La reparación del argayo en la A-63 condiciona la apertura hasta Salas, que se mantiene para 2023
ASTURIAS
«A medida que podamos ver cómo evoluciona el argayo podremos concretar más», señala el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, que ha visitado varias obras del ministerio en la comunidad
05 ago 2022 . Actualizado a las 17:28 h.El horizonte de puesta en servicio de la autovía A-63 entre Oviedo y Salas se mantiene en el ejercicio de 2023 a la espera de cómo evolucionen las obras que realiza el Ministerio de Transportes para reparar el inmenso argayo que se produjo en abril del pasado año a la altura de Casazorrina, el movimiento de tierra de mayor volumen registrado en la red viaria española.
Así lo ha asegurado hoy el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, que se encuentra desde ayer en Asturias para visitar diversas obras que ejecuta su departamento en Asturias con una inversión conjunta de 130 millones de euros y que hoy se ha desplazado junto a la delegada del Gobierno, Delia Losa, y el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado, Alejandro Calvo, tanto a la zona del argayo como al ya reconstruido puente de La Barrosa.
«A medida que podamos ver cómo evoluciona el argayo podremos concretar más», ha apuntado Flores dadas las «incertidumbres» que genera actuar sobre un talud de esas dimensiones y la complejidad de unas obras de restauración de un desmonte que alcanza los 90 metros de altura para el que se han diseñado actuaciones por importe de 14,5 millones de euros.
La solución para un desprendimiento generado por las obras de construcción del tramo Cornellana-Salas de la A-63 que sepultó los dos carriles de la N-634 comenzó con la construcción de una estructura de contención que penetre en el sustrato rocoso y permita, posteriormente, el saneo del terreno inestable de forma segura.
Para ello, se ha ejecutado un talud inicial de una altura de hasta nueve metros, sostenido con bulones y hormigón proyectado para construir posteriormente un muro de hormigón armado anclado al terreno. En estos taludes se aplicarán distintos elementos de contención y sostenimiento, en función de la calidad de los terrenos, que podrán incluir mallas de triple torsión, mallas de red de cable, bulones y hormigón proyectado y se dispondrán bermas intermedias que permitan acceder a distintos puntos del talud, reponer el camino maderero afectado por el deslizamiento y acceder a varios elementos de auscultación que se van a colocar.
Pese a la falta de concreción sobre los plazos de finalización de una obra «con dificultades inmensas e incertidumbres sobrevenida», el consejero asturiano se ha mostrado satisfecho de que la revisión del proyecto de la A-63 al que ha obligado el argayo es «la pieza que falta para completar» la infraestructura y ha lamentado que durante mucho tiempo se hiciera «muy poco» para concluirla hasta el punto de que los vecinos de la zona llegaron a pensar «que no se iba a completar».
Además, el secretario general de Infraestructuras se ha mostrado satisfecho por el cumplimiento del compromiso adquirido por su departamento de reabrir al tráfico en este mes de julio el puente de La Barrosa, en la carretera N-634, que permanecía cortado desde agosto de 2021 cuando fue demolido por su mal estado apenas una década después de su construcción.
La inversión realizada en la demolición de la anterior estructura y la construcción de la nueva ha ascendido a 2,53 millones de euros y el puente se abrió con señalización de obras tanto vertical como horizontal ya que en este ámbito continúan desarrollándose las obras de la segunda calzada de la A-63, entre Salas y el Regueirón.
La reapertura del puente, ha apuntado Flores, permitirá además «visualizar» los avances ya realizados en este tramo de la autovía cuya entrada en servicio está prevista para el próximo otoño.
Tercera carril de la Y
El secretario general de Infraestructuras, que esta tarde asistirá en Gijón a la inauguración de la Feria de Muestras de Asturias, realizó además anoche una visita a las obras de construcción del tercer carril en el tramo de la autovía A-66 entre Lugones y Matalablima, que se prolongarán hasta el año próximo a un ritmo de ejecución que ha recibido abundantes críticas.
En este sentido, Flores ha señalado que se trata de una actuación condicionada por cuestiones técnicas y no presupuestarias dado que uno de los principales objetivos en las obras de la autovía A-66 ha sido minimizar las afecciones al tráfico para lo que se ha tenido que recurrir a trabajos en horario nocturno sobre una vía que soporta un tránsito diario de unos 60.000 vehículos, informa Efe.