celebran La Regalina, su carácter, en definitiva, de comunidad viva y organizada que proyecta hacia el futuro sus sueños y esperanzas de una vida mejor para todos.
La Fundación, que no es ajena a los retos y dificultades del presente, sigue apostando por la puesta en valor de todas aquellas actitudes y sentimientos que ayudan a avanzar hacia el futuro. Sabemos que en este camino no estamos solos. Y agradecemos todo el apoyo y la ayuda que, en cada edición, con cada entrega de nuestros premios, nos mueven a hacer las cosas mejor, con más ilusiones, con mayor optimismo. Con confianza, como nos ha dicho Su Majestad el Rey.
*Luis Fernández-Vega Sanz es Presidente de la Fundación Princesa de Asturias
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