En el verano de 2014, los premios Príncipe de Asturias tenían un problema. El rey Felipe VI acababa de ser proclamado rey en junio y la infanta Leonor se convertía por tanto en Princesa de Asturias. Los premios pasaban a llamarse como su presidenta de honor, en clave femenina. Pero hasta ese momento todos los premiados en la edición de ese año eran hombres, sin excepción. Frank Gehry, Quino, Joseph Pérez, John Banville, Avelino Corma, Mark E. Davis, Galen D. Stucky. La imagen del escenario del Campoamor sembrado de hombres en la primera edición de los Premios Princesa podía ser desasosegante (además de políticamente incorrecta). Quedaba una bala en la recámara: el premio de la Concordia, que se entregaba en septiembre, Así fue. Lo recibió Caddy Adzuba, la activista congoleña que denuncia la violencia sexual que sufren las mujeres de su país. La institución salvó los muebles. Ayer, ocho años después, la Fundación Princesa ha cerrado el círculo con el nombramiento de la primera mujer presidenta, Ana Isabel Fernández, que se une a la Princesa, a la directora Teresa Sanjurjo y a la huella indetectable de la Reina Letizia. Cuatro mujeres en el siglo de las mujeres.
Ana Isabel Fernández sustituye a Luis Fernández-Vega, el prestigioso oftalmólogo, que al cumplir los 70 años abandonará el cargo en diciembre al dictado de los estatutos de la institución. Su relevo ya había sido anunciado en mayo: se trataba de Mauro Guillén, pero una repentina enfermedad del sociólogo le obligó a renunciar esta semana. El relevo exprés se ha hecho oficial. Un nombramiento por aclamación, en un formato híbrido, en Oviedo y de forma telemática. De alguna manera, Ana Isabel Fernández sigue la línea disruptiva que el patronato adoptó esta primavera, con el nombramiento frustrado de Guillén. Es decir, una presidenta con un perfil académico de alto nivel, conocedora, eso sí, del mundo empresarial y las finanzas, aunque no en una primera línea como sus antecesores.
Los predecesores de Fernández tuvieron un nexo común: sus fuertes lazos empresariales. Pedro Masaveu y Plácido Arango estaban al frente de emporios familiares con grandes fortunas mientras que José Ramón Álvarez Rendueles y Matías Inciarte ocupaban altas responsabilidades en empresas multinacionales (entre otras, Rendueles en Arcelor y Peugeot; Inciarte en el Banco Santander). Luis Fernández-Vega dirige el Instituto oftalmológico Fernández-Vega, un referente en la medicina privada del país.
¿Pero quién es Ana Isabel Fernández? Discípula del catedrático asturiano Álvaro Cuervo, su gran valedor en sus inicios, es la actual rectora de CUNEF, la Universidad privada especializada en finanzas. Sus conexiones con la empresa la han llevado a formar parte del Consejo de Administración de Mapfre y de Grupo BME (la compañía que gestiona el Ibex 35). Fue secretaria del Consejo Social de la Universidad, decana de Económicas y vicerrectora con Juan Vázquez, el exrector que pudo ser director de la Fundación Princesa de Asturias hace unos lustros (fue tanteado), pero cuyo nombramiento fue vetado por Tini Areces. Fernández ha sido también directora de la Fundación Banco Herrero y es vocal del patronato de la Fundación Banco Sabadell. Es una experta en finanzas, en gobierno corporativo y banca.
El nombramiento de Ana Isabel Fernández ha sido bien recibido en Asturias, especialmente desde la Universidad. Ignacio Villaverde, que compartió equipo rectoral con ella ha alabado a la nueva presidenta. El rector ha asegurado que «es una elección muy acertada, muy adecuada. Quiero expresar mi orgullo como rector de la Universidad de Oviedo porque es una profesora de nuestra institución la que va a presidir la Fundación Princesa, lo que va a ayudarnos a estrechar aún más los fuertes lazos que nos tenemos con la fundación». Villaverde ha deseado además una pronta recuperación a Mauro Guillén.