Las víctimas del cierre de Danone: «Tras 40 años en la empresa, me sentaría muy mal salir por la puerta falsa»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

De izquierda a derecha, Violeta Feito, Daniel Del Oso y José Ramón Menéndez «Momi», trabajadores de la fábrica de Danone en Salas
De izquierda a derecha, Violeta Feito, Daniel Del Oso y José Ramón Menéndez «Momi», trabajadores de la fábrica de Danone en Salas

El fin de la actividad en la planta de Salas supondría el despido de los 71 trabajadores fijos que tiene la multinacional en el concejo

16 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los trabajadores de Danone tratan de digerir el mazazo que supuso el anuncio de la multinacional de cerrar su planta de Salas. Superado el impacto inicial, el concejo se prepara para dar batalla e intentar que la actividad se mantenga. Son conscientes de la dificultad de que aparezca un comprador, pero es su única esperanza. De lo contrario, la bajada definitiva de la persiana supondría «la muerte» del municipio, coinciden los afectados. Aunque la medida afecta a toda la zona, las principales víctimas son los 71 empleados directos de la compañía. Tres de ellos -Momi, Violeta y Daniel- cuentan su historia personal.

La vida de José Ramón Menéndez, más conocido como Momi, está estrechamente ligada a Danone. La multinacional abrió en Salas en 1981 y Momi lleva 40 años trabajando allí. Tiene 62 años, así que dos tercios de su vida han estado dedicados a la empresa. Nacido en Pravia, lleva 35 años viviendo en Salas, por lo que sabe perfectamente la repercusión que el posible cierre podría tener en el concejo. «Sería la muerte del pueblo, enterrarlo del todo», asegura de forma contundente. «El concejo ya tenía poca vida y poca actividad y Danone era el único pulmón, por lo que esto sería la puntilla», asevera.

Los trabajadores eran conscientes de la caída de las ventas, pero Momi asegura que la noticia del posible cierre «nos pilló por sorpresa. No tanto por el anuncio en sí, que se veía venir porque no hay una dirección que sepa ver dónde está el problema, como por el momento». «Estábamos en el proceso de negociación del convenio y de golpe paran y nos llegan con este bombazo», añade.

Danone ha planteado la posibilidad de buscar un comprador que mantenga la actividad y ha puesto sobre la mesa prejubilaciones, recolocaciones indemnizaciones. Aunque es una propuesta inicial y tendrán que negociar los términos, Momi considera que, en su caso, «entiendo que me tocará la prejubilación». «Es más, yo llevaba tiempo pidiéndosela a la empresa. Había hablado con el director y me quería marchar ya, pero ya no quiero», afirma. «Después de 40 años, me sentaría muy mal salir por la puerta falsa. Esa no es la forma de marcharme», sentencia.

En cuanto a las posibilidades de que aparezca un comprador, Momi reconoce que «es cuestión de cada uno. Unos ven el vaso medio lleno y otros medio vacío. Conociendo el entorno y las infraestructuras que tenemos, muy goloso no lo veo para ninguna empresa, pero ojalá esté equivocado porque sería la forma de revitalizar la zona».

Violeta, con contrato relevo desde hace dos meses

Las historias de los 71 trabajadores tienen puntos en común, pero cada una de ellas tiene matices. Al igual que Momi, Violeta Feito lleva 40 años en la empresa. Desde hace dos meses se había acogido a un contrato relevo -tiene una jubilación parcial- por lo que no tiene claro qué le deparará el futuro.

A sus 62 años, nacida en Pravia, tendrá que esperar a que avancen las negociaciones para ver qué le ofrece la empresa. «Si el relevista sigue, yo puedo seguir, pero si el relevo se acaba, no sé qué va a pasar», explica. En su misma situación hay más compañeros. Violeta tiene claro que deben luchar hasta el final porque si no sigue la actividad «será la muerte del pueblo». «Es el eje que hay en el concejo y, después de tantos años aquí, sería un mazazo», añade. La trabajadora apunta que ellos veían que no había inversiones y «no tenían voluntad de impulsar la producción. Parecía que se estaba dejando caer y el tonelaje cada vez iba a menos», pero reconoce que «no esperábamos esta noticia ahora porque estábamos negociando el convenio».

En cuanto al mantenimiento de la actividad, considera que «está complicado». «La fábrica está para lo que está y no sé lo receptiva que estará Danone a vender a otras empresas que son competencia», afirma Violeta, quien tiene claro que «hay que pelearlo». «Es difícil y todo depende de voluntades, pero en ello estamos», concluye.

 Daniel Del Oso: «Con 45 años muchas empresas ya no te quieren»

«Todos nos jugamos mucho». Las palabras de Daniel del Oso evidencian la incertidumbre y la importancia de la decisión final que adopte Danone para su futuro. Natural de La Espina, el 1 de junio cumplirá 19 trabajando en la fábrica de Salas. Tiene 45 años, así casi la mitad de su vida está vinculada a la multinacional.

«Los de mi edad pertenecemos al colectivo de los más perjudicados porque somos jóvenes para viejos y viejos para jóvenes», explica Daniel. «No entramos dentro de las prejubilaciones y, lógicamente, abrirse al mercado laboral con nuestros años es muy difícil porque muchas empresas ya no te quieren», explica, antes de aseverar que «los prejubilados obtendrán unas condiciones que esperemos que sean lo mejor posible pero saben que tienen el futuro garantizado. Para el resto no hay garantías».

Daniel echa la vista atrás y recuerda que «Danone ya era un referente cuando yo era niño y bajaba a estudiar al colegio de Salas». Por eso, considera que, si se consuma el cierre de la planta, «sería un mazazo terrible». «Es el único referente empresarial de la zona, y no un referente cualquiera. Es una multinacional con más de 40 años aquí y todo el mundo sabe lo que significa Danone para Salas», apunta. «Es lo más parecido que teníamos a tener un trabajo para toda la vida en este concejo», apostilla.

Al igual que a sus compañeros, asegura que la noticia le pilló por sorpresa. «Una cosa son los rumores y otra cosa esto», explica. Eso sí, reconoce que «mucho optimismo no había porque vemos la caída de tonelaje año tras año desde hace más de una década». Además, sostiene que la decisión de la empresa de llevar una línea de producción de queso a Madrid había sido su condena definitiva. Con todo, «no esperábamos que tomaran una decisión así, de repente. Creíamos que tendríamos un margen de dos o tres años», afirma.

En cuanto al futuro, detalla que son varios los factores que deben confluir. «Tiene que existir una voluntad real de la empresa de vender y que haya un futuro comprador que realmente venga con un proyecto de futuro», explica. El punto a favor es que «ahora mismo todas las partes están alineadas, la empresa la primera, pero si aparece un comprador tiene que ser solvente y con un proyecto viable y de futuro», concluye.

Cartel de la concentración convocada para protestar contra el cierre de fábrica de Danone en Salas
Cartel de la concentración convocada para protestar contra el cierre de fábrica de Danone en Salas

El próximo jueves, día 19 de mayo, a las 20.00 horas, delante de la fábrica de Danone en Salas, se celebrará una concentración para pedir que no se cierre la planta. Será la primera de las medidas de presión con las que los afectados esperan convencer a la multinacional para que recapacite o, al menos, facilite una venta que permita mantener la actividad.