La comunidad celebra de forma oficial el 25 de mayo con varias actividades y recreaciones históricas

L. Ordóñez

Un día como hoy de hace 214 años pasaron muchas cosas en Asturias, sucesos que muchos de sus protagonistas no podían ser conscientes de que estaban marcando y definiendo el país y su historia hasta el presente. En una España invadida por el más poderoso ejército del momento en Europa, por las tropas de Napoleón, los asturianos tomaron las armas para hacer frente a los franceses tras tener noticia de los sucesos del 2 de mayo en Madrid; fue la primera ocasión dentro de la península ibérica en la que reconoció la soberanía popular, en la Junta Suprema que se constituyó en Oviedo, la que armó un ejército astur, diseñó la bandera azul con la Cruz de la Victoria del presente y envió una embajada a Inglaterra en busca de aliados.

«El levantamiento de mayo de 1808 supuso para la historia de España una ruptura, fue el comienzo de un proceso entre guerra y revolución, como ya dijo el conde de Toreno, que desemboca en las Cortes de Cádiz y el cambio del Antiguo Régimen al moderno sistema liberal y constitucional, el fin de lo que quedaba del feudalismo y el comienzo de la sociedad que conocemos hoy»; destacó el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de León, Francisco Carantoña, experto en la Guerra de Independencia.

Todos estos hechos hacen que la efeméride ya fuera merecedora de una festividad singular, incluso para conmemorar el Día de la comunidad y son varios colectivos los que lo han demandado para distinguirla así además de las celebraciones religiosas del 8 de septiembre. Se va a destacar, en todo caso, este año por todo lo alto con una serie de actividades y recreaciones históricas que se van a prolongar en distintos espacios de la capital hasta el próximo 28 de mayo.

La historia de una rebelión

Los ánimos ya estaban calientes en la comunidad en el mes de abril de 1808. Con los ejércitos napoleónicos paseándose libremente por el país como si ya fuera suyo, en Gijón estalló una algarada cuando Michel Lagonier, cónsul francés en el puerto de la villa se pone a arrojar panfletos contra la monarquía española y termina teniendo que huir a la ciudad de A Coruña. En un tiempo en el que el medio de comunicación más rápido era un buen jinete sobre un buen caballo, las primeras noticias de lo que ocurrido en el levantamiento del 2 de Mayo en Madrid llega a Oviedo una semana después y con ese correo llega también una advertencia de Joaquín Murat, cuñado de Napoleón, informando de que habrá penas y castigo contra cualquier rebelión ante las tropas francesas. Ese mismo día, el 9 de mayo, estudiantes de la Universidad de Oviedo asaltan la fábrica de armas e intentan forzar a la audiencia provincial para la insurrección; y lo hace.

«El 2 de mayo todavía no se sabía que Napoleón pensaba hacer abdicar a todos los miembros de la familia Borbón y sustituirla por su hermano, así que hay una serie de incidentes pero limitados. La insurrección de Asturias el día 9 es la más importante porque está reunida la Junta General y es la que decide en primer lugar iniciar un reclutamiento», señaló Carantoña.

En los días que siguieron a ese 9 de mayo hasta el 25 se sucedieron intrigas, amenazas que pasaban de veladas a manifiestas en cuestión de días, escapadas en la noche, cambios de bando no precisamente movidos por el convencimiento y la explosión del movimiento popular. Las instituciones del Antiguo Régimen pueden compartir nombre con nuestras audiencias y juntas generales pero ni su formación ni su funcionamiento tienen nada que ver con las contemporáneas. Compuestas por nobles y clérigos, las autoridades de Asturias tenían muy presentes las conminaciones que llegaban de Madrid para que no se alzaran en armas. Así, la misma Junta que el día 11 enviaba comisionados a León, Cantabria y Galicia para arengarlas a la rebelión pedía el día 13 el desarme del populacho en Oviedo. El miedo era real y motivado, el día 19 se recibe un correo extraordinario del Gobierno central (ya controlado por los franceses) señalando que tropas desde Castilla y Bilbao se dirigen a Oviedo para someterla y con la advertencia de pena de muerte si no se desarma a la población en 24 horas. Pero muchos no estaban conformes, el marqués de Santa Cruz le afeó la cobardía y juró que iría él solo a plantar cara a Pajares y «la posteridad sabrá que hubo un astur leal y bizarro que murió resistiendo solo en la invasión de este noble suelo». Al anochecer los rebeldes más convencidos, entre ellos Agustín de Argüelles, parten de la ciudad para reclutar al mayor número de hombres y resistir.

El día 21 quien llegó a Oviedo fue un coronel de la Legión de Honor napoleónica, que era ayudante de campo de Murat y además acompañado de ocho intimidantes miembros de la Guardia de Corps. Tenían la orden de fusilar a los miembros de la Junta que se había mostrado abiertos a la rebelión el 9 de mayo. Pero el embrión del ejército asturiano ya estaba en marcha, llegaron unos 2.000 hombres que hicieron campamento en lo que hoy es San Lázaro y otros tantos se acantonaron en San Cristóbal y Otero. La autoridad del Antiguo Régimen se derrumba, los paisanos llegados de toda Asturias toman la fábrica de armas y constituyen la Junta Suprema, esta institución es totalmente novedosa porque reconoce su legitimidad en la soberanía popular.

«Hubo muchos levantamientos en España, sobre todo en la periferia, pero seguramente la de Asturias es la primera junta que se constituye, y que convoca a la Junta General del Principado, que será la que gobierne de forma efectiva Asturias durante el primer año de la guerra, que es soberana, porque consideran que el rey está capturado y la soberanía ha vuelto al pueblo», apuntó Carantoña que de hecho destacó la relevancia de personajes como Álvaro López Estrada «que redacta una circular aprobada en la Junta de Asturias y en la que ahí sí se dice literalmente 'la soberanía reside siempre en el pueblo', y es algo que tiene un carácter revolucionario y que es algo excepcional en ese tiempo».

Asturias formó su «Exército defensivo» y encargó a un grupo de notables, que tomó en consideración un informe de Jovellanos, para diseñar una bandera para sus tropas. Esta es, con variaciones, la que hoy luce en el Principado, azul con la cruz de la Victoria y entonces llevaba el lema de «Asturias xamás vencida». La Junta Suprema declara la guerra «al tirano de Europa», nombra General en Jefe del Ejército del Principado a Joaquín Navia Osorio y Miranda Marqués de Santa Cruz y elige unos legados para enviar una embajada a Gran Bretaña y buscar su alianza en la guerra contra el mayor ejército de Europa en ese tiempo y uno de los mejores estrategas de la historia. La que se conoció como Guerra de Independencia en España y Guerra Peninsular en Gran Bretaña no terminó hasta 1814 y junto a mucha gloria y épica también dejó los primeros horrores del conflicto moderno que inspiraron otros de los cuadros de Goya, algunas de sus «Pinturas Negras»

Las celebraciones del 25M

Las actividades tendrán como epicentro el salón de actos del Palacio de los Condes de Toreno, de Oviedo, donde el 25 de mayo a las 11.30 horas se celebrará el acto El 25 de mayo de 1808 y la Guerra de la Independencia, con la exhibición de uniformes de época, a cargo de la Asociación de Recreación Histórico-Cultural de Asturias (ARHCA). La actividad va a estar dirigida a estudiantes de enseñanza secundaria, citó Europa Press.

Más tarde, a las 17.00 horas, se celebrará la mesa redonda La significación histórico-política del 25 de mayo de 1808, con la participación del presidente de la Asociación de Amigos del País de Asturias, José María Fernández González; el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, Ignacio Fernández Sarasola; y la profesora titular de Historia del Derecho y de las Instituciones de la Universidad de Oviedo, Marta Friera Álvarez.

A las 18.00 horas, se celebrará la clausura de la jornada a cargo del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos, y el presidente del Principado, Adrián Barbón. Por otro lado, a las 18.20 horas, se realizará la presentación de armas en la Plaza de Porlier por la Asociación de Recreación Histórico Cultural de Asturias (ARCHA) con uniformes de época.

Los actos continuarán el 28 de mayo de 2022, a las 12.00 horas, cuando la Asociación de Recreación Histórico Cultural de Asturias (ARHCA) y la Asociación de Amigos del País de Asturias salga de la Plaza del Ayuntamiento de Oviedo a la Corrada del Obispo, entrando en el claustro de la Catedral por la Puerta de la Limosna.

Posteriormente, en la Sala Capitular de la Catedral, se celebrará una conferencia a cargo del catedrático de la Universidad de Oviedo, Agustín Coletes Blanco, sobre El estandarte de Pelayo: el 25 de mayo de 1808 y el alzamiento de Riego en la poesía inglesa. Posteriormente, se depositará una corona de laurel bajo las lápidas de los Centenarios I y II.

Los actos incluyen también salvas en la Corrada del Obispo a cargo de un pelotón de recreacionistas de la Asociación de Recreación Histórico Cultural de Asturias (ARCHA) en honor de los muertos en la Guerra de la Independencia y el depósito de una corona de laurel ante las placas conmemorativas de la algarada patriótica del 9 de mayo de 1808, en la esquina de las Calles Rúa y Altamirano, pondrán punto final a la conmemoración del 25 de mayo.