Orange y MásMóvil, dueña de Telecable, cierran su fusión para crear el líder del sector en España
ASTURIAS
La operación está valorada en 18.600 millones y permitirá alumbrar a la mayor operadora de telecomunicaciones del país por número de clientes y la segunda por facturación
24 jul 2022 . Actualizado a las 11:56 h.Operación histórica en el mercado de las telecomunicaciones español. Tras varios meses deshojando la margarita, MásMóvil y Orange anunciaron este sábado que habían llegado a un acuerdo definitivo para fusionar sus respectivos negocios en España. El resultado de este matrimonio será todo un hito en sí mismo. Porque tras la operación, ambos alumbrarán a la mayor compañía de telecomunicaciones española por número de clientes de telefonía móvil y banda ancha (con más de 31 millones de líneas entre ambas patas del negocio). Eso sí, en lo que a ingresos y beneficio se refiere, todavía tendrán trabajo por delante. Porque a pesar de unir fuerzas, Movistar (tras la que se encuentra Telefónica España) todavía podrá seguir presumiendo de mantenerse imbatible en lo que a datos financieros se refiere. El nuevo gigante de las telecomunicaciones resultante de la fusión prevé alcanzar una facturación de 7.300 millones de euros, poco menos de la mitad de ingresos que registró la firma que dirige Álvarez-Pallete en el 2021.
Era cuestión de tiempo que se formalizara una operación que viene fraguándose ya desde el mes de marzo. Quedaban algunos flecos por resolver. Este sábado llegó la fumata blanca. En un comunicado firmado por las dos entidades, Orange y MásMóvil explican que en esta nueva etapa formarán una joint venture —una empresa conjunta— controlada al 50 % por Orange y Lorca JVCO (matriz de MásMóvil). La transacción estará valorada en 18.600 millones de euros, una cifra que supone una rebaja de mil millones con respecto a los datos iniciales que ambas revelaron el 8 de marzo cuando se sentaron a negociar los detalles del procedimiento. Por aquel entonces, el número que manejaban era de 19.600 millones.
Valor de empresa
Dentro del acuerdo final, también se fija el valor empresa de ambos socios. Así, el de Orange queda en los 7.800 millones de euros (7,2 veces el resultado bruto de explotación o ebitda previsto para este año); mientras que el valor de MásMóvil se establece en los 10.863 millones (8,7 veces el ebitda esperado). Estas valoraciones definitivas también suponen una reducción con respecto a los datos revelados el pasado 8 de marzo, concretamente, de 800 millones menos a Orange y de 600 por debajo de lo marcado entonces a MásMóvil. «La joint venture creará un actor sostenible con capacidad financiera y escala suficiente que le permita seguir invirtiendo y asegurar el futuro de la competencia en infraestructuras en España, en beneficio de los consumidores y de las empresas», resumían las compañías en el comunicado. El acuerdo también deja patente cómo se conformará la nueva dirección del gigante de las telecomunicaciones. Los asientos del consejo de administración serán repartidos de forma ecuánime: habrá el mismo número de integrantes para Orange que para MásMóvil. En lo que respecta a los cargos, el presidente del grupo y el director financiero serán dos puestos que tendrá que designar la operadora francesa; mientras que el cargo de consejero delegado recaerá en manos del primer ejecutivo del Grupo MásMóvil, Meinrad Spenger.
La fusión colocará bajo el mismo paraguas una quincena de marcas. El operador francés aportará a este catálogo tres: la enseña que da nombre al grupo, Orange, junto con Jazztel y Simyo. Más abultada será la contribución de MásMóvil (controlada en un 85 % por fondos de inversión como KKR, Cinven y Providence). El grupo que capitanea Meinrad Spengel posee una docena de marcas entre las que se encuentran la asturiana Telecable, la gallega R o la vasca Euskaltel; pero también otras como Yoigo, Pepephone o Llamaya. Los clientes de todas estas firmas no sufrirán ningún cambio. De hecho, la fusión no tendrá impacto en los clientes de las marcas, que seguirán operando como hasta la fecha, con total independencia de la identidad corporativa que adquiera la nueva joint venture.
El acuerdo también incluye un derecho a activar una salida a la Bolsa española a través de una oferta pública de venta (opv). Sin sorpresas en estos términos, pues era una cuestión que ya estaba prevista en marzo cuando se anunció el inicio del proceso de fusión. Pero este posible estreno en el parqué patrio tendrá que ser bajo unas determinadas condiciones acordadas. Orange (participada en un 21 % por el Estado francés) podrá tomar el control entonces y consolidar la entidad combinada resultante de esa salida a Bolsa.
Segunda mitad del 2023
Queda un largo camino por delante. El nuevo operador iniciará ahora un periplo para lograr el visto bueno de las autoridades europeas. Calculan desde las compañías que todo este proceso, hasta conseguir la aprobación de los agentes encargados de velar por la competencia del mercado, podría lograr su fin en la segunda mitad del 2023.