La fórmula de Asturias para las empresas: suelo especializado en Gijón, Avilés, Oviedo y Siero

Hubo un momento en el tránsito de siglo XX al XXI en el que parecía que cada concejo de Asturias iba a tener su propio polígono industrial saturando una oferta para la que no había demanda suficientes. Incluso proyectos más meditados como la Zalia o Bobes sufrieron los embates imprevistos como la Gran Recesión de 2008 y una pandemia global y sólo ahora, pasadas dos décadas empiezan a aclarar su horizonte. El suelo industrial, los espacios y semilleros de empresas crecen en Asturias pero con una vocación de especialización.  Al menos así lo ven desde la Federación Asturiana de Empresarios, FADE, que por boca de su director general, Alberto González, señala que empiezan a definirse unas áreas especializadas: «Una zona industrial en Avilés y la Zalia, una zona más tecnológica en Gijón; una zona biosanitaria en Oviedo y la zona de Bobes en la que lo que prima es la logística por el tirón de Amazon».

No todas estas áreas se encuentran igualmente avanzadas, unas tienen pendientes conexiones, otras están a punto de empezar a funcionar de forma efectiva en cuestión de meses y otras todavía no pasan de planes y proyectos.

La Zalia tiene un balance agridulce entre su tamaño y expectativas y el resultado efectivo que todavía espera al corto plazo. «Fue una propuesta de FADE en el año 2000, pero el tiempo que pasó, lo que tardó en concretarse, y la crisis las cosas cambiaron mucho», señala el director de la patronal asturiana y que, sin embargo, destaca que sigue siendo una apuesta fundamental para que Asturias «mantenga el apellido industrial otros 20 años». En este sentido apunta que debería evitarse la tentación de hacer un contenedor multiusos: «es un espacio industrial único en Europa, con casi un millón de metros cuadrados disponibles, está al lado de un puerto con capacidad de amarre de buques Panamax; acceso por tren y por autovía, y sobre todo al lado de una cabecera de producción de acero de alta calidad», indica destacando la ventaja de especializarse y atraer industria transformadora del acero.

En este sentido, y después de la vacante que ha quedado en las antiguas baterías de Arcelor en Avilés, en la Fabricona, insiste en que debe mantenerse un proyecto de suelo industrial si «como todos los partidos dicen que Asturias debe seguir apostando por el sector». De forma reciente, el pasado mes de marzo, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, puso en valor en Avilés el proyecto que tiene Sepides para los 200.000 metros cuadrados que liberarán las antiguas de baterías de cok de ArcelorMittal donde dijo se llevará a cabo «toda una metamorfosis» para que Asturias «siga siendo un imán de empresas».

También esperó mucho tiempo el polígono de Bobes en Siero, hasta el empujón definitivo del gran centro logístico de Amazon, el principal punto de distribución de la multinacional para todo el noroeste de la península ibérica, en España y Portugal, y que comenzará funcionar este verano previsiblemente. Día a día las obras avanzan a gran ritmo y Bobes está a punto de completar sus espacios disponibles, según explica González con más proyectos de logística: «tiene una buena conexión con la autovía y si fuera necesario incluso se podría extender el ramal de tren que hay hasta Central Lechera».

En este punto, el director de FADE indica que con Bobes (en Siero) casi al completo y con Olloniego (en Oviedo) sin más capacidad, el área central debería empezar a analizar una posible ampliación de Silvota (en Llanera).

El ámbito de las nuevas tecnologías es el punto de atractivo de Parque Tecnológico de Gijón. En enero, el Principado aprobó la cesión gratuita en propiedad al Ayuntamiento de Gijón de una parcela con una superficie de 2.012 metros cuadrados y que persigue conformar, junto con los ámbitos colindantes, Laboral Centro de Arte, el campus universitario, el Jardín Botánico Atlántico y el Hospital de Cabueñes, un gran foco de innovación de referencia en el norte de España y en el arco atlántico europeo.

Pendiente de que se concrete primero la cesión por parte del Ministerio de Defensa y luego la bajada a tierra de los proyectos que están en el aire, está el futuro de la antigua Fábrica de Armas de Oviedo. 122.000 metros cuadrados para, según el gobierno municipal, la consejería de Ciencia y la cámara de comercio local, formalizar un polo de del sector biosanitario aprovechando la cercanía del HUCA.

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