Un sector pesquero «en recesión» y castigado por Europa: «Estamos en extinción y esto lo empeora todo»

X. M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Un barco pesquero entra en el puerto de Avilés.
Un barco pesquero entra en el puerto de Avilés. J.L.Cereijido

Los barcos asturianos no comprenden las razones de la UE para vetar la pesca en áreas de las aguas de Portugal, España, Francia e Irlanda y por qué no diferencia entre las distintas artes, algunas de bajo impacto ambiental

09 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La flota pesquera asturiana no da crédito a la decisión de la Unión Europea de vetar la pesca de fondo en 87 zonas en aguas profundas en la plataforma continental. Recientemente, la UE ha suavizado la norma y excluido 41 caladeros de esos 87 por tener una profundidad menor a los 400 metros que marca la norma, que entra en vigor a partir del 9 de octubre, y los barcos podrán seguir faenando en esas áreas inferiores a 400 metros. Sin embargo, el sector sigue indignado.

La medida prohibirá la pesca en áreas de Portugal, España, Francia e Irlanda, en cumplimiento del reglamento de ejecución sobre las áreas marinas protegidas. Con el nuevo reglamento, que todavía admite recurso en el que están trabajando los países afectados, la Unión Europea prohibirá a barcos europeos y extracomunitarios la pesca de fondo, de artes fijas o móviles, entre los 400 y 800 metros de profundidad.

Marcadas en rojo, las áreas marinas de España, Portugal, Francia e Irlanda que la Comisión Europea quiere cerrar a la pesca en contacto con el fondo, artes fijas de anzuelo y de red y arrastre
Marcadas en rojo, las áreas marinas de España, Portugal, Francia e Irlanda que la Comisión Europea quiere cerrar a la pesca en contacto con el fondo, artes fijas de anzuelo y de red y arrastre ICES

El sector pesquero se está reuniendo para tomar una decisión sobre cómo afrontar las limitaciones de la Unión Europea. Los pesqueros preguntados por La Voz de Asturias señalan el mal momento coyuntural elegido por la Comisión Europea para limitar la pesca, mermada por los precios del gasoil, las cuotas de pesca y el cambio generacional, y no comprenden por qué el texto no diferencia entre la pesca de arrastre de otras artes que se prohíben, como el palangre de fondo o las redes de enmalle. El informe del Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES) sobre el que se basa el reglamento, denuncian desde el sector pesquero, no tiene datos científicos actualizados ni tiene en cuenta dichas artes, mucho menos dañinas para los hábitats que el arrastre. Apenas quedan un par de arrastreros en la flota asturiana.

Adolfo García, presidente de Federación de Cofradías de Pescadores del Principado de Asturias y patrón mayor de Navia, considera que la medida, que «no fue consultada con el sector, va a traer muchos problemas de congestión porque no hay caladeros suficientes» ya que algunos de los prohibidos eran muy importantes para la flota asturiana. Seguirán reuniéndose a lo largo de la semana y «tomaremos una decisión. Hay gente que quiere parar ya, otros manifestarse… Seguimos en contacto con la secretaria general de Pesca del Gobierno» que pedirá el veto de la prohibición en la Comisión Europea. Una de los aspectos que consideran más descabellados de este reglamento es no haber tenido en cuenta la pesca de palangre.

«Hay estudios que demuestran que la pesca de palangre apenas altera los ecosistemas, apenas tiene contacto con el fondo» y los estudios utilizados por Bruselas incluyen la pesca de arrastre sin tener en cuenta el palangre o la volante, que están afectados por la medida.

Ramón Jesús Riesgo, patrón del Mar de Pedro, explica el problema que supone para el sector el cierre de estas áreas. «Nos afecta a todos directa o indirectamente porque los barcos que tradicionalmente pescaban en las zonas tendrán que desplazarse a otros caladeros». Su barco va a la bajura y verán restringidas seis zonas, algunas de ellas «muy importantes para nosotros los últimos años». En cuanto a la cuantía de las pérdidas por las medidas, es difícil de calcular. «No podemos hablar de porcentajes porque en la pesca eso nunca se puede predecir. Veremos cómo se desarrollan las cosas pero lo que está claro es que en un caladero en el que podíamos trabajar ya no podemos. Vamos a concentrarnos más barcos en menos zonas. Directa o indirectamente, nos va afectar a todos», asegura Riesgo, que lamenta que no se haya tenido en cuenta el impacto socioeconómico que supondría para el sector.

La pesca de altura se verá especialmente afectada. El armador del Xuan Moncho, Juan Antonio Menéndez, lamenta la decisión de la Unión Europea que «nos golpea duramente. El sector vive una crisis coyuntural con el precio del gasoil, el cambio generacional… El sector está en extinción y esto solo empeora lo grave de la situación». El barco de Menéndez se dedica a la pesca de palangre, un arte de pesca tradicional y selectiva que también se ve afectada por el veto de la Unión Europea. «No han tenido en cuenta el palangre, que está demostrado por estudios que tiene un bajo impacto ambiental». En la pesca de palangre estático, lo único que toca el suelo son los anclajes, del tamaño de adoquín. «Nosotros somos los primeros interesados en que haya peces en el futuro y se cuiden los ecosistemas», afirma Menéndez, que duda que la medida lo vaya a hacer. «Nos empujan a concentrar la flota en áreas en las que esté permitido».

La flota asturiana denuncia la falta de datos actualizados en los que se basa la Unión Europea, que no diferencia las artes fijas de las móviles. Según el Instituto Español de Oceanografía (IEO) «las artes de bajo impacto como el palangre se verán potencialmente mucho más afectadas que las de alto impacto». El sector pesquero pide ayudas a la paralización temporal para hacer frente a las restricciones europeas pero también a la paralización definitiva, la opción del desguace de los buques. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha pedido la suspensión del reglamento y ha criticado que no se haya hecho un estudio profundo de las consecuencias económicas y sociales que tendrá para el sector. Los países afectados estudian presentar un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.