«En la montaña puede pasar de todo: la prudencia es el mejor consejo», advierten en la federación asturiana de deportes de montaña, escalada y senderismo
28 jul 2022 . Actualizado a las 10:53 h.Los servicios de rescate de montaña de la Guardia Civil y el Servicio de Emergencias del Principado (Sepa) acumulan varios días con un ritmo frenético de intervenciones en la montaña: localización de personas desorientadas al realizar rutas, rescates de montañeros accidentados o asistencia a senderistas lesionados. En ocasiones esos incidentes tienen que ver con percances imprevistos que ocurren incluso a los montañeros más experimentados porque como dice Juan Manuel Rionda Mier, presidente de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (FEMPA), «en la montaña puede pasar de todo».
En otras, las causas tienen que ver con imprudencias que se cometen por un exceso de confianza, y es que como añade, «la montaña en verano se masifica, sobre todo, en los parques, y como va mucha gente, otra gente se piensa que también puede ir». Es decir, que si bien hay intervenciones motivadas por accidentes e infortunios, también hay comportamientos inadecuados o errores que se cometen a la hora de salir a la montaña que es conveniente tener en cuenta para minimizarlos. Algunos de esos errores son los siguientes:
1. No programar la actividad
A la montaña no se debe acudir a pasear sin más. El presidente de la FEMPA aconseja programar la actividad; saber a donde vas a ir; cual es la dificultad de la ruta: baja, media o alta; o donde puede haber una cabaña o una majada en caso de necesitar refugiarse. Tener unas salida B o una vía de escape es lo mejor siempre que sea posible.
2. Salir sin equipamiento
Ir con vestimenta o calzado inadecuado para hacer una ruta de montaña es otro de los errores que puede derivar en una intervención de los equipos de rescate, así como no llevar agua para hidratarse o comida ligera con la que reponer fuerzas. Desde la FEMPA recomiendan llevar una mochila con algunas cosas básicas, como ropa de abrigo, cremas solares, cantimplora, algo de comida nutritiva (barritas energéticas o frutos secos), un pequeño botiquín, un frontal, una navaja e, incluso, papel y lápiz.
3. Iniciar al ruta tarde
En la programación de la actividad deben tenerse en cuenta los tiempos y, por tanto, no es recomendable iniciar una ruta tarde. Se debe contar con que, ante cualquier incidencia, queden horas de luz para tener tiempo de ser rescatado.
4. Descolgarse del grupo
Ir solo a la montaña o descolgarse del grupo con el que se ha programado la actividad puede convertir una ruta para disfrutar de la naturaleza en una actividad de riesgo. Es por ello, que la FEMPA plantea que una vez iniciada la actividad se realice lo previsto sin salirse de la ruta programada. Por tanto, no se deben hacer tramos solos ni dejar descolgado a nadie del grupo.
5. Bajar la guardia en el regreso
Durante el descenso es cuando más se va a acusar el cansancio y es cuando se baja la guardia. Hay que tener presente que se deben guardar fuerzas para todo el trayecto, incluido el regreso, por lo que no se deben sobrevalorar las fuerzas físicas y técnicas.
6. No saber renunciar
Querer concluir una ruta o querer alcanzar una cima puede derivar en un agotamiento extremo que impida a la persona que hace senderismo o que acude a la montaña poder realizar el regreso por sus propios medios. Desde la FEMPA apuntan en su Guía Práctica de Montañismo que «retirarse a tiempo es siempre una victoria, no un fracaso».
7. Demasiada confianza en uno mismo
Para acudir a la montaña es necesario tener cierta preparación física y conocer las limitaciones de cada uno cuando se tiene algún problema de salud. Tener demasiada confianza en uno mismo es un error que puede tener consecuencias cuando se sale a la montaña. Así, si se es principiante, no es conveniente fijar objetivos demasiado altos, sino marcar un ritmo de caminada y una meta alcanzable.
8. No tener en cuenta la meteorología
Muchos de los rescates que se tienen que llevar a cabo en las montañas asturianas es a personas a las que las sorprenden malas condiciones climatológicas en plena ruta, como puede ser la niebla. Es importante tener en cuenta la meteorología antes de salir a la montaña. Si aún así te sorprenden unas condiciones inadecuadas, desde la FEMPA apuntan que lo mejor es buscar un lugar seguro y resguardarse y no deambular en la oscuridad para evitar caídas o que puedas despeñarte. Solo si se está en un camino fiable se aconseja andar y descender con cuidado. Es importante valorar la situación.
9. Malinterpretar el mapa
Cuando no se acude con guía a la montaña y no se conoce el entorno, uno de los riesgos es no interpretar adecuadamente el mapa o croquis de la zona. Es fundamental saber leer un mapa con precisión y, por supuesto, haber incluido en el equipamiento una brújula y algún sistema GPS. Acudir a la montaña con un teléfono móvil con suficiente batería y algún cargador externo con el que poder recargarla siempre es una buena opción.
10. Desoír los avisos de riesgo de aludes
En determinadas épocas del año hay que tener en cuenta los aludes de nieve cuando se sale a la montaña. Desoír los avisos que se suelen lanzar desde las administraciones y los propios servicios de emergencias puede tener consecuencias importantes. Desde la FEMPA indican en la Guía Práctica de Montañismo que en caso de aludes se debe tratar de caminar por lugares seguros, teniendo en cuenta que si no queda más remedio que pasar por una ladera o zona de riesgo, lo aconsejable es pasar por la zona más alta que se pueda (crestas, lomas o zonas protegidas por bosque), siempre circulando de uno en uno, guardando una distancia prudencial y sin hacer movimientos bruscos.
Para tratar de minimizar los accidentes e incidentes en la montaña, desde la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias lanzaban hace aproximadamente un mes un folleto con normas para la prevención en la montaña, una información que el presidente de la FEMPA considera que debe conocer toda aquella persona que se decida a hacer rutas de mayor o menor dificultad porque «en la montaña puede pasar de todo y cuanto más conocimiento tengas, mejor», apunta Juan Manuel Rionda Mier, quien apostilla, no obstante, que «la prudencia es el mejor consejo» a la hora de salir a la montaña.
De todos modos, el mismo ve necesario que el GREIM, el SEPA, la FEMPA y los colectivos vinculados a los deportes de montaña elaboren conjuntamente un plan de prevención que posibilite toda la información a los visitantes, montañeros y senderistas «para evitar que la gente lo pase mal en la montaña».