Teresa Sanjurjo: «La vocación de los Premios es reconocer la excelencia, por lo que no tienen cabida fronteras ni cuotas»

G. GUITER

ASTURIAS

Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Princesa de Asturias
Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Princesa de Asturias TOMÁS MUGUETA

La directora de la Fundación Princesa de Asturias habla de la actualidad de los galardones, que se entregarán en la tradicional ceremonia del Teatro Campoampor el próximo 28 de octubre

23 oct 2022 . Actualizado a las 13:27 h.

Teresa Sanjurjo (Madrid, 1972) y directora de la institución desde el año 2009 resta importancia a la presencia minoritaria de premiados españoles en el palmarés e insiste en que «el foco de la Fundación es exactamente el mismo que en sus orígenes, reconocer la excelencia, ofrecer referentes».

-Los Premios Princesa de Asturias cuentan cada año con una agenda más intensa. ¿Qué novedades veremos en la edición de 2022?

En la Fundación Princesa de Asturias llevamos muchos años tratando de acercar a la sociedad, para la que trabajamos, las trayectorias y los logros de nuestros galardonados de forma innovadora, enriquecedora y diversa. En torno a ellos, y con este propósito, se articula tanto la Semana de los Premios como el programa para centros educativos Toma la Palabra, que cuentan, y estamos muy contentos por ello, con una extraordinaria participación de público. En esta línea hemos seguido trabajando en la presente edición, pues creemos que es la adecuada para el cumplimiento de nuestros fines. La novedad esencial cada año son nuestros galardonados, que nos van a permitir conocer diferentes manifestaciones del arte, la cultura, la ciencia y el pensamiento. Además, después de dos años de restricciones, aunque nunca hemos interrumpido nuestras actividades, volvemos de nuevo a aforos completos.

 -Parece que el programa Toma la Palabra del que me habla está creciendo mucho. ¿Qué buscan con esta iniciativa?

El programa Toma la Palabra es un capítulo sustancial de nuestra actividad con el que tratamos de conectar a la comunidad educativa del Principado de Asturias. Organizamos una propuesta muy diversa, dirigida a distintas etapas del sistema educativo y que pueda adaptarse en función del propio nivel de los estudiantes, de su grado de conocimiento, a una actividad que les permita profundizar en la obra y los valores de los galardonados. Aprovecho esta ocasión para agradecer su entusiasmo a la Consejería de Educación, a todos los centros públicos, privados y concertados que participan en este programa y a los docentes que lo hacen posible.

-¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los estudiantes asturianos que podrían ser los futuros premiados sobre los valores de los Premios?

-El mensaje más importante es, en mi opinión, el de los propios valores. Los valores científicos y humanísticos, los logros de las personas y de las instituciones ejemplares que inspiran nuestro trabajo. El mundo avanza, cambia, nos encontramos ante situaciones inesperadas, algunas trágicas e indeseables, como las que nos han sacudido estos últimos tiempos. Para que la sociedad progrese necesitamos del ejemplo de los mejores, de las referencias que nos proporciona su trabajo, del arte, de la cultura, la democracia, de la importancia de la ciencia y del valor del esfuerzo, de la generosidad y del espíritu cívico. Ese es el mensaje que transmiten nuestros premios.

-¿Qué planes tienen para los próximos años? ¿Qué les gustaría poder organizar en el futuro?

-La Fundación tiene una característica que la hace muy estable y es que el foco es exactamente el mismo que en sus orígenes, reconocer la excelencia, ofrecer referentes. Son las formas las que evolucionan y se adaptan a nuevas necesidades, a nuevas circunstancias, pero esa esencia de premiar a los mejores, de situar la atención pública en las personas que destacan es lo que nos caracteriza. Y, sin duda, un aspecto de gran importancia para nosotros en un futuro próximo es la mayoría de edad de Su Alteza Real la Princesa de Asturias, nuestra presidenta de honor. Nos gustaría mucho acompañarla en ese proceso hasta su edad adulta.

- ¿Está satisfecha con la aceptación popular que tienen los actos culturales que organiza la Fundación en la Fábrica de Armas de La Vega? Se ha demostrado que tenía un gran potencial.

En la Fundación estamos muy satisfechos con la aceptación social que tienen los actos que organizamos, que se hace patente en los índices de participación que arroja cada edición, incluidos los años de pandemia durante los cuales, a través de formatos virtuales, presenciales e híbridos, pudimos seguir adelante con nuestra programación. En este contexto, la Fábrica de Armas de La Vega, que es un emplazamiento fantástico, nos ha permitido además contar con un espacio amplio y seguro a lo largo de este tiempo. Estamos muy agradecidos al Ministerio de Defensa por la cesión gratuita que hace de ese espacio extraordinario para que miles de personas puedan disfrutar de nuestra programación cultural.

-En ese sentido, una vez que existe un plan para recuperar la fábrica, aunque todavía no está muy definido, ¿le gustaría que se dedicara un espacio donde seguir celebrando eventos de la Fundación de forma menos provisional?

-Como he mencionado anteriormente, creo que lo distintivo de la Fundación es nuestro contenido propio. Centramos la atención en las personas y en las instituciones que realizan destacadas contribuciones a los principales desafíos de nuestro tiempo y procuramos poner a disposición de los ciudadanos sus logros y trayectorias porque pensamos que aportan valor al conjunto de la sociedad. Eso es lo esencial, a los espacios disponibles siempre nos adaptaremos.

-¿Podría incluso trasladarse la Fundación a ese espacio y tener una sede propia allí?

-La Fundación tiene una sede propia en el centro de Oviedo que satisface nuestras necesidades. En momentos puntuales, como son los preparativos de la entrega de los Premios, vamos dando soluciones, con carácter temporal, a las necesidades que puedan ir surgiendo, de espacio o de otra índole.

-Tras dos años atípicos por la covid-19, parece que estamos en camino de normalizar por completo los actos de los premios, ¿qué cree que hemos aprendido de la pandemia y en qué fallamos?

-Aunque a lo largo de estos últimos años no hemos interrumpido nuestra labor y hemos logrado entregar los premios, en esta edición de 2022 vamos a desarrollar todas nuestras actividades, sin dejar a un lado la prudencia, con absoluta normalidad, con aforos completos, sin mascarilla u otras pautas de prevención que hasta ahora eran necesarias. Creo que una de las enseñanzas fundamentales de la pandemia es que es esencial tener un sistema sanitario robusto que pueda atender estas situaciones y, también, que de una pandemia hay que salir juntos.

-Los Premios recogieron claramente la inquietud y el reconocimiento de la sociedad hacia quienes lucharon durante la covid-19, tanto sanitarios como científicos y cooperantes. ¿Cree que esto concienció más a la gente sobre la necesidad de luchar unidos?

-Indudablemente, hay cuestiones que tienen una magnitud y un carácter globales en torno a las cuales son indispensables grandes consensos. Los Premios no son ajenos a ellas, son un reflejo de lo que sucede en el mundo, de sus inquietudes y tendencias. En estos dos últimos años, hemos sido conscientes de la importancia de la ciencia, de la necesidad de dotar de medios a los sanitarios, a los investigadores, los cooperantes y otras tantas profesiones para poder trabajar juntos en la búsqueda de soluciones a problemas que nos conciernen a todos. Lo triste es que tengamos que vivir una tragedia de esta dimensión para ser conscientes de ello.

-Este año vuelve a haber una gran mayoría de premiados extranjeros. Este carácter internacional de los premios los hace sin duda más conocidos en el mundo. Sin embargo, ¿no cree que falta mucho talento por reconocer más cerca, dentro de nuestras fronteras?

-La vocación de universalidad es inherente a los Premios, como lo es la de reconocer la excelencia, por lo que no tienen cabida fronteras ni cuotas. Cada año recibimos candidaturas de aproximadamente sesenta países y esa es por definición la naturaleza de los Premios, internacional. En todo caso y, personalmente, me llama la atención la presencia este año de tres premiados españoles, lo que sin duda es un reconocimiento muy importante del gran talento que tenemos en nuestro país.

-¿Qué premiado o premiada recuerda con especial emoción de los años que lleva como directora de la Fundación?

-He tenido la oportunidad de rememorar estos días los muchos recuerdos que se acumulan después de ya trece años dirigiendo la Fundación. Es muy difícil escoger o quedarse con un momento y, aun así, me atrevo a decir que la llegada de Katalin Karikó al Hotel de la Reconquista en la pasada edición de los Premios. La gente que pasaba por la calle la reconoció y se detuvo a aplaudirla. Ella se emocionó y me dijo: «Toda una vida trabajando, con pocos medios, sin reconocimiento, sola en un laboratorio y ahora es la sociedad la que me reconoce. Es muy emocionante y voy a guardar este recuerdo en mi corazón».

-Seguramente, a veces el listado de candidatos de un Premio hace difícil la elección. Revele un poco del backstage. ¿Es complicado, en general, que los jurados se pongan de acuerdo para conceder los galardones, o se producen discusiones intensas?

-Realmente no se trata de que yo revele nada, sino de algo en lo que los propios jurados insisten cada año. Afortunadamente hay muy buenos candidatos, muy variados, como también lo son los jurados, integrados por personalidades que son especialistas en sus respectivos ámbitos y con visión internacional. Por ello, indudablemente, se genera debate y ese debate va generando unos consensos de tal forma que lo usual es que los jurados, aunque no resulte ganadora su candidatura favorita a priori, estén muy satisfechos con el resultado, porque el nivel es altísimo.

-¿Está preocupada porque la crisis económica afecte a las cuentas de la Fundación?

-La Fundación es muy consciente de la situación que vivimos y también se ve afectada por sus consecuencias. La crisis y la inflación -estamos asistiendo a un incremento de los precios hasta del cuarenta por ciento- están teniendo un impacto en nuestras cuentas, al igual que repercuten en las economías de las familias, de las empresas y de las instituciones. En este contexto, todos vamos a tener que elaborar con mucho cuidado nuestros presupuestos. Quiero por ello reiterar mi agradecimiento a nuestros patronos por su generoso apoyo, institucional y económico, y que son conscientes del esfuerzo que hacemos para tener una gestión eficiente, rigurosa y austera.