Los sindicatos alertan de que si los desorbitados precios de la energía y las materias primas no se controlan y se da una más que previsible retracción del consumo, los principales motores económicos de la región sufrirán las consecuencias
26 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Los sindicatos vienen advirtiendo desde hace meses que nos acercamos a un «otoño caliente» desde el punto de vista reivindicativo y de movilizaciones. A una inflación disparada, que afecta cada día a las familias en forma del coste de una vida cada vez más invivible, se une la incapacidad de garantizar unos precios competitivos de la energía (tanto para particulares como para grandes empresas) y el recorte de la demanda global. Esto ha provocado que empiecen a asomar las primeras amenazas (y realidades) de regulaciones de empleo, definitivos y temporales, en empresas radicadas en España y Asturias.
Duro Felguera, que el año pasado fue rescatada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con 120 millones y reestructuró deuda con la banca por otros 85 millones, enfriaba radicalmente esta semana las expectativas de aquellos que confiaran en una recuperación inmediata de la empresa.
El Expediente de Extinción de Empleo (ERE) que la firma ha planteado para cuatro de sus sociedades ha sido, de hecho, definido por el presidente del Principado, Adrián Barbón, como una «mala noticia». El máximo responsable del Ejecutivo autonómico ha apuntado que la «destrucción de empleo no es la vía por la que debe caminar» la compañía.
El despido colectivo, que la compañía plantea por causas objetivas de carácter económico, productivo y organizativo, afectaría a Duro Felguera SA, que cuenta con 296 trabajadores; DFOM, con 182; Mompresa, con 122, y Felguera-IHI, con 7. La multinacional no ha concretado cuántos de esos 600 empleados se verán afectados por la medida.
ArcelorMittal ha planteado a los sindicatos un ERTE para los 8.300 empleados de sus instalaciones españolas, salvo Condesa, con vigencia hasta diciembre de 2023. El Expediente de Regulación Temporal de Empleo es consecuencia de que la multinacional acordara parar el horno alto A de Gijón y ante la inactividad prolongada de la acería compacta de Sestao.
Incertidumbre en la gran industria asturiana
El secretario general de CCOO de Industria, Damián Manzano, explica que las de ambas compañías son «dos situaciones que, aunque coincidan, no tienen nada que ver, ni tienen las mismas causas».
En este sentido, «Arcelor en España y Europa lo que plantea es una parada de producción en diferentes países por los altos costes de energía y una contracción del mercado y de determinados sectores», lo que tiene una «explicación por los precios de la energía que ya venimos denunciando».
Esta situación también se produce «por la entrada en Europa de productos de terceros países que no tienen los mismos costes energéticos». «En una situación excepcional la UE debe de actuar para que sus capacidades productivas y el empleo se salvaguarde», resalta.
Damián Manzano considera necesario «recordar que la multinacional viene de un largo periodo de beneficios absolutamente extraordinarios», por lo que exige que cualquier medida que adopte la multinacional «sea coyuntural y no afecte al empleo».
El responsable de industria de CCOO en Asturias cree que «Europa tiene un problema grave» en el ámbito industrial. Cree que los Gobiernos autonómico y nacional han de «trasladar a ArcelorMittal la exigencia de que garantice las inversiones necesarias para la descarbonización».
Por otro lado diferencia la situación que se produce en Duro Felguera, la cual llevan «denunciando años». En este caso, es el resultado de «una gestión nefasta». Indica que «la última esperanza fue la utilización del fondo de rescate de la SEPI». «Vemos que durante este tiempo Duro no termina de buscar su lugar, ampliando su cartera de pedidos y recuperando presencia en todos esos proyectos».
«No sabemos cuántos despidos se plantearán en Duro», admite, y adelanta que se trata de «una situación gravísima», por lo que «hay que preguntarse cómo se llega aquí y cómo ha utilizado la empresa las cuantiosas ayudas». Cree que la ingeniería especializada en proyectos llave en mano «aparte de despedir gente, tiene que decir qué mas tiene pensado para garantizar su futuro».
Esta situación «se enmarca en un contexto en el que vemos cerca una posible recesión económica», con un «aumento exagerado de los precios y menos consumo». Por lo tanto, es más que razonable pensar que «la industria se va a ver afectada».
«En España y Europa, si estamos inmersos en una situación de excepcionalidad, se deberían adoptar también medidas excepcionales que garanticen la supervivencia y el empleo en la industria, así como la capacidad de producción frente a esos terceros países», insiste Damián Manzano.
Explica, en este sentido, que «la mayoría de los productos industriales que se elaboran y se consumen en Europa». Mientras tanto, «las eléctricas cobran precios desorbitados a empresas y consumidores y no adoptan medidas excepcionales para que se puedan adaptar». Considera que la UE debería fijar unos precios máximos de la energía «para consumidores, industrias y ciertos productos básicos de consumo».
Cuestionado acerca de si se prevén más regulaciones, Manzano no las descarta «si esta situación se mantiene mucho más tiempo». En efecto, con un «aumento desorbitado de la energía y las materias primas, si hay un retroceso del consumo va a haber merma de la producción que va a afectar al ámbito industrial». Aunque «de momento no hay ninguna constatación» de que vayan a anunciarse nuevos EREs en la gran industria asturiana a corto plazo, cree que no es buena señal que «en otras comunidades autónomas sectores como el del automóvil hayan puesto en marcha expedientes de regulación temporal de empleo en los últimos meses».
Un «panorama sombrío»
Jenaro Martínez, secretario general de UGT-FICA Asturias, lamenta que «las noticias que recibimos hacen prever un panorama sombrío». Por un lado Arcelor, la «mayor empresa industrial y verdadero motor de la región para un horno durante tres meses, y no se descarta que definitivamente, con lo que representaría para el empleo fijo, auxiliar e inducido».
Insiste en que se viene «reclamando tiempo un pacto de rentas que no llega. Los trabajadores y trabajadoras sufren una inflación desbocada y no tenemos que perder de vista el incremento de los tipos de interés». «De aquí a diciembre podemos ver que la caída del poder adquisitivo nos lleva a un panorama sombrío», asevera.
Con este panorama considera innegociable «ayudar a trabajadores y trabajadores con subida de salarios y mecanismos de ayuda». Recuerda que «en Asturias asistimos al inicio del periodo de consultas para un despido colectivo en Duro», empresa que «lleva años en una situación complicada, que acabó con el rescate de la SEPI». «Nos encontramos con un expediente cuya profundidad desconocemos», apunta.
Jenaro Martínez cree firmemente que «ese no es el camino». Ante la posibilidad de que puedan anunciarse en los próximos meses regulaciones en otras empresas de la región prefiere «ser prudente, pero la parada de un horno alto en ArcelorMittal y el ERE en Duro Felguera seguramente tendrán consecuencias directas sobre el conjunto de la economía».
Cree imprescindible que no se produzca una situación «como en anteriores crisis y que siempre los trabajadores sean los que paguen los efectos de la crisis», más si cabe cuando «en el último año y medio los indicadores de facturación y actividad de las empresas asturianas estuvieron muy por encima de las expectativas».