La renuncia de Llamazares a ser candidato a la alcaldía de Oviedo

Juan M. Arribas

ASTURIAS

F. Sotomonte

20 sep 2022 . Actualizado a las 13:37 h.

Hay más intriga de lo que cabría esperar en la cuenta atrás para las elecciones municipales en Asturias, especialmente en las dos ciudades más pobladas en Oviedo y en Gijón. En la villa de Jovellanos con un derrocamiento de la alcaldesa actual y el posible regreso de una alcaldesa anterior, con Carmen Moriyón para encabezar el cartel de Foro. También en Oviedo pudo haber habido un regreso inesperado pero no cuajó.

Gaspar Llamazares salió de Izquierda Unida (tras haber sido coordinador general y también candidato en Asturias) por duros enfrentamientos con Alberto Garzón sobre la integración con Podemos. Intentó una aventura en solitario con la plataforma Actúa que no logró resultados pero la coalición en el Principado siempre lamentó haber perdido a quien consideraba una de sus más señaladas bazas ante las urnas. Tan es así que meses atrás hubo conversaciones informales pero con propuestas concretas para tratar de convencer a Llamazares para que regresara a la política activa en Asturias y, en concreto, para encabezar el cartel de IU a la alcaldía de Oviedo. La coalición se quedó sin concejales la pasada legislatura en medio de las turbulencias de los partidos y al terminar el gobierno municipal del tripartito en que el participó el histórico Rivi. 

Con todo, y pese a agradecer el tono de la oferta, Llamazares la rechazó para destacar que por el momento sólo desea respaldar sin más implicación el proyecto de Yolanda Díaz que se llamará Sumar y que ya se ha presentado pero que, según declaró este verano, la propia ministra de Trabajo no llegará seguramente a los comicios autonómicos y municipales de mayo sino que se concentrará en afianzar la candidatura a las elecciones generales.

La marcha de Llamazares de IU de Asturias fue traumática en la medida en que se llegó a lanzar desde Madrid la nada velada amenaza de intervención en un crudo enfrentamiento (que tardaría meses en rebajarse) en que la federación asturiana defendía su autonomía como organización mientras que la dirección estatal apostaba con mucha intensidad por la integración con Podemos. Las aguas se calmaron con el inicio del gobierno de coalición y los asturianos terminaron por sentirse reivindicados ya que, a su juicio, el pacto en el Ejecutivo coincidía con sus tesis de colaboración y no enfrentamiento con el PSOE. Además la deriva interna de los morados también terminó por empujar a la IU federal a plantearse la conveniencia de buscarse una ruta por su cuenta en el futuro inmediato. Al fina en Madrid y en Asturias, tanto IU como Podemos, afirman sentirse identificados en los planteamientos de Yolanda Díaz. Por el momento al menos.