Los territorios del norte son los que acumulan más tardanza para llegar a las capitales de otras autonomías

F.S.

En todos los foros sobre el futuro de la movilidad siempre se señala al tren como la mejor alternativa, frente a los coches, para eliminar contaminación y también atascos. Pero seguramente no haya un medio de transporte tan maltratado y, al menos en Asturias, las quejas de los usuarios por la falta de inversión, el abandono de estaciones y la pérdida de calidad en frecuencias se acumulan desde hace décadas. De cara al exterior de la cordillera Cantábrica muchas esperanzas se han puesto (para los pasajeros, pero también para las mercancías) en el arranque definitivo de la Variante de Pajares, que se espera para 2023, pero las suspicacias sobre el mantenimiento de las líneas de cercanías siguen vivas. 

Asturias se encuentra entre las comunidades en las que más tiempo lleva trasladarse en tren hacia la provincia más cercana, no se trata sólo de los prolongadísimos trayectos desde el Principado a la capital del Estado, que pueden superar las cinco horas, sino que también los tiempos se hacen largos para llegar a León, a Lugo o a Cantabria, y en las redes sociales se han hecho eco de las demoras.

Se ha hecho viral el cálculo de la cuenta Picanúmeros en twitter, que ha analizado los tiempos medios de cada provincia, y las comunidades del norte aparecen en el podio de la tardanza.

La capital de provincia más cercana a Oviedo es León, y de media se tardan dos horas y 15 minuto. Es uno de los tiempos más extensos, el cuarto más lento sólo por detrás de los casos de Vizcaya (que requiere dos horas y media para llegar a Logroño); Santander (2:26 minutos para ir en tren a Palencia), y Almería, la única provincia del sur en estas circunstancias, en la que también lleva un viaje de casi dos horas y media para llegar a Granada.

Este mapa surgió como respuesta o complemento a otro similar aunque centrípeto que analizaba los tiempos medios para llegar desde cada provincia a Madrid. En este caso a Asturias se le ponían 4 horas y 37 minutos, un cálculo optimista teniendo en cuenta la vía decimonónica de Pajares, que requiere velocidades muy bajas en varios tramos y que además, sufre con frecuencia incidencias que obligan a los pasajeros a hacer el resto del recorrido en autobús.

¿A cuánto debería reducirse el tiempo de trayecto desde Asturias a Madrid cuando empiece a funcional el AVE? El anuncio es que serán dos horas y 56 minutos, y además habiendo tomado asiento en Oviedo o en Gijón porque aunque hay cambios de vía en Pola de Lena, no se cambia de tren, no habrá transbordo. 

La semana pasada, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez aseguró en Ribadesella que la variante ferroviaria de Pajares «será una realidad a principios de 2023» y también insistió en que se van a mantener «todas las líneas y servicios» de Cercanías existentes en Asturias.

La ministra destacó que ya había comenzado la circulación en pruebas de los trenes que atravesarán los túneles de Pajares, el pasado mes de septiembre, y garantizó que se cumplirán los plazos previstos. Le acompañaba el presidente asturiano, Adrián Barbón quien había pedido a la ministra que no se retrasase más la puesta en marcha de una obra «crucial» para Asturias, por su repercusión económica y logística, y que mantuviese el compromiso inversor con el servicio de Cercanías.

«Rotundamente no. Son bulos», dijo Sánchez al ser preguntada sobre posibles cierres de Cercanías en Asturias, un servicio para el que hay comprometido un «ambicioso plan con un importe aproximado de mil millones, de los que hay movilizados 670 millones». La ministra aseguró que «se van a mantener todas las líneas y servicios» de Cercanías existentes en Asturias y dijo también que en las «próximas semanas» se firmará el protocolo entre Adif, Principado y Ayuntamiento de Gijón para avanzar en la integración ferroviaria en la ciudad y en la estación intermodal que se levantará en Moreda.