El propietario de una casa independiente energéticamente: «Llevo cuatro años sin pagar por la electricidad»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Paneles solares instalados en la vivienda de Fernando García
Paneles solares instalados en la vivienda de Fernando García

Fernando García ha logrado una vivienda «totalmente independiente» de la red eléctrica con una inversión de unos 9.000 euros que, según sus estimaciones, se amortiza en 5 años

28 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En estos tiempos en los que la llegada de las facturas de la luz y del gas se ha convertido en la peor pesadilla de la ciudadanía por lo excesivas que suelen ser, hay quien vive sin esa presión y sin la preocupación de que los precios de la energía oscilen. Fernando García es una de las pocas personas en Asturias que no paga esas facturas desde hace más de cuatro años, el tiempo que hace que apostó por instalar paneles solares en su vivienda y hacerla «totalmente independiente» siendo una casa en la que todo, incluso la calefacción y el agua caliente sanitaria, depende de la electricidad. Es decir, tiene una vivienda aislada que es autónoma al cien por cien energéticamente hablando puesto que no está conectada a la red eléctrica. Para ello, desde 2018 ha realizado una inversión que ronda los 9.000 euros que, según sus estimaciones, tendrá amortizada en 2023. 

Fernando García cuenta que cuando él y su pareja se trasladaron a la vivienda en la que residen actualmente en Siero decidieron que querían ser independientes de la red eléctrica, así que estudiaron la alternativa de los paneles solares como opción para desconectar la casa de la red, puesto que cuando la compraron lo estaba. Así, en 2018, y tras contactar con empresas que se dedicaban a hacer instalaciones de paneles solares, Fernando se decidió a hacerlo él mismo tras buscar algunos tutoriales en internet y comprobar que no era nada complicado hacer una instalación con paneles solares. «No es necesario tener una titulación específica. Las propias empresas que venden los kits tienen vídeos para su instalación y su configuración. Solo hay que seguir los pasos», comenta. 

Lo primero que hizo este vecino de Siero fue calcular cuánta potencia diaria podían necesitar, un cálculo sencillo que sacó de las facturas eléctricas que pagaba en su anterior vivienda. Tras estimar podrían requerir entre 3.000 y 4.000 vatios al día apostaron inicialmente por un kit autoinstalable que les generaba 3.000 vatios. «Empezamos con una instalación de 24 voltios, una instalación básica que, posteriormente, fuimos ampliando. Hoy somos totalmente independientes», señala Fernando García, que explica que «las instalaciones aisladas (las que no están conectadas a la red) se configuran en función de las necesidades de cada vivienda». En su caso, pone de relieve que no tienen un consumo muy elevado porque tratan de reducir la energía que consumen y de optimizarla con la instalación de bombillas led o con electrodomésticos de máximo ahorro energético. «Tratamos de economizar siempre lo máximo posible, pero no solo para que el consumo sea mínimo, sino también por una cuestión medioambiental», argumenta. 

Tras dos años con el kit básico y en vista de los buenos resultados, Fernando decidió ampliar su instalación en 2020 con la colocación de algunos paneles solares más para conseguir hasta 5.000 vatios de potencia y cambiar las baterías de plomo ácido por unas litio para tener una capacidad de más de 10.000 vatios acumulados, lo que le permite tener hasta tres días de autonomía en caso de que esté nublado y los paneles solares no consigan recargar las baterías. Así, entre la inversión realizada en 2018, entre 3.000 y 4.000 euros, más la realizada hace dos años y medio, entre 4.000 y 5.000 euros, Fernando se ha gastado alrededor de 9.000 euros, una cantidad que, según sus cálculo, tendrá amortizada en 2023. Es decir, 5 años después de haber apostado por tener una vivienda aislada. De hecho, asegura que la inversión inicial que realizaron «la amortizamos en esos dos años». 

Sin limitaciones de potencia 

Este vecino de Siero reconoce que lo complicado de este sistema es «que al principio no tienes referencias de instalaciones así, por lo que no quieres hacer una inversión tan grande y haces una inversión pequeña para ver si eres autosuficiente». Con la ampliación que acometieron después, que les genera hasta 5.000 vatios, asegura que «no tenemos limitaciones de poner varios electrodomésticos a la vez», incluso, de los que consumen más energía, como pueden ser la lavadora o el lavavajillas, y teniendo en cuenta que la calefacción y el agua caliente sanitaria también dependen de la electricidad. 

El hándicap, como comentaba anteriormente, puede ser cuando el tiempo está nublado durante varios días. «En invierno, en momentos puntuales en los que durante varios días está nublado o hay niebla, tiramos de un generador, pero el cómputo global es que al cabo de un invierno lo usamos entre 20 y 30 horas, lo que me puede suponer un gasto de 50 euros en combustible», dice Fernando García, que precisa que con una hora de generador dispone de 3.000 vatios, el consumo de un día, y le supone un coste de 2 euros. «Me compensa más tirar de generador que ampliar las baterías. Cada una tiene un coste de unos 1.000 euros y, al final, tienen una vida útil de equis años, con lo cual, no las amortizaría», refiere el mismo, que tiene todos los cálculos realizados para que rentabilizar la inversión en el menor tiempo posible. 

Con su experiencia, para quienes se animen a tener una casa autosuficiente, la recomendación que da es que no apuesten por instalaciones excesivamente modernas que les supongan una inversión mucho más elevada. Según dice, hasta el momento ha ido a instalaciones de gama media que le han resultado muy bien. «Con una instalación de gama alta, no me salía la cuenta, porque hay que calcular a cuánto te sale cada vatio, y la diferencia puede ser de un 30% más de una instalación a otra», indica Fernando. 

En su caso, también estima que se ahorró en torno a un 15% en mano de obra al realizar él la instalación completa. Cierto es, comenta, que si a unos instaladores profesionales les lleva un día realizarla entre dos personas, a él le llevó tres días hacerla «porque lo que más tiempo lleva es la colocación de los paneles solares. Es la parte más aparatosa. Después hacer la conexión y configurar las baterías y el inversor, es cuestión de horas, de media jornada para una persona sola porque solo hay que seguir los pasos de los vídeos explicativos». 

Autosuficiente, mejor que autoconsumo 

Fernando García traslada también que por su experiencia se decanta más por tener una vivienda aislada y desconectada de la red eléctrica aunque en muchas épocas del año «podría verter un montón de kilovatios al día a la red y dar energía a dos o tres viviendas». «Es mejor el autoconsumo que nada, pero en esa situación hay otros entes que salen más beneficiados que el usuario: la distribuidora eléctrica y las empresas que se dedican a ese tipo de instalaciones», y es que añade que al no estar conectado a la red eléctrica «tienes menos requisitos que cuando lo estás. Ellos, al final, tienen que tener el control», concluye.