Cómo se produjo este curioso fenómeno en un arenal de la parroquia de Bañugues, en el concejo de Gozón
03 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Muy cerca del faro de Cabo Peñas, en las costas del concejo de Gozón, se encuentra casi escondida en la ensenada de Llumeres la playa del mismo nombre. Es uno de los muchos buenos arenales que tiene Asturias, pero no uno más, pues muestra una peculiaridad que lo hace diferente a los demás: el color rojizo intenso del fondo arenoso de la orilla que se debe a la particular historia del lugar.
La parroquia de Bañugues siempre fue un lugar rico en mineral de hierro. A decir de los expertos, ya los romanos eran conocedores de este yacimiento, que fue explotado desde tiempos antiguos. Pero será a partir del siglo XIX cuando empezará a sacarse el hierro de forma industrial en una mina subterránea de Llumeres.
La antigua compañía minera de Gozón fue adquirida por Duro Felguera, que utilizaba el rico mineral para sus hornos de fundición. Ya a partir del fin de la Guerra Civil se construye un gran castillete, tal como recoge el libro de Lucía Fandos Hombres y mujeres de hierro: Las minas de hierro del grupo Llumeres en Gozón (1859-1967) (Universidad de Oviedo). Es el momento del auge del funcionamiento de la mina de hierro, que sin embargo durará relativamente poco, menos de tres décadas.
Hacia mediados del siglo pasado, llegaron a estar en activo al mismo tiempo 500 trabajadores en la mina, aunque pasarían por ella más de 2.500. Una empresa importante en la comarca. El paulatino agotamiento de la explotación llevará a su cierre en el año 1967 y la venta de sus terrenos a un particular.
Quedaron, sin embargo, recuerdos importantes de la actividad minera: en primer lugar, las arenas rojizas debido al mineral de hierro extraído, que tiñe la playa de Llumeres. Más de medio siglo después del cierre, aún permanece en el fondo marino.
Y, por otro lado, algunas instalaciones como la casa de máquinas, los talleres o el considerable dique de carga que han hecho que sean declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), pero se encuentran en estado de ruina. Por ese motivo, la asociación cultural El Curbiru de Bañugues sigue reclamando a la Administración un plan de recuperación de esos restos que son parte importante de la historia del concejo. El Curbiru colaboró con Lucía Fandos para la elaboración de su libro, que en opinión del colectivo sería una buena base para un centro museístico.